You drive me crazy || RyuRyeong

Capítulo 16

POV: CHAERYEONG

Me despertó el aroma de wafles recién hechos.

Aun me encontraba recuperando la consciencia por lo que me sentí algo perdida al encontrarme en medio de la sala de Lia onnie, sin embargo el sentimiento de confusión duro poco al encontrarme con mi mejor amiga, aun dormida en los brazos de Yeji, quien repartía pequeñas caricias en su mejilla mientras la observaba dormir.

Fue inevitable sonreír ante aquel adorable gesto.

Me levante con cuidado de no interrumpirlas y despertar a Yuna, quien aun seguía profundamente dormida.

Como costumbre, me dirigí hacia la cocina con intención de ayudar a la señora Choi a preparar el desayuno, sin embargo, me encontré con Ryujin, quien se preparaba un omelette como si fuera una profesional. Se encontraba a espaldas mio, por lo que no pudo ver la cara de embobada que estoy segura tenia en mi rostro.

Y es que aun podía sentir el cosquilleo en las puntas de los dedos de mis pies, al recordarla alado mío antes de caer dormida. La noche anterior las cosas entre nosotras finalmente habían mejorado, y aunque en realidad nosotras nunca fuimos amigas, he de admitir que había echado de menos las pequeñas platicas que compartíamos.

No sé cuanto tiempo me habré pasado observándola, sin embargo, Ryujin ya había finalizado con aquel omelette cuando atino a mi presencia. Sentí un pequeño vuelco en el estomago, cuando su mirada se detuvo en mi, y aunque sé que la noche anterior nos habíamos prometido intentar ser amigas, dude un poco antes de sonreírle, gesto que Ryujin devolvió, provocando que ese estupido cosquilleo aumentará.

— Pensé que dormirías un poco más.— fue lo primero que dijo antes de limpiarse las manos en el delantal. — ¿Tienes hambre? Puedo servirte algo si gustas.

— Estoy bien.— dije haciendo que esta frunciera los labios en desaprobación, sentí un cosquilleo en la comisura de mis labios y antes de notarlo si quiera, me encontraba sonriendo.— No suelo tener hambre apenas me despierto, lo prometo.

Ryujin devolvió el gesto dejando al descubierto ese par de hoyuelos en la cima de su mejilla, no dijo nada sin embargo asintió y tomo un par de manzanas del cuenco para comenzar a pelarlas, tomé asiento frente suyo, mirándola. Si hace un par de meses me hubieras dicho que me encontraría viendo a Ryujin preparar el desayuno en pijama, te prometo que me hubiera reído en tu cara.

Por lo que la imagen que tenia frente mío, era tan increíble como fascinante y hasta cierto punto... me gustaba.

— ¿Necesitas algo?...— dijo Ryujin sacándome de mi burbuja. Parpadee y ella regreso su atención a la manzana.— es solo que,  me miraste por un buen rato...

— Oh...— sentía mis mejillas calentarse, tuve que apartar la mirada de ella.— No, lo siento, no me di cuenta de lo que hacía, lamento si te incomode.

— Nunca dije que me incomodará...— susurro Ryujin lo suficientemente bajo como para que solo quedara entre nosotras, la miré y después me dedico una pequeña sonrisa.— En realidad, todo lo contrario bomboncito.

— No me digas así.— le dije tomando la otra manzana, mientras luchaba porque mis latidos no fueran a escucharse por la cercanía.

— ¿Entonces como debería llamarte? ¿Cerecita?.— dijo arrugando la nariz.— es lindo pero ya todos lo usan... o quizá presidenta, tiene carácter.— dijo con una sonrisa juguetona, solo voltee los ojos sintiendo la sonrisa en mis labios presente de nuevo, a este punto ya sabía que solo quería tomarme el pelo.

— Tengo un nombre ¿sabias? Podrías empezar por allí.— me acerque y tome un cuchillo pequeño, Ryujin me sonrió y tomó asiendo a mi lado.

— Bien, pero algún día haré que ese apodo te guste, tenlo por seguro.— me sonrió y no pude evitar devolverle la sonrisa antes de regresar mi atención la manzana.