42.

151 13 13
                                    

–Ten cuidado con lo qué haces, puedes hacerle daño–Se coloco delante de mí con dificultad por su pierna

–No te metas Diego–Dijo entre dientes–Esto no es contigo–Me tomo del brazo jalándome hacia el–Aclárame lo que acaba de decir este idiota

–La estás lastimando tío–Se interpuso–Suéltala, ella no tiene porque darte ninguna explicación–No podía evitar que mis lagrimas salieran sin parar, observe a Alex y obviamente no mostraba ningún sentimiento de arrepentimiento por lo dicho–Ella es una mujer libre a contrario de otros.

–Ya te dije que no es asunto tuyo, es mejor que te vayas–Hablo sin verlo, su mirada eran como mil cuchillos contra mi.

–No–Dijo firme

Por favor Diego, mi chofer te llevará a tu casa, tranquilo–Le sonreí

–Pero...–Negué–Está bien, avísame cualquier cosa ¿Si?

Después de que Diego partiera Alex y Simon seguían cuestionándome con la mirada.

¿Nos vamos, Simon?

Necesito que me respondas–Soltó arrastrando las palabras

Lo haré pero no aquí y menos delante de una persona que hablara desde lo resentido que está–Alex giró los ojos cruzándose de brazos–Evidentemente no sabes separar los problemas personales con los laborales ¿No? Olvídate del contrato de teníamos con tu agencia. No quiero volver a verte.

La única que puede hacer eso es tú madre.

Soy dueña ahora, puedo hacer eso y más si así lo deseo–Sonreí retadora–Ahora vete o hago que te saquen–Señale la salida

–Esto no se va a quedar así–Se fue

–¿Y?–Hablo Simon al quedarnos solos de nuevo

Te he dicho que aquí no–Repetí–¿Me permites manejar tu auto?–Ni se inmutó, seguía muy molesto y decidí intentar ignorar su enojo para que se calmara un poco–Lo tomare como un si–Me subí, limpie mis lagrimas y tome aire.
Simon era tan complicado a veces.

Minutos después entró, me entregó las llaves y se recargó en el asiento cerrando sus ojos. Maneje aproximadamente veinte minutos hasta llegar a nuestro destino.
Me adentré a un camino de terracería y en las llantas se escuchaba el sonido de las piedras sobre ellas.

Voltee a mirarlo y me estaba dando la espalda, no podía percatarme si estaba o no despierto.

"I would never break the rules unless you tell me to, you can read my mind, be it truth or lies, lié down beside me, why won't you let it be?"

Acaricié su espalda con delicadeza pero no recibí respuesta. Baje del auto, me quite el abrigo y lo deje sobre el césped seco.

Me traía paz venir a este lugar desde hace años, sola. Admirar cuando la luna se dejaba ver así de grande, el cielo repleto de estrellas y después de la operación escuchar el sonido de las hojas de los árboles moverse al compás del viento. Era poco visible la ciudad desde aquí pero aún así lograban verse algunas luces a lo lejos.

–¿En donde estamos?–Se dejó caer a mi lado

No lo se–Reí–Un día solo llegue aquí y me hizo sentir muy tranquila la paz que se respira, ahora espero tu sientas lo mismo para poder entender mis razones.

Estoy más tranquilo–Puso su mano en mi pierna–¿Podrías contarme?

No es algo con importancia mucho menos porque sucedió hace muchísimo y de igual manera te contaré–Me detuve un momento buscando las palabras correctas–Si, estuve con Alex pero solo fue una vez, yo...estaba un poco ebria y fue muy incomodo para mi, le aclaré que fue un error porque ni le veía como algo más que un amigo ni le amaba como él quería. Siempre se lo dije y aún así él seguía insistiendo.

¿Porque estuviste con él si no era lo que querías?

Por tonta y por creer que de esa manera podría olvidarme un poco de tu recuerdo–Confesé–Y aunque eres el menos indicado para exigir explicaciones tenía que dártelas, porque como dicen, todo lo que guardas en el corazón y alma debe ser expresado antes de que sea tarde.

Perdóname, no debí si quiera ponerme como energúmeno o jalonearte cuando tú eras una mujer libre y tenías derecho a estar con quien tú decidieras. ¿Me perdonas, Delly? Me ganaron los celos...

¿Que ganó yo si te perdono? Bien lo dijiste, te portaste como un tremendo dolor en el trasero Konecki–Hizo pucheros

–¿Serviría si te como a besos?–Propuso haciéndome sonrojar

¡Simon!–Se acercó quedando a centímetros–Ni se te ocurra..

¿Porque no?–Llevo su rostro a mi cuello absorbiendo el aroma que este desprendía, yo sabía cuanto Simon amaba mi perfume. Siempre me lo había dejado saber–¿Aquí quien va a interrumpirnos?

La policía por ejemplo.

Es claro que aquí ni la policía viene Delly, ¿Tú no me extrañas?

No podía negarme, no podía negarle que esta noche aún teniéndolo conmigo le estoy pensando. Lo estoy extrañando aún teniéndolo frente a mi, con los ojos tal cual la hermosa luna. Mismo color y mismo brillo.
Menos mal que en la luna de sus ojos si puedo alcanzar.

–Porque yo te he extrañado horrores y tú cuerpo me dice que tú a mi también–Me recostó quedando sobre mi sin dejar caer su cuerpo por completo. Su manera de tocarme siempre fue única y me estaba enloqueciendo–Espera–Se puso de pie caminado al auto, saco una manta bastante grande.

¿Porque traes esas sábanas en tu auto?–Se encogió de hombros

–Hombre precavido vale por dos–Lo cuestione con la mirada–Bueno, no sabía si las veces que me metía a escondidas a tu casa me dejarías quedarme. Tenía que estar preparado por si me tocaba dormir en el carro–Dijo orgulloso

Vaya, muy inteligente de tu parte.

Sabia que de algo me servirían–Acomodo una de ellas–Ven aquí bonita–Extendió sus brazos hacia mi, quede sentada a horcajadas de él, con una pierna a cada lado de las suyas–Te amo–Susurro

¡Yo también te amo, te amo tanto!–Le respondí a caricias, aún sin poder hablar yo sé lo había dicho a travez de mis ojos.

Esta noche, me arriesgué a probar lo aún prohibido. Probar la dulzura de sus labios que me guiaban a la perdición.

Con lentitud desabroche cada botón de su perfecta e impecable camisa blanca mientras él aprovechaba a recorrer todo mi torso desnudo con su boca. Sus grandes manos acariciando desesperadas. Tenía una mirada envuelta de lujuria y deseo.

Mi cuerpo desnudó sobre el de el, sentí una ráfaga de aire que me hizo erizar la piel y abrazarme a Simon, más sin embargo el frío era cada vez menos. Enrollé mis manos en su cuello cuando lo sentí entrar en mi, apreté su cabello con mis dedos desesperada.

Su celular comenzó a sonar y maldijo, honestamente yo también lo hice, lo necesitaba ahora. Antes odiaba las interrupciones y con esto las detesto.

–Está vez no–Dijo agitado lanzándolo por algún lugar, no importaba donde–Daniel tendrá que esperar, tú no.









Un poco corto pero aquí está. ¿Que les está pareciendo?
Prometo actualizar pronto ♥️ mi adorados lectores ♥️🥰🥺

–Fanny🌻

Tú & Yo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora