25.

127 13 20
                                    

Al día siguiente, casi anocheciendo seguían en el panteón. Aunque Consuelo poca familia tenía ninguno asistió.

Adele seguía muy confundida, fuera de si. Ni si quiera había podido dormir por más que lo intento su mente la atormentaba.

Extrañamente había dejado de llorar, a Penny le preocupaba bastante pues la había encontrado aferrada a su cuerpo, con la mirada perdida. Sabía muy bien que era lo único que le hacía bien a su hija, había estado aún más presente en su vida que ella misma.

–Tenemos que irnos mi amor-Se acercó acariciando su mano–No tarda en oscurecer–Se movió bruscamente

Véte tu, traje mi carro.

–Adele, es tarde–Le recordó

¿Puedes por primera vez dejar de ser tan sobre protectora y darme mi espacio? Estoy harta de que me sigas controlando absolutamente todo mamá, pero siempre estés ausentePara Penny fue muy doloroso que su hija le dijera eso, pero tenía razón.

Se alejo de ella encaminándose a la salida.

–Le avise a Simon–Le susurro Daniel a Laura

–¡¿Estás loco?!–Le reclamó–¿Si te das cuenta de lo que hiciste?

–Simon también la quiso mucho, tenía derecho–Se excusó

–Si amor, yo sé pero sabes muy bien cómo terminaron las cosas entre ellos dos...yo solo espero que no se aparezca por el momento–Negó–Ya es muy tarde así que no creo que llegue

–Yo tampoco, Simon es muy puntual.

Laura trató de convencer a su mejor amiga para que se fueran, pero no obtuvo buenos resultados al contrario de eso se molestó.

Adele se acercó a su tumba y se dejó caer sobre ella, llenándose de tierra pero era lo que menos le importaba en ese momento. Le dolía el cuerpo entero, sus lágrimas volvieron a estar presentes.

Simon bajo de su auto, camino con las manos dentro de los bolsillos de su pantalón, cabizbajo. Se recriminó no haber podido llegar antes por el maldito trabajo que en ocasiones lo consumía.

No podía ni si quiera imaginar como se encontraba ella, era como su segunda madre. Solo quería poder abrazarla y hacerla sentir todo ese amor.

Cuando levanto la mirada se encontró con una imagen muy desgarradora provocando un nudo en la garganta.

Adele estaba frente a él, desvanecida sobre toda esa tierra, como si el aferrarse a ella le iba a devolver a Consuelo.

El cielo estaba lleno de nubes, como si amenazara con soltar una tormenta, el frío ya calaba en sus cuerpos.

Narra Simon.

Seguí caminando hasta llegar a ella, me agaché un poco para poder acariciar su espalda y me notara.

Asustada se levantó quedando sentada, su maquillaje ya estaba desecho, su ropa estaba llena de tierra y con la mirada triste.

–Hola–Solo me observaba, como si estuviese en shock–Lo siento mucho Delly–Acaricie su mejilla dulcemente y ella solo cerró los ojos, mordió su labio inferior cuando su llanto comenzó a aumentar.

Su pecho subía y bajaba rápidamente, como si para ella hasta el respirar le fuera difícil. La ayude a ponerse de pie y la abrace, la abrace tan fuerte como pude.
Había extrañado tanto su calidez, su aroma, todo en ella me era familiar, estar en sus brazos era como estar en casa. Quería quedarme ahí una eternidad.

Las gotas empezaban a caer y eso provocó que ella se separara de mi.

Discúlpame, me tengo que irAntes de si quiera darse la vuelta la detuve

–Permíteme invitarte un café–Intentó sonreír entre lágrimas

No me gusta mucho el café.

–¿Un te?–El aire revolvía su cabello en demasía, yo amaba su cabello. Aunque ahora era mucho más corto y rubio, lucia hermosa.

Traje mi autoSe excuso

–No importa, podemos ir en el mío o viceversa y después regresamos...solo será un momento–Sus excusas ya eran nulas así que solo atinó a asentir

Antes de irnos, tomo una rosa y le dejo un pequeño beso, la coloco encima.

–Perdóname por haber lastimado a Adele, por alejarme tanto de ti y no haber puesto en práctica todos tus consejos–Susurre cuando ella se había adelantado–Te vamos a extrañar

Apresure mi paso hasta alcanzarla, cuando llegamos al estacionamiento le indiqué cuál era mi auto, se sorprendió un poco pero no le tomo importancia, solo se subió. Encendí la calefacción ya que ella solo tenía puesto una muy delgada blusa manga larga.

–Te vas a enfermar–Me estire hacia los asientos traseros y le entregue mi abrigo

Sin más se lo puso, ella ya no era la misma joven caprichosa y terca o tal vez era el dolor que la tenía con la mente en otro lado.

–¿Puedes poner música?Voltee a verla incrédulo

–¿Que?...

Puedo escucharte SimonPasó un mechón de cabello detrás de su oreja y me di cuenta–¿Recuerdas que me prometiste estar ahí?Le iba a responder cuando me interrumpió–Fue un proceso muy difícil

–¿La operación?–Negó

Entender que ya no ibas a volver, hasta hace poco me costaba entenderlo, yo te adoraba y te amaba pero con el tiempo te acostumbras a la soledadSe recargo cerrando sus ojos sin esperar una respuesta mía y sus lágrimas no cesaban

No puedo decir que me arrepiento de todo lo ocurrido porque sería un descaro de mi parte, yo me obligué a ser feliz cuando ella sufría.

Encendí la radio, la música era bastante tranquila así que decidí no cambiarla y comenzar a manejar.
Llegue a una pequeña cafetería, cuando me disponía a bajar me di cuenta que estaba profundamente dormida, sabía como le gustaba el té así que preferí dejarla dormir.

Pensaba regresar o solamente estacionarme en algún lugar, pero contrario a eso opté por ir a la cabaña de mis abuelos, donde pasamos tantos momentos. Mande mensaje a Lulu, mi esposa.

Mentí diciéndole que me quedaría en casa de Daniel, después de salir tarde del trabajo. No quería mentirle pero estar con Adele me hacía ser capaz hasta de lo inimaginable.

Después de aproximadamente una hora llegamos, no quería despertarla, quería admirarla. Quite el cinturón para poder estar más cerca de ella, acaricie su rostro con la yema de mis dedos con miedo de que abriera sus ojos, sus hermosos ojos que para mí eran ver la galaxia entera.

Fue imposible, despertó y no me aleje, Adele tampoco.

–No tienes idea cuánto te extrañe–Susurre, ahora que sabía que ella me escuchaba no quería callarme todo lo que estaba sintiendo–Te extrañe tanto–Su aliento embriagador se combinaba con el mío, pude notar como su piel se erizaba.

Su mirada bajo a mis labios y eso para mi fue su aprobación para besarla, y lo hice.

La bese, para darme cuenta que nunca deje de amarla.
Los años han pasado por mi, pero no por mi corazón, que todavía palpita y se estremece cuando la mira, como aquel primer día, en aquel primer beso.














¡Holaaa! ♥️
Quiero agradecerles para los que me siguen leyendo, y pedirles disculpas por el tiempo que me ausente. Espero de verdad que les estén gustando los capítulos ¿Que les están pareciendo? 😊

•Fanny•

Tú & Yo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora