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Narra Simon.

Listo, tal cual lo pediste–Sonreí al ver su gran sonrisa cuando le mostré la comida

La miré con detenimiento, estaba más hermosa que de costumbre y con un brillo bastante peculiar en su rostro, radiante en pocas palabras.

–Nunca te había visto tan emocionada por la comida–Giró los ojos

Con todo lo que vomite hoy la verdad es que muero de hambre–Hizo pucheros y yo muero por besarla

–¿No has ido al médico? Lo de hoy no fue para nada normal–Negó con nerviosismo

Debe ser por el estrés del trabajo, tenemos un desfile pronto.

¿Como se porta Diego?–Pregunte curioso

Es muy talentoso en lo que hace, tiene mucho futuro como diseñador–Se limitó a responder–Preguntas como si aún fuese un niño.

–¿Ya te diste cuenta que le gustas, verdad?–Sus mejillas se tornaron rojas, le daban un brillo aún más especial pero su reacción hizo que mis celos aparecieran–Se esta enamorando de ti, Adele.

No lo creo, si así fuese ¿A ti que?–Me reto

–Bueno, se que no serías capaz de aceptarlo solo por despecho o venganza hacía mi.

Pues yo tampoco creía que tú serías capaz de dejarme y mentirme como lo hiciste–Suspiro, lo decía de una forma tan natural como si ya no le importara–Pero no pienso volver a lo mismo ¿Podemos irnos? Muero de hambre...y frío.

Estábamos afuera del auto recargados uno a lado del otro en el cofre de este, antes de que se alejara le tome del brazo con delicadeza.

–¿Me permites manejar?–Le pedí

¿Pretendes raptarme o algo así?

Eso me encantaría pero lo hago porque te noto casada ¿Puedo?–Asintió

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Me coloque frente a ella, sus bellos ojos se conectaron con los míos, me sentí en las nubes cuando estos se achinaron gracias a la risita que esbozó.
No podía entender la sensación que sentía el estar tan cerca de ella, aunque el vernos se había hecho muy recurrente esta vez era diferente, sentía una conexión inexplicable.

Con cada centímetro menos de espacio en nuestro cuerpos, mi corazón se aceleraba como si fuera la primera vez.

–¿Que me hiciste?–Susurre contra sus labios, estaba confundida.

¿Yo? ¿Porque?–Se alejó, muy pero muy poco pero lo hizo.

–Me estas volviendo loco Delly, pareciera como si tu cuerpo desprendiera una sustancia que me esta carcomiendo por dentro y lo único que quiero es tenerte cerca, abrazarte, besarte–Se sonrojo

Estas diciendo puras tonterías Konecki, es mejor que nos vayamos–La acorrale entre mis brazos

–Disculpa la hora, pero mi corazón pregunta por ti ¿Que le digo?–Solté, río sin pena, su carcajada inundó mis oídos.

Subió sus suaves manos a mi rostro y acarició cada rincón de él, con su dedo pulgar lo pasó por mis labios.

–Si no me besas tu entonces tendré que hacerlo yo.

La vi cerrar sus ojos antes de fundirnos en un tierno y largo beso. No me alcanzara la vida para pedirle perdón por lo mucho que la lastime, por lo tonto que fui al dejarla ir.

Sentí sus uñas enredarse en mi cabello, baje mi mano a sus caderas recargándola más a la puerta del auto soltando un diminuto jadeo.

–Se que soy irresistible besando pero no quiero arriesgarte a que esos locos paparazzis te molesten, estos lugares son muy concurridos–Dije sobre sus labios–Vámonos

Le abrí la puerta ayudándola a subir, acaricié sus nudillos para después dejar un beso en ellos. En menos de media hora ya estábamos de regreso a su casa.

No sabes lo molesta que estoy conmigo misma–Se sentó en la manta que estaba en el suelo rodeada de almohadas. Estábamos en su lugar favorito, la habitación ahora más colorida a la cual años atrás se habría puesto furiosa al verme entrar–Porque mi fuerza de voluntad se esfuma cada que te tengo cerca y eso no está bien–Arrugo sus cejas

–¿Porque?–Me miró fulminante

Por que eres aún casado, un mentiroso, infiel, desgraciado, idiota...–La interrumpí

–Soy todo lo que tú quieras pero te amo, estoy en el proceso de divorcio pero no me prohíbas que mientras eso pase luche por ti, no quiero perderte de nuevo–Me senté junto a ella

Torpemente me golpeé en la cabeza con el mueble a mi lado, su bolso estaba en una esquina así que se cayó volteándose y dejando todas sus pertenencias regadas por doquier.

–Perdóname–Me arrastre recogiendo sus cosas pero ella estaba siendo más hábil, note como sus manos temblaban–Oye tranquila, te ayudo–A lo lejos mire una ¿Prueba de embarazo? ¡Una prueba de embarazo!

Gatee rápidamente hacia ella, me imitó, parecíamos dos niños locos peleando por un alcanzar un juguete, antes de ella si quiera llegar la tome escondiéndola detrás de mi.

Dame eso–Me ordenó–No te incumbe

No te la daré ¿Porque tanto misterio?

No es algo que te importe–Quiso quitármela y en un rápido movimiento quedó recostaba bajo mi cuerpo

–¿Es tuya?–Le cuestione mientras mi asombro iba en aumento, no podía negar que también me había emocionado al pensar que fuera positiva y...de ella.

No, debe ser de Laura–Dijo firme

–Adele por dios, Laura tiene ocho meses, su bebé casi está por nacer...¿Porque no me quieres decir la verdad? ¿Estas embarazada?–Se removió incómoda

No tengo porque responderte nada, muévete–Me empujo, fije mi vista en ella y si, efectivamente era positiva.

¡Adele esta embarazada!

Vete por favor–Se puso de pie caminando a la salida

–No me voy a ir hasta que me expliques–La seguí interponiéndome en su camino

No tengo porque darte ninguna explicación.

Claro que si, porque por eso tus malestares y mi sentimiento de necesidad de estar contigo, yo lo sentía–Rio como si le hubiese dicho algo gracioso–Estas embarazada y es mío...¿Cierto?

–¡Si, estoy embrazada y si es tuyo!–Me detuvo–¿Contento?...Pero no voy a tenerlo–Mi sonrisa se esfumo

–¿Que?–Dije exaltado–No juegues conmigo, tú no puedes hacer eso, también es mío.

Claro que puedo Simon, es mi cuerpo y yo decido sobre el, tú no tienes ningún derecho.

Tú & Yo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora