XVI

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Y ahora se encuentran allá arriba, observando desde lejos todo lo que hago, les pido perdón por no poder hacer que se quedarán más tiempo. Los extraños, más o igual que le día que supe que ya no estaban y así será por el resto de mi vida. Descansen en paz pequeñas partes de mi vida, y les prometo que al momento de llegar serán a las primeras almas que buscaré. Mientras tanto visítenme en mis sueños, vengan a contarme cómo les va en el cielo y denme un abrazo cálido, que me hacen mucha falta.

KAVITĀ © #1 [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora