II - JIHYO

1.6K 219 24
                                    

Los servicios sexuales que ha estado trabajando por meses han acabado de buena forma; sin infecciones y ayuda psicológica. Tzuyu piensa que lo último le podría ayudar con un pequeño problema.

— ¿Está bien no querer que me abandonen?

— ¿A qué te refieres? — Responde la psicóloga, una mujer ya algo mayor.

— Soy una más del grupo, me gusta compartir tiempo con ellas y jugar. Me gustaría que me tomaran como un soporte, que no me dejen sola y que supieran que cuentan conmigo cuando lo deseen. — Su voz en más tenue. De alguna forma le asustaba ser sincera con otra persona cuando hace mucho no lo era.

— Entonces... ¿quieres que te necesiten?

Tzuyu abre los ojos en grande y sus manos tiemblan. Parece darse cuenta de un detalle que ha dejado escapar.

— No, no es tan así. Quiero decir, con que me den su confianza y sean honestas conmigo... — Piensa en las miles de respuestas que puede decir. — Puedo hacer lo que sea por ellas, pero también quiero que pongan de su parte, ¿entiende?

La psicóloga asiente, anotando algo en una libreta. — ¿Qué pasa si no lo hacen? O sea, si no quieren tu compañía.

Tzuyu traga saliva con fuerza. — Yo... no lo sé. Creo que no soportaría mucho tiempo sin hablar con ellas, me había acostumbrado tanto a su presencia y atenciones antes de que me pusieran en ese cargo. Me daría muy fuerte... Muchos de mis amigos fuera del dormitorio abandonaron la carrera ya que se les hacía muy pesada, y los otros están en Taiwán. No tengo a nadie.

— ¿Quieres que todo llegue a su fin? Muchas personas y amistades tomaron caminos diferentes. ¿Podrás soportar uno más?

Suspira y toma un pañuelo que la mujer mayor le pasa, limpia algunas lágrimas que ha dejado fluir y habla.

— No lo sé.

La mujer le agradece a Tzuyu que sea tan honesta en todas las sesiones que han tenido desde que comenzaron. Le gusta que hable de sus experiencias y males para poder apoyarla más.

Tzuyu descansa, después de unos meses todo parece estar yendo muy bien. Las demás son tranquilas, no tiene ningún encuentro romántico o sexual desde que se terminó todo acerca de la desestresante. Pero también puede sentir una especie de distancia entre ella y las demás.

Momo y Sana dejaron de hablar tan abiertamente de sus encuentros sexuales, ahora actúan como unas hermanas mayores cuando están cerca de ella. Pero Momo sigue un poco igual, tocando y acariciando su cuerpo para hacerla sentir pequeña sin llegar a otras acciones. Dahyun dejó de evitarla tanto, se ha mostrado más libre y sincera, llegando a veces a pedir consejos y ayudarle con algunas cosas. Jeongyeon y Mina parecen estar en el mismo nivel, sin mencionar nada acerca de los sucesos de hace un tiempo. Jihyo se ha alejado completamente, eso la daña. Chaeyoung parece ser más cuidadosa a la hora de llamarle, Tzuyu comienza a creer que está guardando un secreto grande.

Tzuyu no puede evitar pensar en tener otra perdida. Necesita ser fuerte y enfocarse en todos los posibles futuros que su cabeza imagina. El egoísmo no la hace mejor que los demás, suspira e intenta planear las mejores cosas para todas.

— Jihyo-unnie, ¿tiene algo que decirme? — Tzuyu le habla a la mayor en la cocina, esta preparaba la comida para todas. — ¿Hay algo que la haga sentir incómoda?

— Estoy muy tranquila, no hay nada que me incomode. ¿Y tú?

— Preocupada por usted y Chaeyoung, han estado raras desde... eso. — Se refiere a la finalización de su puesto.

Jihyo suspira, estira su espalda y se voltea mientras la mira fijamente con ese rostro serio.

— Estoy bien, me sentía muy dependiente de ti cuando dabas tus servicios. Nada interesante, solo te quería para tener sexo. — Responde, volviendo a ponerle atención a la comida qué hay en la mesa.

Se sorprende, pero no responde. Está por irse, a veces desea no tener que obligarse buscar la estabilidad de las demás dejando de lado la suya ya que puede terminar peor que la otra.

— Pero hay algo que sí me tiene nerviosa. Creo que solo tú puedes ayudarme.

Tzuyu se voltea, emocionada ya que después de meses la mayor es sincera con ella y se abre con sus problemas.

— ¿Puedo besarte? Solo un poco.

¿Qué estaba pasando ahora? Piensa y piensa, quiere que sean honestos con ella, lo logra pero eso puede cruzar el límite que se formó tan pronto finalizó su trabajo. Tzuyu se rinde... otra vez, deja que la mayor toque la débil y sumamente delgada línea de distancia entre ambas.

Jihyo se aleja de la estufa, acercándose a su menor para tomarla de las mejillas y besarla a su antojo; lento y profundo. Quiere saborear, necesita poseerla y hacerse una idea sobre Tzuyu, un futuro donde puedan estar juntas sin un puesto tonto, sin Sana, sin Chaeyoung.

La taiwanesa empuja a Jihyo cuando siente que está escalando a algo más que solo un beso, pues la mayor estaba profundizándolo demasiado. — Lo siento... me emocione.

— No pida perdón, se detuvo cuando se lo pedí. Agradezco mucho eso, y no tiene nada de malo querer besar a alguien, unnie. — Tzuyu intenta consolarla, abrazándola por los hombros levemente.

— ¿Lo es aún cuando solo pienso en besarte a ti?

Tzuyu no estaba preparada para cualquier tipo de interés romántico, el más pequeño movimiento confunde sus acciones y la vuelve en su contra. La pisotean. Ella ama a todas sus compañeras, ama cada una de sus personalidades por igual.

— ¿Puedes dejarme sola? Necesito terminar de cocinar.

Entonces Tzuyu siente una enorme grieta formarse en su relación con Jihyo.

desestresante » tzuyu haremDonde viven las historias. Descúbrelo ahora