LVI

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El plan de mi vida era simple hasta que llegaste y todo me cambiaste.

Cambiamos mi odio por amor.

Cambiamos las lágrimas por sonrisas.

Pero mi corazón de hielo aún no se derritió.

Tomaste mi corazón y te lo llevaste sin darte cuenta de que al distraerte el tuyo también me lo robe.

Me di cuenta que tu corazón estaba herido así que decidí cuidarlo y sanarlo con el poco amor que tenía para darle.

Pero un día me llamaste y me dijiste que sentías frio.

Te dije que era normal porque mi corazón antes estaba hecho de agua y eso se demostraba al verme los ojos llorosos.

Pero que un día decidí convertirme, decidí dejar de sentir y se congelo por mi propia decisión.

Así ya no hubo tristeza.

Te dije que si ibas a quedártelo que lo mantuvieras frio, que no se derritiera porque me iba a dar cuenta cuando de mis ojos el agua lloviera.

Y así sellamos un trato.

Cumplirías con lo mío.

Y yo no lastimaría nunca tu corazón.

Espero lo cumplamos porque de no ser así nos quedaremos con el corazón del otro y ese se convertirá en el nuestro.

KAVITĀ © #1 [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora