Sentimientos de letras azules

Orquesta

Escribo esto para recordarlo siempre, para enmarcar de manera intangible e inmutable lo que sucedió hoy.

Una cita hermosa como todas pero hoy tuvo un toque especial que quiero recordar siempre, el sabor que mi boca tiene y el cosquilleo en mis manos.
Busque el momento perfecto para decírtelo, esperando que el lugar donde estábamos quedará vacío, y al instante me entendiste, te burlaste y creíste que bromeaba pero al segundo donde la oportunidad se presentó di el primer paso y no había forma de que me arrepintiera. Porque mi corazón latía de una forma en la que nunca lo había hecho, porque se quería salir de mi pecho.

Y sé que no tenías ni idea de lo mucho que te anhelaba, de lo mucho que quería besarte, decidí no decirlo y solo hacerlo, me acerqué a ti estando pendiente de que nadie se diera cuenta y te besé, después de un largo tiempo donde no dejaba de pensar en ello.
Mi cabeza se perdió completamente, comencé a sentir como una fiebre inundaba mi cuerpo hasta que ya no tenía control sobre lo que hacía porque te quería cerca mas que nunca, porque no quería desaprovechar la oportunidad, tu respiración tan cerca de la mia, tu aliento caliente resonando hasta mi alma, tus manos tomando mi rostro, diciéndome que eras mía, que fuera con calma, qué tu también lo querías, que me querías.

El tacto de tu piel en mis manos, mientras un beso con respiros entrecortados estaba sucediendo, las respiraciones luchando entre si, el espacio tan pequeño donde estabamos y tus ojos pidiéndome más

Dejé tu boca, para situarme en otro lugar para hacerte sentir bien, atesore cada detalle de tu cuerpo, lo caliente que se sentía y como reaccionaba a cada rose, y cuando mire tu rostro sabía que esto era justo lo que queríamos, pose mis labios en tu piel y el pequeño lugar se convirtió en un auditorio con una orquesta, cada instrumento haciendo su parte, cada nota de la partitura flotaba en todo el lugar, tu voz, de una manera meliflua resonando en mis oidos, en cada pared, cada cuerda que sonaba de los violines que sonaban detras de tu voz estaban haciendo que las notas estallaran, podia controlar el sonido del teclas del piano, los instrumentos de viento también hacían su trabajo, manejando el volumen a su antojo, mezzoforte a forte, en cressendo, haciendo de tu voz, la tónica de mi melodia, partiendo de tus jadeos cada instrumento de la orquesta.

Mis manos controlando cada instrumento, un allegrato de tempo, aplicando asi un decressendo en la melodia, un solo de violín tranquilo, al vaivén de la respiración liviana que brotaba desde tu pecho.

El sabor dulce de tu piel y de tu boca, tu respiración en mi oído, el abrazo tierno que me diste al terminar, tu risa chiquita al caer en cuenta que había gente afuera, los besos cortitos del final, nuestra respiración y tu blusa desordenada al igual que tu cabello.

¿Qué puedo hacer, cariño?

Nos convertimos en un desastre, y nuestro placer en una orquesta.

~Armonía