Capítulo 6: GP de España

262 14 28
                                    

Otra sorpresa que nos tenía Carlos era la oportunidad de ver la carrera de Barcelona en primera persona. Así que en este momento nos encontrábamos en el circuito de Montmeló, subiendo las gradas para llegar a nuestros asientos. Clara nos guiaba a Cande y a mí, ya que nosotras nos parábamos cada segundo a observar todo a nuestra alrededor; las dos estábamos muy emocionadas, era un sueño hecho realidad y teníamos la piel de gallina de los nervios. Cuando la castaña por fin consiguió que nos sentásemos, empezamos a hablar de lo que podía pasar en esta carrera: Carlos empezaba cuarto, mientras que su compañero empezaba sexto y Alonso saldría quinto.

 La salida fue espectacular, tanto por la lucha entre Hamilton y Verstappen como el genial adelantamiento a Carlos en la recta y luego a Bottas en la curva número cuatro. En la vuelta cuarenta ocurrió lo inesperado, empezó a a salir humo de la parte trasera del coche número 44 mientras el mismo disminuía la velocidad para acabar por pararse a un lado de la pista. Este incidente provocó una bandera amarilla y que el safety car saliese a pista durante tres vueltas, cuando entró al pitlane los coches se prepararon para acelerar. El resto de la carrera transcurrió normal, hasta que a falta de 15 vueltas, Max Verstappen tuvo que entrar a box por el desgaste de sus neumáticos, lo que nadie se esperaba era que no todas las ruedas estaban preparadas lo que hizo que la parada del holandés se alargase ocho segundos más de lo debido, esos ocho segundos que le otorgaron a Fernando Alonso la primera posición y una ventaja de diez segundos cuando el anterior líder de la carrera salió de boxes. Aunque el piloto de Red Bull se fue acercando al asturiano, no tuvo suficientes vueltas para recuperar la posición. El A521 de Fernando Alonso pasó la curva dieciséis y el tiempo se ralentizó, Cande y yo nos miramos mientras nuestro piloto favorito se acercaba a la línea de meta, cuando ondearon la bandera de cuadros mi amiga y yo levantamos la bandera de Asturias y gritamos como locas. Había pasado tanto tiempo desde que el asturiano ganaba un gran premio por última vez que nos parecía irreal, me trajo de vuelta a aquellos días en los que iba con Candela y veíamos a Alonso correr en Ferrari mientras cantábamos "El Nano" de Melendi a todo pulmón saltando en el sofá de su casa.

Carlos vino a buscarnos para llevarnos a la celebración del podio, él había acabado cuarto pero consiguió un punto extra por marcar la vuelta rápida. Parecía un sueño ver al número 14 subir al primer puesto y ver detrás la bandera española en lo más alto, cuando acabaron los himnos Fernando nos divisó entre la multitud y al ver la bandera que cargábamos nos hizo una seña para que se la acercásemos, cosa que intentamos pero por razones obvias de altura no conseguimos. De repente noto que Candela empieza a volar, no literalmente pero cuando me giro veo a cierto piloto monegasco sujetando a mi amiga de la cintura y elevándola para que le pudiese dar la bandera al asturiano, el cual se la colgó de los hombros para luego abrir la botella de champán y rociar con ella a los otros pilotos.

Ahora nos encontrábamos a las afueras del circuito esperando a por Carlos, ya que nos había dicho que teníamos que hablar. Mientras tanto Clara hablaba con sus padres y yo insistía a Cande para que me explicase lo ocurrido unos momentos antes.

-¿Entonces? - le pregunté.

-¿Entonces qué?- dijo confundida.

-No sé- fingí pensar-en mi día a día la gente no va alzándote por los aires porque sí.

-No fue porque sí, me ayudó a alcanzarle la bandera a Alonso.

-Aha, y ¿por qué no te ayudó nadie más?- insistí- como Carlos por ejemplo.

-¿Y a mí que me cuentas?- dijo intentando ocultar su sonrisa con una cara de indignación- porque le dio la gana a este.

- Pues yo creo que ahí hay segundas intenciones, porque un tío no hace eso porque sí.

Tu refugio | Lando NorrisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora