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–Delly, por favor te pido que no echemos esto a la basura nuevamente–Suplique

Espera ¿Que?–Su rostro mostró asombro–¿Me estás culpando por que esto se haya acabado en repetidas ocasiones? ¡No! El que la ha cagado eres tú, tú eres el que nunca hizo si quiera el intento por luchar, tú me alejaste de tu vida, desapareciste seis malditos años, te casaste y ahora vienes como ¿Víctima? Estas mal Simon, de verdad no sé qué pasa por tu cabeza.

Se que me equivoque muchísimo y reconozco mi error pero nos amamos, no tenemos porque estar separados ahora ¿Porque es tan difícil para ti entender eso?–Se acercó molesta

¿Será porque me mentiste? No estabas libre y no te importo si me volvías a romper el corazón ¿No te parece que tus arrepentimientos vienen demasiado tarde?–Intente abrazarla pero se alejo pasando a mi lado para sentarse a la orilla de su cama–¿Puedes irte? Estoy bastante cansada y lo único que deseo es dormir.

¿Me dejas quedarme?–Pregunte dudoso, sabía perfectamente que se negaría rotundamente pero no perdía nada intentándolo, anhelaba tanto abrazarla.

Bastante descarado de tu parte creer que eso sucederá–Señaló el balcón–Vete

Ok, entonces me iré pero saldré por tu puerta y espero encontrar a tu mamá para hablar con ella de una buena vez–Le di una mirada retadora

No pienses que vas a quedarte conmigo, vas a quedarte en el sofá ¿Entendiste?–Asentí feliz

Narra Adele.

Aquella noche Simon se salió con la suya, ni si quiera me dejo procesar todo lo que sentía ya que seguía invadiendo mi espacio. En la madrugada había llovido demasiado, desde que podía escuchar no era de los sonidos más agradables para mi menos con tormentas tan agresivas.
No duro mucho en el sofá cuando me vio tan asustada que se recostó a mi lado abrazándome, se lo agradecí y aunque no podía perdonarlo ni aplaudirle sus actos en sus brazos yo siempre iba a sentirme tan tranquila.

Era muy doloroso para mi porque desde niña cada que eso sucedía y ver la luz de los rayos a través de las ventanas me aterraba, siempre corría hacia la habitación de Consuelo, me dejaba dormir con ella, me acurrucaba sintiendo los latidos de su corazón que me calmaban, ahora siento que no puedo sola, la extraño demasiado cada día y mi madre no es de gran ayuda.

Ha pasado un mes desde ese día que Simon se quedó conmigo, no lo he visto aunque claramente no deja de insistir todos los días pero prefiero evitarlo, en estos momentos es lo mejor y mayormente porque sigue "casado".

–Buen día señorita linda–Me halago Diego entrando al cuarto de telas y le sonreí

La relación entre los dos va de maravilla, me refiero que a laboralmente nos llevamos bien, es un hombre muy talentoso y dedicado con lo que hace, además de atento.

–¿Cuando es el desfile?–Me preguntó sentándose a mi lado

El olor de su perfume inmediatamente entró a mis fosas nasales, jamás me había molestado pero esta vez mi estómago se revolvió tanto que sentí como las náuseas comenzaron a atacarme, traté de disimularlo e ignorar el malestar pero era insoportable.

Según mis fechas aún faltan dos meses, tenemos tiempo de terminar los diseños–No pude aguantar más y me levante como resorte a vomitar todo mi bendito desayuno en el bote de la basura, Diego se acercó preocupado a sujetarme el cabello para no mancharme y moría de la vergüenza–Lo lamento, de verdad siento que tuvieras que ver esto–Me disculpe

–¿Te sientes mejor?–Sobo mi espalda y asentí–¿Te has estado sintiendo mal?–Me entregó su pañuelo

No, bueno un poco desde hace dos días pero probablemente es solo un malestar que con pastillas se me pasará–Negó

Tú & Yo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora