Tu refugio | Lando Norris

Capítulo 14: Vuelta a la normalidad

15/08/2021

A penas llevábamos quince minutos de vuelo y ya me estaba muriendo de aburrimiento. Clara, que estaba sentada a mi lado, se había quedado dormida nada más la azafata acabo de explicar las instrucciones de emergencia. La castaña tenía su cabeza sobre mi hombro, y ya se me estaba empezando a cargar.

Vi mi oportunidad cuando observé a Carlos levantarse de su asiento para ir al baño y, lo más despacio posible, coloqué a mi amiga contra el respaldo y me levanté de mi sitio. Me dirigí al lado de Lando, donde le correspondía al madrileño, y me senté.

El británico se giró a verme - Pensaba que eras Carlos, ya te iba a felicitar por haber tardado tan poco en volver.

Le sonreí divertidamente - Si no te importa, te voy a acompañar porque mi querida amiga esta durmiendo todo lo que no durmió por la noche y ya me estaba empezando a doler el cuello de ser su almohada.

- Estoy seguro de que es la única escusa lógica que se te ha ocurrido para sentarte a mi lado- dijo mientras me guiñaba un ojo.

- ¿Que peli quieres ver? - ignoré lo que había dicho.

- No sé la verdad, ¿tienes algo empezado?

- Había empezado la de Fénix Oscuro, de los X-men - me giré a verle - ¿quieres verla?

- Conozco la saga, pero nunca he visto ninguna.

Abrí los ojos sorprendida - No te creo Norris, es imposible -lleve una mano a  mi pecho dramáticamente - me vas a agradecer cuando acabes de ver está, es que te vas a enamorar.

Saqué el portátil y los auriculares de mi equipaje de mano y reproduje la película. A los pocos minutos noté un par de golpes en mi hombro.

- Vaya robo a mano armada,- me dijo Carlos- me quitas el sitio y encima traes una película para que el niño no se queje.

- Deja de quejarte y tira con Clara, que según me dijo Lando llevas dormido todo el viaje como ella.

- Claro que estaba dormido, pero en mi sitio- ruedo los ojos ante la inmadurez de mi amigo.

- Todos los asientos son iguales, así que vete a dormir y cierra la boca, que mientras vosotros os tomáis vuestro sueño reparador, Lando y yo vamos a hacer algo productivo con nuestras vidas.

El piloto español levantó sus cejas pícaramente, a lo que yo le di un golpe en el brazo y le señalé el asiento en el que estaba sentada antes. Resopló exageradamente, pero para mí sorpresa me obedeció.

Le seguí con la mirada, y me di cuenta de que tras ellos, Candela y Charles dormían profundamente. "Vaya dos" pensé, nunca había visto a nadie dormir tan plácida y pesadamente como Cande, definitivamente están hechos el uno para el otro. 

Volví mi atención a la pantalla, el chico a mi lado estaba tan concentrado en la película que ni se había percatado de mi pequeña charla con su amigo. A partir de ahí el viaje fue muy tranquilo, de vez en cuando Lando me hacía alguna pregunta sobre los personajes y parecía estar muy atento a mis explicaciones.

Llegamos a Madrid al mediodía, nos bajamos del avión y nos despedimos de Lando y Charles, quienes iban a subirse a otro avión para dirigirse a sus respectivas casas.

- No te veas otra película de esas sin mí- me dijo el británico antes de darse media vuelta e ir hacia la zona de embarque.

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20/09/2021

Ya había pasado más de un mes desde aquellas maravillosas vacaciones, y tristemente la rutina había empezado otra vez. Mi trayecto de mi día a día se basaba en ir de casa a la universidad, de ahí a la cafetería y de nuevo a mi casa a estudiar. La verdad que no lo echaba de menos para nada, pero había una parte buena de todo esto. Lando y yo habíamos mantenido el contacto durante este tiempo, nos escribíamos casi diariamente: él me contaba como eran las cosas por el paddock, los cotilleos y todo lo que no se veía por la pantalla en las carreras; mientras yo trataba de igualar el nivel de sus historias con relatos que narraban mi día a día.