Unidos Somos Fuertes (Chat Noir/Adrien y Tú)

________ Sancoeur

LA VERDAD DE LA UNIÓN PARTE 3

"Dale Vida A Mi Creación"

París, Francia. Hace 15 años.

—Nathalie y yo hablamos, Gabriel —el hombre habló—, estamos de acuerdo, sé que es peligroso, pero estoy dispuesto a correr ese riesgo.

Gabriel suspiró. —Lo sé, Emilie también está de acuerdo, pero... Leí el grimorio... Lo que hemos podido traducir de él, el Miraculous está dañado, podría hacerles daño a Emilie y a ti —le indicó.

—Lo sé... Y estoy dispuesto a correr el riesgo.

—Mateo... —Gabriel lo miró e hico una pausa—. Bien... Nos vemos mañana al anochecer en el jardín de la mansión de Emilie.

Mateo asintió. —Bien... Todo va a estar bien, Gabriel —le dio una mirada que inspiraba confianza y Gabriel se levantó para retirarse, segundos después, Nathalie entró.

—¿Estás completamente seguro de esto? —le preguntó a su esposo.

—Sí... No lo he dudado por un segundo —afirmó—. Nathalie, si esto es posible... Los Miraculous podrían salvar vidas incluso, a veces lo más antiguo es la solución.

Nathalie dio una pequeña sonrisa, tratando de mostrar su apoyo a su esposo. —Entonces... Te apoyaré, ¿okey? —dijo y le dio un corto beso en los labios.

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Al día siguiente, Mateo fue a Le Grand Paris, estaba en el restaurante del hotel, el cual llevaba poco tiempo de haber abierto.

—Ah, pero si es mi historiador favorito —Audrey se hizo notar apenas entró al restaurante del hotel.

—Audrey —Mateo la saludó con amabilidad.

La mujer sonrió. —Tengo lo que me pediste —mostró una pequeña caja—, fue el más lindo, a la moda y resistente que encontré —abrió aquella pequeña caja, mostrándole un collar dorado con un dije de estrella.

Mateo sonrió. —Es perfecto —mencionó.

—Claro que sí, yo lo elegí —sonrió—, es para Nathalie, supongo —mencionó.

Mateo bajó un poco la mirada pero se recompuso con rapidez. —Gracias, Audrey, sabía que podía confiar en ti para esto —agradeció evitando la frase anterior de la mujer.

—No tienes nada que agradecer, Mateo, lo que sea por uno de mis más grandes amigos —sonrió.

—Creo que debo irme, Audrey, me saludas a André —él mencionó.

Cerró la cajita y salió del hotel para regresar a su casa, encontrarse con Nathalie y ambos partir hacia la mansión de Emilie.

Una vez ahí, entraron. —Vengan, por aquí —Emilie habló con su voz suave.

Los dirigió hacia un estudio y caminaron hacia el interior del mismos, llegaron hasta donde había un cuadro de un bosque, la rubia presionó dos botones y todos comenzaron a descender por medio de un elevador.

Vieron un jardín hermoso, pacifico, había arbustos, los cuales apenas estaban floreciendo, salieron y comenzaron a caminar por el puente de metal.

Gabriel ya los estaba esperando, cuando llegaron, todos guardaron un poco de silencio.

—¿Están seguros de que quieren hacerlo? —Gabriel preguntó.

Mateo volvió a asentir. —Lo estoy... —dijo.