—Jodida mierda -Gruñó harto, subiéndose al vehículo negro que le pertenecía.
Se desajusto la corbata y la arrojo donde fuese a parar, importándole muy poco aquello, con las manos puestas en el volante infló su pecho con aire y luego de unos segundos lo dejo salir todo. Queriendo que la negatividad y sobre todo el enojo abandonará su sistema, odiaba llegar a su casa con asuntos que lo llenaban de furia a causa de el trabajo, tenía unos dos meses y medio en su nuevo trabajo en una constructora.
Estaba experimentando aquello que era explotación laboral, todo por que tenía curiosidad de un trabajo como cualquier otro lejos de la ilegalidad y los ojos sobre la nuca, uno nunca sabía cuando podían cortarle el cuello de un solo tajo.
Pero incluso habiendo vivido las peores situaciones durante toda su vida la explotación laboral no pensó que le afectaría, no era nada, simplemente algo de la vida cotidiana que una persona normal vive de vez en cuando pero era frustrante ver como desvalorizaban muchos de sus trabajos echos por él mismo y le daban crédito a otro, ganas no le faltaron de sacar la glock que tenía escondida en la guantera y empezar a dar tiros entre ceja y ceja.
Sin embargo, eso no tenía cabida en su nueva vida. Ni siquiera su esposa sabía que tenía armas en la casa ocultas, si lo sabía quizás intentaría practicar tiro con su cuerpo y eso era algo que lo tenía aterrado, no por un simple tiro, la bala se sacaba y el cuerpo se curaba pero la mirada molesta de su esposa era algo que no podía soportar, lo hacía ver como un niño pequeño y así mismo se sentía, lo odiaba, no le gustaba que ella se molestase con él.
Giro la llave en la ranura y prendió el auto, sin ánimos de quedarse ni un segundo más en ese lugar. Quería la calma de su hogar, lo necesitaba, necesitaba ese olor a coco embriagante de su querida esposa y las sonrisas de su pequeña.
Intento conducir a la máxima velocidad permitida, no extrañando las veces que conducía incluso aún más rápido para escapar de quien sea que estuviera detrás de su cabeza en medio de una persecución. Después de un año y medio lejos de todo lo ilegal ni siquiera recuerda los pecados que cometió, no recuerda las acciones que ejecutó para que su cabeza tuviera un precio gigante en su tiempo. Solo acató y mató, lo hizo en masa, tantas veces que estuvo acostumbrado.
Tantas veces que lo olvido.
Agradeció no estar atormentado por sus demonios, todo los días lo hacía, cada que veía la sonrisa de su pequeña con algunos dientes daba gracias a quien fuera por tener la vida que ahora tiene, las ama a las dos, esposa e hija. A pesar de que no merezca vivir con tanta paz, intenta redimirse cada día.
Así mismo se lo ha propuesto y así mismo lo ha cumplido.
Volvió a tomar otra bocanada de aire antes de bajar del auto, con menos ganas de tomar su portafolio a pesar de que sabe que al día siguiente estará buscándolo como loco por no recordar su ubicación.
—Me vale una mierda, renuncio -Se dijo a sí mismo, cerrando la puerta del carro con fuerza moderada-. Ni que necesitará ese trabajo mediocre, tengo suficiente dinero como para comprar esa puta empresa.
Camino a la casa con postura medio tensa, saco las llaves y la abrió. Una vez dentro volvió a cerrarla con cuidado, camino poco más y estuvo en la sala. Desparramándose en el sofá y sorbiendo el olor a coco que conservaban los muebles. Aunque mejor hubiera sido sorber el olor directo de el cuello de su querida esposa mientras se hunde en ella hasta en fondo, arrancándole gritos y gemidos de esa hermosa boquita a la que era adicto.
Ahogo un pequeño grito contra los cojines.
—Ehhm, paaa -Escuchó los balbuceos cada vez más cerca de su ubicación.
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Just you and me|| MYG [T.3]
Fanfiction«TERCERA TEMPORADA DE "Just you and me"» ✨[Se recomienda ir a leer la primera y segunda temporada en caso de que le interese leer esta historia]✨ ●❯─❛❛𝐒𝐢𝐦𝐩𝐥𝐞𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐭𝐮 𝐲 𝐲𝐨❜❜─❮● ☁︎────────────────☁︎ Cuando pensaron que todo había acaba...