Just you and me|| MYG [T.3]

Capítulo 14//Toda una vida

Los siguientes meses transcurrieron con tranquilidad, entre amar muebles y decorar la casa al gusto de su esposa. Él era extremadamente feliz cuando ella lo alagaba por armar un simple mueble o cuando lo movía donde ella quisiese o donde mejor pensaba que quedaría, aunque tuviera que moverlo tantas veces hasta que ella estuviera conforme, no le importaba con tal de ver la sonrisa en su rostro.

Al finalizar el quinto mes pudieron saber el sexo de su bebé, una dulce niña estaría acompañandolos en menos de cuatro meses. Habían estado felices, ella había llorado y él también, una vez habían llegado a su hogar por que jamás se podría mostrar débil ante gente ajena a él aunque su esposa había llorado a moco suelto desde que llego a la clínica y no paro hasta que de regreso se detuvo en una tienda y le compro helado con galletas.

Hasta entonces se limpió las lagrimas y se engullo el bote de helado mientras hablaba y hablaba de todo lo que quería  y debían comprar para la habitación del bebé. A pesar de que su chachara fuera algo confusa él puso toda su atención sobre ella para anotar mentalmente todo lo que su esposa decía.

—Entonces yo digo que podríamos poner muchos lazos rosados por todos lados, el cuarto pintado de rosado pastel -Habló su esposa.

Él asintió estando de acuerdo en todo, sabía de algunas cosas pero de otras como los artefactos que se utilizarían para la bebé no sabía mucho.

Su vida normal como pareja había fluido bastante bien a pesar de la ansiedad que atormenta a Yoongi cuando todo está excesivamente calmado y es que, los días habían sido así, calmados, quizás un poco ajetreados entre preparar la casa para su nueva familia y las exigencias de su esposa pero nada que no pudiese manejar, todo era fácil y hasta se llego a preguntar si algún día lo tomarían con la guardia baja.

Él en la ciudad que lo vio nacer también lo había visto morir, no existía y dudaba que sus enemigos quisieran darle mil vueltas al asunto hasta dar con él y la familia que quería formar.

Por ello, él conservo un arma consigo, no era mucho pero hasta que supiera donde hallar más armamento no se volvería loco por conseguirlo, primero su esposa y su bebé, debía dejar un poco atrás la idea de que iban a emboscarlo de la nada.

Y mirando a su esposa mientras habla, observando sus labios moverse y sus ojos brillando, coincide en silencio que ella siempre es y será su punto de calma, ahora que la ve siente que todo se va. El alivio llega a su cuerpo luego de los pensamientos negativos y el posible pánico que empezaba a embargar sus entrañas.

No había sabido nada de los chicos desde hace meses y aunque aveces los extrañase todo se trataba de un pequeño sacrificio para obtener la vida que siempre quiso.

En el séptimo mes del embarazo la casa estuvo totalmente lista, era la casa perfecta según su esposa ahora que ya estaba totalmente decorada. La habitación de la pequeña bebé también estaba lista, llena de rosado y decoraciones de lacitos y flores, una cuna blanca tallada con diseños de ángeles.

La felicidad absoluta estaba entre sus manos, solo tenían que tomarla con firmeza para sentir su plenitud.

Luego de pasar el octavo mes con mucha dificultad gracias a la gran panza de embarazada que tenía. Le pesaba un montón y además los pies se le hinchaban todo el tiempo, ya no podía caminar distancias largas ni tampoco podía hacerlo rápido, los días se habían vuelto difíciles pero nada que no pudiera superar con la ayuda de su marido que parecía más un enfermero personal que su esposo.

Una noche mientras él le preparaba la cena, ella mataba el tiempo haciendo pinturas de diamantes que le había comprado su esposo para que pudiera ocuparse en algo ya que hace ya un mes que no iba a trabajar o asistía a los asuntos de la empresa familiar, Yoongi se ocupo de todo por ella sin problemas.