Casual Affair | Hannigram

Hannibal Lecter

Will había tenido una noche horrible, y eso lo ponía de malas.

De hecho, tener una noche horrible no era algo poco común para él, pero cada vez que tenía una su humor se veía afectado durante todo el día. ¿Pero qué es lo que le había molestado tanto a Will como para no poder conciliar el sueño en toda la noche? Bueno, la respuesta era simple.

Will Graham estaba molesto con él mismo.

De hecho, molesto era la forma amable de decirlo. Más bien, estaba a punto de tirarse de un quinto piso.

Había arruinado la transmisión de anoche, en verdad lo había hecho.

Bueno, en teoría, aquel show fue uno de sus mejores, pues rebasó su propia cuota e incluso ganó seguidores nuevos, pero aquello no podría importarle menos.

Graham estaba afectado por el mensaje que Johann le habían mandado después de la transmisión:

"No quiero ver que hagas otra transmisión usando mi camisa. Sólo yo puedo verte con ella."

¿Qué demonios sucedía con él?

Es decir, por un momento Will pensó que Johann era lo suficientemente inteligente como para reconocer que esa transmisión estaba dedicada a él.

Usando su camisa, llamándolo esposo, y estando tan excitado mientras pensaba en él, ¿de dónde sacaba el derecho a enojarse?

Lo que más le molestaba es que no había contestado sus mensajes, y Will jamás se había visto en la necesidad de revisar su celular cada media hora sólo para poder verificar si su benefactor se había dignado a contestarle.

Pensó en borrar sus mensajes. Lo seis mensajes que había enviado. ¡Dios! ¿Es que podía ser más patético?

"Jo:( lo siento, jamás pensé que te enojaría."

Releyó el primer texto, rememorando la angustia y la ansiedad que le invadieron la primera vez que leyó el mensaje del hombre. Desnudo, patético, temblando por los nervios mientras se aferraba a la camisa del hombre en busca de que su aroma lograra calmarlo un poco.

"Lo lamento, no se repetirá."

Trató de cambiar la estrategia, pensando que había sido muy vulnerable desde el inicio.

"Por favor, puedo explicarlo. Lo hice pensando en ti."

Bien, ahora había sonado desesperado.

"Jo:( por favor, deja que te explique, ¿sí? Sólo quise usarla para que pudieras verme. Nunca fue mi intención hacerte enojar."

A Will se le revolvía el estómago de sólo leer lo que había escrito durante su pequeño ataque de ansiedad a mitad de la noche.

"¿Qué puedo hacer para que me perdones?"

Aquello había sido arriesgado, pero Johann aún no había contestado.

Se preguntó a sí mismo porqué se sentía tan desesperado por obtener la validación y el perdón de su benefactor. Quizás era el dinero, pero Will sabía que el factor monetario había pasado a segundo plano desde hace un tiempo.

En verdad le agradaba Johann, y de alguna forma, temía perderlo.

"Lo lamento, entiendo si no quieres hablar conmigo."

Tragó con pesadez, apartando el celular de su vista al ver que habían pasado horas y aún no había una respuesta.

Estaba siendo irracional.

No podía dejar que aquello le afectara, pues Johann no sería ni el primer ni el último cliente que decidiera dejar de apoyarlo de forma repentina.

Ya había pasado con Frederick.