Truth

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Ah... De nuevo en París.

Dios ya llévame.

Okey, desde que llegué de New York todo ha estado medio raro, Adrien y yo hemos buscado momentos para poder continuar con nuestra reconciliación, pero últimamente ha tenido mucho trabajo entre la escuela y el modelaje.

Mamá aún sigue en cama, lo cual me preocupa, ella dice que está bien, pero la verdad no sé si creerle... Ya vi esto antes y no me gustó cómo terminó.

En la academia de ballet seguimos practicando, ahora no hay algún evento importante, por lo cual estoy bastante relajada por esa parte.

Pero por otra, la escuela me está comiendo viva, pareciese que nuestra semana en New York significó que nuestros profesores nos dejarán mil tareas.

Pero en fin, justo ahora estoy en el parque con Alix y Hadley, acordamos tener un pequeño picnic para descansar mientras hacíamos tarea.

—A ver, entonces, si Juan tiene cuatro manzanas en una mano, y doce en otra, pero Diana tiene veinte en una y la quinta parte de las que tiene Juan en la otra, ¿cuántas manzanas tienen en total? —Alix leyó el problema.

—No sé Alix, voy a estudiar algo que no lleve matemáticas —contesté mientras seguía escribiendo el ensayo para la materia de historia.

—Ya me harté de los enlaces covalentes —expresó Hadley.

—¿Dónde están los demás? —preguntó mi amiga castaña.

Suspiré. —Nathaniel dibujando el cómic junto con Marc, y Jul y Rose en casa de Alya, nos invitaron... Pero yo no tenía muchas ganas de ir —mencioné.

Alix bajó su cuaderno. —Y la verdad yo tampoco... Y no quería dejar sola a ________ —mencionó.

—¿Y Nico? —le pregunté a mi amiga.

—En casa, mañana tiene examen de álgebra, está estudiando —mencionó.

Asentí y luego dejé mi cuaderno sobre la manta. —Ya me dolió la cabeza, necesitamos descansar —murmuré mientras presionaba mis sienes.

—Podemos ir por un jugo, ¿qué dicen? —propuso Alix.

—¡Sí! —Haldey se apresuró a decir.

Seguido a eso, comenzamos a guardar nuestras cosas y levantamos la manta, caminamos por el parque y entonces...

—¡Achú! —estornudé.

—Salud —dijeron mis amigas.

—Gracias... ¡Achú! —volví a estornudar.

Y después otra vez, y otra vez.

—Oye... ¿Estás bien?, Esto solo te pasa cuando akumatizan al Señor Pichón —Alix comentó mientras acariciaba mi espalda.

Sorbí un poco la nariz. —Deben haber pichones cerca, no creo que sea nada... —levanté la mirada y vi un avión hecho de pichones sobrevolar la ciudad—. Grave.

Resoplé. Señor Ramier, no sea tan débil por favor. Dije hacia mis adentros.

—Eh... Oigan, me acabo de acordar que mamá me pidió ayuda con unos documentos ahora que está en cama —reí temiendo que no creyeran mi mentira—. Lo del jugo tendrá que ser después.

Alix y Hadley compartieron una mirada. —Oh... Claro no te preocupes —mencionó Alix—. Espero que tu mamá se recupere pronto.

—Sí, y mándale saludos —añadió Hadley.

Sonreí. —Gracias chicas —las abracé y acto seguido me eche a correr para esconder en un callejón.

—¿Esta es la vez qué, Pixxie? —dije con resignación.

Unidos Somos Fuertes (Chat Noir/Adrien y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora