LXVII

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En la orilla del mar, donde el sol se refleja, se encuentran unos ojos que el brillo refleja, en el azul del cielo y el mar sereno, donde el bonito reflejo es un juego ameno.

En el reflejo del agua brilla la luz, mientras los ojos contemplan con gran virtud, el sol que se esconde tras el horizonte, pintando el cielo con colores de monte.

Los ojos brillantes como estrellas en la noche, contemplan el sol con gran derroche, reflejando su belleza en cada ola, mientras el agua danza en su aureola.

El sol y el agua se funden en un abrazo, mientras los ojos contemplan con gran escaso, el bonito espectáculo que la naturaleza crea, en un reflejo mágico que el alma llena y recrea.

KAVITĀ © #1 [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora