━━━━━━𝟎𝟐━━━━━━

270 33 3
                                    

Si bien Mināru sabía que tenía una misión, esperaba que Sasuke y Naruto le fueran con el chisme a Sakura para que así ella no viniese a buscarle y llevarla a la fuerza a esa misión

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Si bien Mināru sabía que tenía una misión, esperaba que Sasuke y Naruto le fueran con el chisme a Sakura para que así ella no viniese a buscarle y llevarla a la fuerza a esa misión. Y por razón única y exclusiva razón de que la rubia no se sentía bien, al punto de ni siquiera levantarse.

Su mirada vaga miraba al reloj. Ella estaba totalmente cubierta por sus sabanas, excepto del cuello hacia arriba. Siendo una sensora podía sentir el chakra, pero venga, estos días no solo su mirada estaba perdida.

Entonces aquella voz grave pero que para ella siempre era suave llamó su atención —Minā, me han dicho que no vendrías... Les respondí que sí o sí lo harías.

La figura de su sensei fue tan inesperada que saltó de la cama. Tanto su presencia como sonrisa típica fueron provocadores de su salto.

La nombrada retrocedió como podía en acto de susto y nervios. Si bien las visitas de Kakashi eran normales, después de lo sucedido esperaba no serlo.

—¡Vá-Váyase!

—¿Eh? No me has escuchado, ya lo noté. Lo volveré a repetir. Me han dicho qu-

—¡Que se vaya!— se levantó enfadada. Por milésima de segundo estrelló una de sus comodas almohadas contra el rostro de Hatake. El mayor sujetó la muñeca contraria, dejando fuera de alcance el arma con que hubiera sido atacado ferozmente.

La de cabellos rubios chilló, y en ningún momento posó mirada alguna en su sensei. Las mejillas palidas de la menor volvieron a tomar el color escarlata que la misma sentenció no volver a sentir, o de lo contrario se las vería con ella misma.

—Minā...— tarareó juguetón —, no podrás estar toda una eternidad enojada conmigo.

El tono seductor movió una vez más su corazón, este parecía volver a la normalidad, pero recordando la bochornosa escena volvía a parecer quebradizo.

Un suspiro agotado provino de Kakashi viendo que no tuvo respuesta alguna.

Sentado sutilmente en la ventana, abierto de piernas con mirada vaga; aprovechando la pose en que se encontraba la chica, le tiró para tenerla aún más cerca. Bajó la mirada, volviendo a sonreír de nuevo.

—Kaka... shi...

—Minā... ru...— copió burlesco en un susurro que acortaba su espacio personal mutuo.

La rubia dejó de respirar, golpeando internamente a su corazón para que dejase de hacer tanta bulla, de lo contrario espantaría al de cabello plata.

A centímetros de sus labios les rozó con su dedo índice, comprobó lo que tanto pensó; –"¿tendrá ella los labios suaves?"–

—Vendrás conmigo, no importa lo que haya pasado anteriormente entre nosotros. Mināru, para mí está en el pasado aquello.

—¿Usted cree que es fácil... dejar atrás sentimientos...?— escupió dolorosa. El contrario alejó su rostro, soltó su agarre y enderezó su espalda, notando la gran diferencia de altura.

Una simple mirada suya bastaba para dejar a la rubia en nervios constantes —Obvio que no es fácil. ¿Tú crees que esconderlos sí lo es?— antes de recibir respuesta antepuso sus palabras —Te estaré esperando fuera, no querrás perderte este día Minā— sonrió, y de paso guiñó un ojo.

Y tenía razón. Si bien la misión constaba de ayudar en una granja, pasarle con su equipo y Kakashi era llenador para su vacía vida.

Todo el camino sintió la mirada de Hatake, siendo notable el hecho de su nervioso andar; tan diferente al de su adversario

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Todo el camino sintió la mirada de Hatake, siendo notable el hecho de su nervioso andar; tan diferente al de su adversario.

Les diferenciaba el andar suyo, tan calmado, tranquilo, vago, como si 3 ninjas no le esperasen furioso por su atraso, cosa de todo los días.

Ante su llegada los menores abrieron la boca, de par en par e igualados.

—¡¿M-Minā-chan?! Creímos que no vendrías' ttebayo.

—¿Exacto, Mināru?— Sasuke interrogó con su mirada y palabras. Se acercó a ella, tapando con su mano derecha la parte de sus labios para que nadie leyera sus labios —Me dirás todo lo que ocurrió... no me da buena espina— supuso en un susurro suave, cual solo la contraria escuchó.

Sakura sostenía una mirada de esas que incomodan, tan persistente que todo el mundo shinobi pudiese sentirla —Minā-chan, creo que nosotras tenemos que hablar. Deja al grupo de chicos idiotas de lado— entrelazó su brazo con el de la menor, rápidamente recibió miradas de los tres masculinos.

Sin importar qué, ella chismorreó con la de cabello rosa, dejando de lado lo ocurrido ese día.

—Te has saltado algo.

—Hmp claro que no.

—¡Que sí!

Sakura sostuvo la mirada otra vez, pero fue en vano, la menor no soltó palabra alguna.

—¡Mināru! ¡Cuéntame!

—Que no ha pasado nada, Sakura-chan— repitió ya cansada. Antes de acelerar sus pasos vio a Hatake y los de cabellera distinta seguir a paso moderado el camino, juntándose ella al llegar con ellos.

Ahora era turno de Uchiha.

Uzumaki no se quedaría atrás por lo pronto.

—¡Cuéntanos! ¡¿Cómo te convenció?! ¡Ya sé' dattebayo, dijo que le gustabas!

—¡Shh dobe, déjala hablar!— pegó un coscorrón al rubio, ahogando su impaciencia también para no verse tan patético como el mencionado.

Mināru ahogó un chillido de frustración. Su vista amenazaba con mirar a Kakashi, siendo cometido su obra miles de veces seguidas, incluso a pesar de haber prometido que no lo volvería a hacer otra vez.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝐇𝐈𝐃𝐃𝐄𝐍 🝮︎︎︎︎︎︎︎ 𝐊. 𝐇𝐚𝐭𝐚𝐤𝐞.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora