Just you and me|| MYG [T.3]

Capítulo 2//El plan

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No sé exactamente cuanto tiempo ha pasado desde lo que ese maldito me hizo. Mi cuerpo duele y las heridas abiertas escocen en mi piel como si hubiera fuego en ellas, duele mucho y ante cada espasmo que da mi cuerpo al sollozar solo me provoca más dolor.

Jamás pensé que de todas las personas que existían en este mundo él sería capaz de hacerme esto. 

Desde pequeños fuimos tan unidos pero el tiempo lo ha dicho todo y creo decir que no me sorprende en lo que él se ha convertido, el mismo Yoongi me lo advirtió y fue por eso que jamás volví a recorrer las mismas rutas en las que me lo encontraba de casualidad.

Ahora creo que ya no fue obra de la casualidad, él debía estar planeando esto desde hace tiempo.

Y más que el daño físico está el mental.

Todo de mi gira al rededor de el acto de hace unas horas atrás, me siento asquerosa y sobretodo culpable. No estoy pensando nada bien y estoy segura que enloqueceré si sus asquerosas manos vuelven a tocarme.

Lo odio.

Mi cuerpo duele tanto.

Estoy bañada en lagrimas, sangre y en sus miserables fluidos pero no tengo las fuerzas para levantarme y limpiarme, aunque lo haga estoy segura que seguiré sintiendo sus desagradables caricias en mi cuerpo.

He llorado demasiado y mis ojos lo recienten.

Estoy echa un desastre, lo único que quería era que Yoongi entrará por esa puerta y...

Quizás él ya no me quiera de esta manera. No lo sé yo con certeza pero pensarlo hacía que mi corazón se apretujara a más no poder. Entonces solo quiero acabar con el dolor que me atosiga, debía escapar pero ¿Cómo luchar cuando él me había rotó?

Me siento tan sucia.

Entre mi llanto apenas puedo escuchar el chirrido de la puerta.

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—Mi amor, debes ir a tomar una ducha. Colócate esto, nos vamos a otro lugar -La orden llega sus oídos pero no es capaz de moverse.

Niega, no quiere ir pero él la obliga utilizando la violencia. Jalando de sus muñecas magulladas como todo su cuerpo, apenas es capaz de mantenerse de pie cuando la saca de la cama a rastras. Todo arde y duele.

—Detente, por favor, me duele -Rogó en medio del llanto.

—Tu me obligas a hacerte daño, todo esto es culpa tuya, que esté tan malditamente loco es tú culpa. Lo vas a pagar.

La arrojo a contra el frío suelo del baño. Su cabeza se golpeo con tanta fuerza que la hizo marearse. El sonido de algo metálico cayendo le hizo saber que estaba quitándose el pantalón pero el cuerpo le dolía tanto y la cabeza le daba tantas vueltas que nada pudo hacer.

La penetro con fuerza hasta el fondo. La sensación de incomodidad y ardor en extremó doloroso la hizo soltar un grito de dolor, inútilmente intento golpear su pecho y empujarlo pero ahora no le hacía más que cosquillas ante su nula fuerza.

Sus heridas sangraron una vez más.

—Por favor, ayuda -Habló entrecortadamente entre el llanto que no parecía cesar.

De un momento a otro fue cargada y llevada a la ducha, donde la estampo y la sometió contra la pared. Un dolor agudo se expandió por toda su espalda, hasta ahora el dolor en su sexo y el de la espalda eran los que estaban ganando la lucha.