Prólogo

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Apartó suavemente las piernas de su novia, liberándose de su agarre. Se movió hasta levantarse de la cama que compartía aveces con ella a regaña dientes. Era ridícula la manera en la que necesitaba de t/n tan desesperadamente.

—Vuelve a la cama -Murmuro adormilada.

—Tengo que ir a resolver unos asuntos -Habló, cambiando el pantalón de dormir que tenía por ropa casual y oscura.

—¿Puedo ir? -Se sostuvo de su codo, levantando un poco su cuerpo para observar a Yoongi.

—No, puede ser peligroso -La seriedad en sus palabras hacían prueba de ello pero luego de que saco un arma de uno de los compartimientos y la cargaba ya no estaba tan segura de que solo sus palabras lo aprobarán.

—Ten cuidado, ven a darme un beso -Lo atrajo suavemente.

Él no se hizo de rogar, de inmediato fue a su lado de la cama y se inclino para dejar un piquito en sus labios.

—Suerte -Susurro contra sus labios antes de dejar otro beso.

****

Salió del departamento de su novia y montó su deportivo en dirección a uno de los barrios más peligrosos de la ciudad, justo donde algunos de sus negocios se llevaban a cabo. Aunque está vez no recurriría al lugar por negocios. 

Hace unas semanas que había comenzado otro año aunque los retazos de el invierno seguían azotando la ciudad. Hacía frío. La construcción de la mansión había iniciado, aquella mansión que sería el hogar de ambos pronto, además, le pediría matrimonio. 

Su mujer a mitades de ese año iba a graduarse así que pensaba en soltar la bomba ese mismo día, la casa estaría lista para ese tiempo y sería justo un mes antes de su aniversario y quien sabe, quizás podrían casarse el día de su aniversario.

Habían hablado anteriormente de vivir juntos pero él no podía abandonar sus responsabilidades y ella no podía vivir a casi dos horas de la universidad en medio de la nada. Era tedioso pero siempre encontraban alguna manera de verse. 

Comprar otra casa gigante no tendría nada de sentido para él, por lo que compró un terreno alejado de la ciudad y mando a construir un castillo para su reina.

—Esto es asqueroso -Dijo entre dientes.

Ingresó al bar de mala muerte lleno de gente. Esquivando tanto como podía. A pesar de que intento recuperar algunos recuerdos suyos emborrachándose y drogándose en un lugar parecido hace como ocho o diez años atrás no pudo, nada le quedaba.

—¿Donde está? -Cuestionó mordaz a quien le había dicho que el hombre que buscaba se encontraba en el lugar.

—En la barra, ese hombre de cabello largo y descuidado. Tiene algunas copas encima por lo general solo se sienta allí hasta que lo sacan -Asintió sin abandonar su típica cara de poker.

Camino poco más hacía la barra con la mirada puesta en su objetivo. Naturalmente, se sentó a su lado y pidió un trago.

—Vaya, no esperaba verte de nuevo -Miro a su lado ligeramente.

Aquel hombre no era ni la sombra de lo que era hace tantos años, cuando apenas había tenido quince. Apenas podía recordar.

—¿Sungmin? -Recibió su trago, dándole un sorbo largo.

—El mismo, aunque no del todo. La vida se me ha ido de las manos hace un tiempo -Podía verlo.

Tenía ojeras, no parecía que hubiera recibido un buen corte de pelo hace un tiempo y su ropa estaba algo desaliñada.

—¿Qué ocurrió? -Cuestionó, es curioso, es precavido con sus intenciones,

—Hay un punto en el que dejas de vivir y simplemente, sobrevives -Divagó un poco, casi perdiéndose en sus pensamientos pero luego volvió con él, casi enseguida-. Haz crecido bastante, al parecer, alguien ha elegido vivir en vez de sobrevivir -Frunció ligeramente el ceño, ladeando un poco su cabeza.

Cuando vives lo haces por que quieres, por que eres feliz.

Cuando sobrevives lo haces por que no tienes nada más sin embargo, eliges quedarte para esperar un mañana mejor.

—¿Qué tanto sabes de mi, Sungmin? 

—Nada. He abandonado todo, no queda más que esto y elijó creer en mis palabras por tu mirada. La primera vez que te vi -Soltó aíre-. Vi tanto odio en ti, en esa mirada parecida a la de tu madre. No vi más que otro peón de Hajoon pero ahora, no veo nada negativo en ti. Tu mirada es más suave, libre de cualquier emoción mala, libre de lo que antes te apresaba.

—Hajoon murió -Le hizo saber.

—¿Quién fue capaz? -Cuestionó burlón, bebiéndose su cerveza de un trago.

—Yo. Lo hice porque descubrí que él mato a mi madre, no soy su hijo de sangre y tú lo sabías todo -Reprocho.

—Prometí no decir lo poco o mucho que sabía. Al parecer no tiene sentido, ¿No? Tu padre biológico también fue asesinado por Hajoon -Yoongi asintió lentamente en reconocimiento-. Él destruyó todo antes de que pudieras ver la luz por primera vez.

—Eso ya no me afecta, estoy bien ahora -Quiso cambiar de tema.

—Lo siento, quizás si yo...

—No -Lo interrumpio-. Nadie hubiera podido hacer nada, Hajoon estaba desquiciado. Si te metías probablemente no existirias en este momento.

Era cierto, era por ello que jamás pudo mover ni un dedo, Jiyeong se lo había dicho, como también le había dicho que se cuidaría de él. Que ingenua había sido, ella misma fue capaz de colocar la soga en su cuello desde la primera palabra que se digno en cruzar con alguien tan despreciable.

Aún recuerda al padre biológico de Yoongi, a pesar de que su nombre era un recuerdo borroso en su mente. Había sido un hombre de lo más amigable y cálido, que tenía la esperanza de hacer a Jiyeong su esposa.  

Lastimosamente solo había alcanzado a darle el anillo y poco después, su cabeza siendo enviada en una hielera a las puertas del bar que alguna vez fue suyo.

—Me hubiera gustado conocerlos -Confesó con un tono de voz suave, casi en un murmullo.

—Ambos querían estar juntos eternamente, querían irse a donde nadie molestara y ser felices contigo -Ante las palabras de Sungmin, Yoongi cabeceó ligeramente.

—Gracias. 

—¿Por qué? -Cuestionó Sungmin.

—Por contarme todo eso. No llegue a conocerlos y escuchar algo de ellos llena ese pequeño vació en mi corazón.

—Es lo mínimo que puedo hacer luego de que hice tan poco. Cuéntame, ¿Aún sigues en la organización? -Yoongi asintió lentamente.

—No puedo dejar todo así de fácil aunque lo deseara.

—¿Y eso por qué? -Fue curioso-. ¿Algo en especial? -Yoongi sonrió.

Entonces su novia inevitablemente invadió todos y cada uno de sus pensamientos.

Continuará.

Continuará

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Just you and me|| MYG [T.3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora