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IV - TZUYU

¿Podría existir un día en el que no se sienta paranoica?

La soledad que ha querido hacer a un lado le hace caer en llanto, las noches son tan heladas que su mente divaga entre millones de escenarios que pudieron existir. Una mundo distinto, donde su "puesto" no exista y  no se vea tan afectada con el paso de los meses siendo un juguete sexual.

Desea cerrar sus ojos y no despertar en días. No podía pensar con claridad, sus compañeras la tenían asfixiada con sus necesidades sexuales y la escuela le tenía al borde con los exámenes y prácticas que le dan. Intenta evitar imaginarse los rostros decepcionados de sus padres si se dieran cuenta de lo que es, de como la usan y como le está yendo.

Saca su celular para ver algunas cosas, artículos de medicina y tareas que tiene pendientes. Suspira y se vuelve a sentir abrumada por el montón de cosas que tiene por hacer. Apaga su celular y mira a un lado de la cama, Sana está abrazada a ella;
su rostro se encontraba sin expresión específica, volviéndose muy atractiva. Casi estaban por ser las seis de la mañana, habían tenido sexo y la japonesa se metió entre sus sábanas y durmió, a pesar de que su habitación queda a un lado de la suya.

Tzuyu intenta dormir, sus músculos se relajan buscando un poco de calidez en la mayor. Espera que su relación pueda seguir así, pareciendo unas hermanas.

Porque a pesar de todo, Tzuyu no puede odiarlas. Tzuyu las ve como sus hermanas mayores.

—

Pasan las horas y una alarma suena, Tzuyu no puede evitar confundirse ya que ella no había programado ninguna; y estaba segura que Sana tenía su teléfono en su propia habitación. Tzuyu abre los ojos y observa a su alrededor, Jihyo durmiendo junto a ella, abrazando su cintura mientras Sana la abraza del brazo y pasa una pierna sobre la suya.

Decide despertar a ambas, últimamente Jihyo ha estado durmiendo con ella. Cuando le preguntó del porqué, esta respondió sobre "malos sueños e insomnio".

— ¿Qué haces aquí? — Le cuestiona Sana. — ¿No tienes tu propia habitación?

— Tú también la tienes, así que cierra la boca mejor. — Contraataca la surcoreana.

Sana esboza una sonrisa maliciosa. — Oh... perdón, es que ayer quede tan cansada por tener sexo con Chewy. Duramos hasta las dos de la mañana.

Tzuyu mira mal a Sana, quien tiene un brillo de burla en sus ojos. Voltea a ver a Jihyo, esta parece molesta, demasiado para ser sincera.

¿Por qué le molesta que tenga relaciones con Sana?

Tzuyu las separa, regañando sus actitudes inmaduras al momento de hablar. Ellas no se disculpan, solamente se paran de la cama , salen de la habitación con una cara enfadada mientras se empujan mutuamente y se dan pequeños golpes. La taiwanesa estira su cuello y siente una punzada en él, está segura que se trata de la mordida profunda que Momo había dejado ayer por la tarde.

No le gusta tener sexo todos los días, solamente cumple con el trabajo que sus superiores le habían impuesto.

Pero hace días escuchó que la universidad decidió eliminar esto, pues empezaron con muchas quejas y no querían que eso les afectara. Dijeron que darían la información en aproximadamente una semana.

Entonces las relaciones sexuales dejaron de ser lo principal en su día, Jihyo dejó de dormir con ella, todas de alguna manera son distantes y le duele.

"No me dejen sola, seré una buena amiga"

Pero la soledad está al otro lado del camino; esperándola pacientemente a que cruce.

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Tzuyu tenía la hoja blanca con letras negras entre sus manos, en ella estaba escrito que la finalización de este "trabajo" había llegado, que ya no era necesario y que tendrían que buscar otras formas para satisfacerse.

"Queda rotundamente prohibido tocar a sus compañeros de ahora en adelante. El puesto de 'compañero sexual' ha sido cancelado y eliminado. Cualquier queja o aviso de intento de abuso debe ser reportado inmediatamente con dirección y coordinación para tomar cartas en el asunto"

Estaba sola en medio del pasillo. No quería volver a su cuarto y toparse con sus compañeras.

Siente una presencia detrás de ella, así que mira sobre su hombro para percatarse que se trataba de Taeyeon; su profesora de histología médica. Ella es una profesora a la que Tzuyu le tiene una confianza enorme; la suficiente como para contarle todo lo que sus compañeras eran capaces de hacer y lo que habían logrado.

— Las tenías demasiado chifladas. Sabías que podías negarte cuando quisieras. — Se acerca a su alumna y la abraza ligeramente por los los hombros. — No puedes hacer lo que ellas quieran siempre, ya no estás para satisfacerlas. Ahora en adelante piensa solo en ti y disfruta tu juventud.

Entonces Taeyeon le extiende una hoja, la toma confundida y lee detenidamente cada parte de esta.

Sus ojos se llenan de lágrimas. — ¿Qué es esto?

— Una psicóloga, debes ir terapia al menos una vez a la semana. Tu salud mental es indispensable, por eso ella debe hacerte saber si todo está bien aquí. — Toma la cabeza de Tzuyu y revuelve un poco su cabello, refiriéndose a su mente. — Empiezas mañana, yo pagaré todo.

Tzuyu sabe que todo se complicaría después de esto.

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Tranquilos, a esta historia todavía le falta tiempo. :]