34.

112 13 12
                                    

–Buenas tardes señorita Adkins–Se levantó torpemente extendiendo su mano la cual Adele recibió.

Lo examino completamente con la mirada, no se parecía nada a Simon, tampoco podía negar que era muy guapo de igual forma.
Joven con grandes ojos cafés, alto, poco robusto y cabello rizado.

Diego Konecki ¿Cierto?–Asintió–Toma asiento–Noto como sus manos sudaban y él las limpiaba en su pantalón–Tranquilo ¿Porque tan nervioso?–Sonrió

El, tomo aire antes de hablar, tanto que pudo sentir su exquisito aroma.

–Estoy demasiado nervioso, no creí que si quiera usted me recibiría–Rio

Háblame de tu, te llevo casi tres años, además si vamos a trabajar juntos creo que es lo más correcto, no soy una jefa muy exigente en esos aspectos.

¡¿Que?!–Grito–¿Eso quiere decir que estoy contratado?–Tuvo el impulso de abrazarla pero se detuvo, no era apropiado.

Primero necesito que me respondas algo–Pensó que palabras usar y no verse tan interesada en Simon, no sabia que intenciones tenía–Simon Konecki trabajo para mi, bueno, para mi madre...–La interrumpió

–Oh si, mi tío Simón–Giro los ojos–El hace algún tiempo me mencionó que trabajo con ustedes pero solo unos cuantos meses–Sonrió nuevamente–Pero de verdad, no porque seamos familia crea que soy igual de imprudente, mi tío a veces no se controla.

¿Solo eso te dijo?–Sintió un nudo en su garganta

–Si, bueno también que usted tenia...perdón, tenias un carácter fuerte por eso mis nervios–Noto como su rostro dejo mostrar esa sonrisa, sus ojos no tenían el mismo brillo que al entrar, inmediatamente se arrepintió de su honestidad–Pero yo creo que se equivocó, además el no sabe que estoy aquí, mi familia no está de acuerdo en lo que estudie–Confesó–Tú mano está sangrando–Dijo exaltado porque a pesar de la venda ella encajaba sus uñas en la palma de su mano–Te estas lastimando..

Estoy bien, aquí tienes el contrato–Entrego la carpeta–Léelo y si estás de acuerdo puedes firmar y entregárselo a Mary mi asistente–Se dio la vuelta para marcharse pero el la detuvo del brazo sutilmente, lo miró confundida ya que él se sostuvo en un bastón.

–Déjame ayudarte, por favor, si no limpias la herida se te infectará. ¿Podrías decirme dónde está el botiquín?–Adele lo saco de uno de los cajones y lo dejo sobre la mesa–Mi tío me enseño algunas cosas así que sanara rápido.

No estaba segura de poder trabajar con el sobrino del hombre que le ha roto el corazón más de una vez, menos si no dejaba de mencionarlo, para ella era muy doloroso saber que Simon jamás habló de su relación, realmente nunca fue parte importante en su vida.

–Espero que no sea un impedimento que esté así–Se señaló–Se que lo notaste, vi tu cara y pues la razón es que hace seis años tuve un accidente, estuve muy grave pero he ido progresando bastante –Se quejo cuando el alcohol entro en su piel–Lo siento, pero evitará que se infecte.

No tendría porque existir impedimento alguno, no afecta en lo talentoso que eres...muchas gracias por tu ayuda.

Es lo menos que podía hacer cuando me están dando la oportunidad y confianza.

Después de un rato, firmo su contrato sin dudarlo. Le hacía muy feliz cumplir su sueño.
Llegada la noche Adele recibió un mensaje justo antes de entrar a su casa, era el.

Simon:
¿Podemos vernos? ¡Por favor! Necesito explicarte...

Adele:
No y deja de molestarme, preocúpate por tu matrimonio.

Tú & Yo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora