Just you and me|| MYG [T.3]

Capítulo 8//Hacia el vacío

Al día siguiente su traslado a la casona fue un echo. 

Ella estuvo de acuerdo al cambio ya que estaba harta de el hospital, sus paredes y el olor le recordaban el por que estaba allí, aún sin estar totalmente curada aceptó apenas Yoongi se lo propuso.

Así que luego nadie pudo negarse a ello, de camino a la mansión que legalmente era suya y que Yoongi le había regalado sintió mucha nostalgia, recordando los momentos en los que fue plenamente feliz junto a él mientras ignoraba las miradas de compasión y lastima de la servidumbre. Nada de eso le servía, a pesar de que en cualquier momento hubiera devuelto esas miradas con una mirada asesina. No le gustaba la lastima de nadie.

—Estás temblando. Mírame, inhala y exhala -Asintió y así lo hizo.

Volver a donde sería su nuevo hogar luego de casarse no fue tan bueno como lo pensó, al menos se sentía un poco más en calma, sabía que estaba a salvo y definitivamente lo estaría pero había algo en su cabeza que no le daba tregua.

Ahogo un grito y apartó las manos de las de Yoongi, quemaban mucho al punto del dolor, así era el tacto de Yejun. 

No, su mente pensó, sus ojos vieron, su piel sintió a Yejun pero no estaba allí.

Era Yoongi, mirándola con tristeza, amor y desesperación por no saber que hacer para borrar todo de un chasquido.

Luego de esa escena en el vestíbulo de la casa, Yoongi se aseguro él mismo de su comodidad y tranquilidad, la trato como si fuera un cristal delicado, recostándola en una cama gigante con muchos peluches y rodeada de sus dulces favoritos. No la dejo sola hasta que ella se durmió y cuando se despertó en la noche las cocineras le prepararon de comer su comida favorita. Pudo comer en la comodidad de su cama y al terminar retiraron todo.

—¿Desea algo más, señora Min? -Ya la llamaban así desde que se comprometió con Yoongi, aunque en este momento no tenía fuerzas para corregirlas y que la tutearan.

—No, gracias.

Pidió estar sola y no preguntó por la ausencia de Yoongi ya que quería respirar un poco pues de pronto se sintió un poco agobiada. En la soledad de su habitación, leyó un poco y luego configuró su celular nuevo el cual había perdido en medio del secuestro, cuando no tuvo mucho que hacer los recuerdos la inundaron con facilidad, haciéndola sentir terrible, haciéndola llorar y gritar contra la almohada de la rabia y tristeza que sentía.

Que lastima por ella.

Fue al baño casi corriendo y envuelta en lagrimas, se quito la ropa con desesperación, jaloneando y rompiendo algunas prendas en el proceso, de la nada sintiendo aquellas manos asquerosas sobre su cuerpo una vez más. No le importo en lo absoluto dejar la ropa echa girones, solo quería meterse bajo la ducha y quitar toda la suciedad de su cuerpo, quitar las manos que estaban tocándola.

Giró la llave al agua fría y tomo un estropajo. Talló con fuerza. Talló hasta que su piel se abrió y ardió. Talló, llorando y gritando con aquellas escenas horribles reproduciéndose en su cabeza, una y otra vez, sin dejar de sentir la sensación de su piel siendo tocada por ese malnacido. Talló, piernas, cuello, brazos y torso con tanta fuerza que el agua tintó carmesí.

Estaba en una especie de trance, lleno de dolor, lleno de...

Aún se sentía sucia. Él aún estaba tocándola.

Talló, con el agua y las lagrimas nublandole la vista.

Sin poder disminuir aquella sensación de él tocando su cuerpo, salió de la ducha, gritando y desesperada, envolviendo apenas una toalla blanca que en algunas áreas empezaban a hacerse manchas carmesí. Coloco sobre su cuerpo cualquier cosa y salió corriendo de la habitación.