13.

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Simon miró mi cara de preocupación y desesperación. Se levanto y corrió rápidamente hacia aquel chico de tal vez unos veinte años.

Narra Simon

Verla de esa manera con sus ojitos llenos de lágrimas sin saber que hacer me partía el corazón. Me encontraba corriendo detrás de ese chico que por cierto no era tan rápido y había tropezado varías veces no sería muy difícil alcanzarlo.

Me lancé encima de el atrapándolo. Lo sujete fuertemente de la camisa y lo hice verme.

—¿Que mierda hacías?–Negó con la respiración agitada

Observe como Adele se acercaba mirando atenta.

—Déjame ir–Suplicó

—Dame tu cámara–Levante mi puño cerca de su rostro

—Tengo que esforzarme mucho para siempre mantenerla a salvo no puedo hacer eso,te lo suplico suéltame–Parecía que sus ojos se saldrían de tan asustado que se miraba

—¿Entonces qué pretendías tomando esas fotos? ¿Venderlas a algún medio?–Quedo confundido

—No se de que me hablas,solo les tome esa foto porque realmente lucían bien junto a ese paisaje,son una linda pareja ¿Para que tendría que venderlas?–Me separe un poco

—¿No eres un paparazzi?–Negó y parecía sincero–De igual forma necesito tu cámara no pienso arriesgarme–Con mi vista la busque y se la quite. Me puse a lado de Adele a punto de irnos y el hombre nos seguía.

—Por favor tiene un valor muy especial para mí,me la regaló mi madre que ahora no está más–Nos detuvimos

—El dice que no es un paparazzi que solo la tomo porque es lo que hace y que esto–Señale la cámara–Tiene un significado muy especial para el Delly–Le explique

¿Y cómo podemos estar seguros?–Una lagrima corría por su mejilla

—¿Como se que me dices la verdad?–Le pregunte

—Soy estudiante de fotografía,tengo mi matrícula acá–Sacó su cartera y me mostró la tarjeta–Y mis identificaciones–Las leí y por lo visto apenas tenía dieciocho años

—Bien pero necesito que borres esa foto y yo estaré vigilándote–Asintió

Le di su cámara y estaba por hacer lo que le ordene cuando Adele lo detuvo y se acercó a él. Miro la pantalla sonriendo con un brillo hermoso en sus ojos.

Está genial la foto–El extrañado quedo

—¿Ella es sordomuda?–Cuestionó

—Si–Me limite a responder

—Mi hermana también–Sonrió–Tranquilo yo hablaré con ella–Adele fruncía sus labios sin saber lo que sucedía

Se alejaron y poco por lo cual me estaba desesperando. Caminaba de un lado a otro. El le extendió su celular y ella el suyo. Obviamente pasándose números. Por un momento mi sangre hervía,debo confesar que me sentía un poco celoso.

Me dijo que el día de mañana me enviaría la foto y yo le propuse ser mi fotógrafo personal,sus fotos son realmente bellas–Mordió su labio–Tienen algo diferente a las demás,se nota su pasión por la fotografía y por un momento creí que era un peligro–Arrugo sus cejas–Quedamos en vernos otro día para ponernos de acuerdo–Se mostraba emocionada

—Pero no lo conocemos aún así,lo dejaste ir con su cámara y la fotografía que al principio tú eras la que estaba muy mortificada–Aclare

Lo se pero se mira que es un buen chico además que su hermana también es sordomuda y el con lo poco que gana se mantienen pues su madre murió y su padre hace poco se fue dejándolos solos en cuanto él cumplió dieciocho–La abrace  –¿Te das cuenta? A veces me quejo de mis problemas que no son nada comparado a otras personas,yo prácticamente vivo en la gloria mientras ellos sufren.

Tu tienes un corazón de oro–Suspire besando si frente–¿Quieres ir a descansar ya?–Asintió

En minutos llegamos al hotel,mañana teníamos que irnos temprano pues debía ensayar otra vez ya que en dos dias sería el desfile.

Entro al baño a ponerse su pijama y cuando salió me quede sin respiración. Está consistía en un short muy corto y blusa que dejaba ver parte de su vientre,con un escote algo pronunciado,de color rosa pálido de seda.

Tomo su largo cabello entre sus manos amarrándolo en una coleta. Yo también ya me había cambiado. Se sentó y con sus manos me hizo señas para que me acercara a travez del cristal que nos separaba.

—¿Que sucede? ¿Necesitas algo?–Me senté en la orilla de la cama

¿Podrías abrazarme por favor? Aunque sea hasta que me quede dormida–Lleve mi dedo índice a sus labios y bese la comisura de estos. Esa era la respuesta.

Mis manos se enredaron en su cintura,la tape con la sabana tan blanca como ella y sus ojos se cerraban. Me quede viendo su rostro.

Sus pestañas tan largas, su pequeña nariz bien formada,sus labios gruesos y rosados. Moví su cabello levemente ya que estaba cubriendo parte de su rostro.

Los lunares en su piel eran como las estrellas en el cielo.

Se removió y dejó entre ver su sostén negro. Aunque quisiera contenerme y sacar esos pensamientos absurdos de mi cabeza simplemente no puedo.

La quiero.
La adoro.
La deseo.

—Estoy dispuesto a todo por ti–Hable en voz baja

Sin darme cuenta al mirar el reloj del buró marcaban la una y treinta de la madrugada. Iba a irme cuando siento qué pasa su pierna por encima de las mías y su brazo sujeta el mío. Es como si me tuviera preso que siendo franco me fascina.

El ruido de la cerradura de la puerta se hizo presente pero decidí no tomarle tanta importancia puesto que nadie más tiene llave. Me acurruque en su cuerpo con una gran sonrisa.

—¡¿Que demonios está sucediendo aquí?!.

Tú & Yo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora