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Laura no quiere ni ver a su hijo ¿Que pasó?–Pregunto al esposo de su mejor amiga

–¿Sigue igual?–Se le vio preocupado–Pensé que solo yo había notado su actitud, no entiendo que le pasa Delly ¿Te dijo algo?

Pues que no quería ver a nadie y quería que se llevaran a su hijo porque no soportaba verlo, Daniel–Tomo su mano–Esto no es normal ¿Lo sabes, verdad?–Asintió

–Gracias por estar aquí–Dijo cabizbajo

–¿Te molesta si nos retiramos? Tengo que dejar listos algunos pendientes antes del viaje y Adele trabaja temprano.

–No no, claro que no Simon de igual manera Laura está renuente así que no hay mucho por hacer–Palmeo su hombro

No creo que sea una buena idea que vaya contigo–Soltó cuando subieron al auto–No quiero dejar sola a Laura

¿Estas segura?

Ella insistió que me fuera pero...es mi mejor amiga.

Solo serán unos días Delly, te prometo que regresando lo primero que haremos será ir a verlos ¿Si?–Pidió suplicante–Piénsalo...de todas formas ese día pasaré temprano por tu casa.

¿No vas a quedarte hoy?–La vio hacer un gesto lleno de ternura que lo hacía sentirse en las nubes.

–¿Quieres que me quede?–Aunque hacía apenas unas horas la había tenido entre sus brazos, no podía dejarse de sentir enloquecido por ella. Por su ojos brillantes, sonrisa hermosa. Era su diosa.

Si–Sonrió tímidamente–Aceptare ir contigo a Italia pero solo con una condición.

¿Cual?

Mañana me traerás a ver a Laura y al regresar también ¿Entiendes?–Arqueo una ceja. El asintió emocionado.

Al llegar a la gran mansión, subieron juntos a la habitación tomados de la mano. Ella colocó música "clásica" mientras se desmaquillaba, sintió las manos de su amado rodearla pegando su espalda al pecho de él.

–Buena música–Se movió lentamente junto a ella–No recordaba lo rico que era tocar tu piel–Susurro–De lo bien que se sentía abrazarte, sentirte vibrar entre mis brazos.

Quiero que tengamos al bebé–La giro dejándola frente a él, sus ojos se llenaron de lágrimas y su corazón latió rápidamente–Quiero...cuando estes libre estar juntos creando una nueva historia, los tres–Sonrió–Sin mentiras, sin barreras. Te amo Simon, te amo a ti y a nuestro bebé–Tomo su mano poniéndola en su vientre.

–No quiero ser de nadie más, nunca, solo de ti. Hasta que mi corazón deje de latir y aún, después de la muerte quiero seguirte amando.

Intente evitarlo, intente no caer de nuevo pero no pude, te necesito conmigo y te quiero solamente para mi–Se separo un poco de él, él la observo confundido. Llevo sus manos a su espalda bajando el cierre de su vestido cayendo este al suelo.

–Adele–Pronunció relamiéndose los labios–¿Quieres volverme loco?

Puede ser...¿Me acompañas?–Se dirigió al baño con él siguiendo su paso, cerró de un portazo recargándola en ella–Aún te necesito...te necesito una vez más.

No respondió, la despojo de su fina y suave lencería.

Narra Simon.

Fui besando desde sus largas, blancas y delicadas piernas hasta llegar a sus labios, la bese lentamente disfrutando de su sabor pero ella no quería eso. Ella me devoraba los labios con frenesí, con desesperación como si yo fuese a irme de su lado.

–Hey...tranquila–Acaricie sus mejillas, mordió sensualmente su labio inferior y sus pupilas se dilataron en cuanto abrió sus ojos–No tenemos prisa ¿O si?

No quiero tu ternura hoy–Se sonrojo–Quiero que lo hagamos como si fuésemos dos malditos desconocidos con deseos sexuales mutuos–Apreté los ojos tratando de procesar esas palabras.

–Déjame ver si entendí–Reí nervioso, jamás pensaría que ella diría algo como eso aunque ganas no me faltaban–¿Quieres hacerlo desenfrenadamente escuchando de fondo a Beethoven?–Se encogió de hombros avergonzada–Sería excitante ya que tú eres tan arte como esa música. Ven aquí rubia–La cargue subiéndola al lavamanos, arqueó su espalda al sentir lo frío del espejo.

Literalmente me arranco la ropa, lo hacía torpemente debido a la urgencia que sentía, jamás pensé verla de esa manera.

De una embestida entre por completo, lo hice con tanta rudeza como ella me lo pidió, me daba terror lastimarla pero ella me dejaba en claro que no era así. Al contrario de eso estaba deseosa.

Después de ese grato y fascinante  momento, nos recostamos en la camilla que estaba en su balcón, mirando las estrellas.

–Delly...¿Puedo preguntarte algo?

Claro, dime.

Ahora que puedes escuchar ¿No has pensando en seguir con el proceso?–Acaricie su sedoso cabello

¿A que te refieres?

He investigado y puedes tomar terapia de lenguaje, y poder hablar...no será fácil, tomará mucho tiempo pero ¿Porque no intentarlo? No perdemos nada, yo estaré acompañándote y ayudándote en todo momento.

No lo había pensado todavía pero puede que tengas razón, me agrada la idea de que estés conmigo. Te amo Simon.

Yo te amo a ti, Adele Adkins.

Por cierto, mañana tengo cita para ver la casa ¿Me acompañas?

Si, solamente que tengo un pendiente pero después paso por ti y vamos ¿Te parece?–Asintió

Día siguiente.

–¿Ella ya está aquí?–Pregunte a mi abogado

–Se supone que si, entremos–Al entrar a la sala ella estaba ahí, sin mirar a nadie y con la cabeza baja–Buenos días.

–Ella ha firmado, no piensa pelear absolutamente nada sólo quedarse con el departamento el cual pagaron por partes iguales. Mi cliente está dispuesta a pagarle su parte al señor Konecki si este se niega.

–Está bien–Pronuncie, ya era un hombre libre de nuevo. Era libre para estar con Adele–Espera..–La detuve antes de que se fuera–Lo siento mucho, Lulu.

–Me destruiste, me lastimaste, jugaste conmigo pero a pesar de eso te perdono. Yo sabía que nunca me amaste pero creo que no me merecía tal cosa, actué como una psicopata pero no puedes culparme por eso, estaba dolida–Sollozo, limpio sus lágrimas que no paraban de salir–Solo espero que con ella puedas ser feliz, es una mujer hermosa e inteligente, no le hagas lo mismo que a mi. Espero también que nunca llegue a ti el karma.

Sin decir más la vi tomar un taxi y perderse entre las calles.

–¿Lista?–Llegue a la casa de Adele, abrí la puerta del auto para que subiera, me dio la ubicación y me puse en marcha. Mi celular comenzó a sonar sin parar–¿Que pasó, Diego?–Conteste

–Tú padre regresó–Escuche la voz de mi madre, Adele me vio con cara de susto ya que tenía el altavoz–Nos quiere quitar la casa.

–¡¿Que?!–Grite molesto–El no puede hacer eso, no puede abandonarnos y luego regresar años después queriéndonos sacar de nuestra casa.

–Claro que puede Simon, las escrituras de la casa están a su nombre. Tenemos dos semanas para sacar nuestras cosas–Colgué aventando el celular lejos, me orille y golpee en volante furioso.

Amor...tranquilo, vamos a solucionarlo ¿Si?–Entrelazo su mano a la mía

–¿Como? ¿Como se supone que lo solucione?

La casa que veremos será nuestra y es bastante grande, tenemos suficiente espacio para dos personas más...

Tú & Yo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora