Bedelia Du Maurier

2.9K 282 81
                                    

El doctor Frederick Chilton era una persona desagradable, o por lo menos así lo describiría Hannibal.

Sabía que engañaba a su esposa, malcriaba a sus hijos y en general se comportaba de forma desagradable y maleducada con sus pacientes. Cuando alguna persona increíblemente grosera llegaba a su consultorio, el doctor Lecter lo refería con Frederick, pues era fiel creyente de que toda la basura debía ir en un solo lugar.

Aunque el doctor Chilton no fuera de su agrado, Hannibal mantenía las apariencias, pero en el momento en el que el lituano se enteró de la existencia de doggylover, eso cambió.

A través de las primeras transmisiones a las que ingresó, Lecter comprendió que había alguna clase de relación entre Nicholas y Frederick, lo cual no podía soportar. ¿Cómo alguien tan perfecto como su Nic podía caer ante los "encantos" de alguien como Chilton? Las risitas, los suaves "Oh, Fred" y la manera en que el chico parecía agradecer más de la cuenta cuando Frederick donaba dinero, sin duda era de mal gusto.
Bueno, probablemente el chico solo estuviera buscando el dinero de su colega, pero no podía lidiar la idea de su ángel mezclándose con alguien tan patético como lo era Fred. Oh, claro que Hannibal se encargaría de arreglar ese pequeño desperfecto.

Lo único que necesitó fue una cámara oculta en el consultorio del doctor que grabara el momento exacto en el que se toqueteaba con una de las transmisiones del joven. Después, con uso de un correo anónimo, envió la evidencia a la esposa de Frederick y a ese idiota, el resto, por supuesto, era historia, pero estaba feliz de no ver su nombre de nuevo en las transmisiones de su estrella.

———

Hannibal pensó que lo mejor sería que Will ya no vendiera contenido en internet, y aunque el menor se mostró un poco renuente al principio, después le otorgó la razón al comprender que para este punto ya no necesitaría el dinero. Si bien Graham no estaba del todo contento con vender videos de su cuerpo en la web, tampoco le suponía un gran problema. Por supuesto que dejarlo pareció escandaloso al principio (pues era su mayor fuente de ingresos), pero después de pensarlo bien, aceptó, debido al descanso que le traería el ya no tener que hacer transmisiones.

Lecter le ofreció solventar gastos de la universidad, y por supuesto que también le ofreció a vivir con él. Aunque Will aceptó a regañadientes lo primero, la segunda propuesta aún estaba en veremos.

—Creo que voy a subir un mensaje avisándoles que he terminado con las transmisiones. Pienso que es la mejor manera en la que puedo terminar esto, ¿no crees? — le comentó una mañana, mientras ambos desayunaban en el departamento del mayor.

El estudiante revisaba en su celular el borrador que había escrito para hacer aquella publicación, mientras se encontraba sentado en la barra de la cocina esperando pacientemente por el desayuno.

Hannibal volteó los panqueques que tenía en el sartén, satisfecho con lo esponjosos que habían quedado. En esta ocasión había decidido incorporar yogurt griego a su receta original para la masa, y sin duda había quedado tan especial como creía que lo haría. Solo lo mejor para su querido Will.

El desayunar panqueques y huevos con tocino había sido idea de Will, y claro que Lecter le habría complacido con cualquier cosa que le solicitase.

—Puede ser, sí. Aunque si me lo preguntas a mí, preferiría el plan que diseñe y te compartí ayer por la noche.

Aquel comentario hizo que se ganara una mirada de mala gana por parte del estudiante, él solo sonrió con travesura.

—No voy a dejar que me folles durante una transmisión, Hannibal.

Casual Affair | HannigramDonde viven las historias. Descúbrelo ahora