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I - ELKIE

Tingyan y Tzuyu son amigas desde secundaria, posteriormente yéndose juntas a Corea del Sur para crecer juntas en la carrera de medicina.

Estaban en distintos dormitorios, pero cada que tenían la mínima oportunidad querían verse y estar juntas. Eran el lugar seguro de la otra y un espacio cómodo para contarse todas sus inseguridades y pesadillas que las atormentaban.

Tzuyu trabaja para ser mejor cada día, reflexionando de sus errores para no cometerlos nuevamente. Estaba segura que lograría salir adelante en esta profesión.

Tingyan es muy inteligente, más allá de su personalidad alegre y animada que siempre ha mostrado. En realidad es una chica que con una sola pregunta su cabeza comienza a generar muchas más y da vueltas todo el tiempo que le sea posible.

Ella piensa y piensa sobre sus futuras decisiones, como estas pueden dañar a otras personas o favorecerlas. Especialmente a una.

La chica suspiró y marcó un número que le habían recomendado, sus manos temblando cuando suelta una frase que definirá y sentenciará para siempre su futuro.

"Alcancé mi límite aquí"

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— ¿Elkie?

Tzuyu se da cuenta de la extraña actitud de la chica, no se ha movido desde que salieron de esa clase y fueron al dormitorio de Tingyan.

— ¿Mmm...? ¿Pasa algo? — Sale de su trance.

— Nada, solo te veía distraída. No te has quitado el maquillaje. — Mira a la chica, viéndola cansada y algo... distante. — Déjame ayudarte.

La taiwanesa toma una toalla húmeda entre sus dedos, alza su rostro para cruzar miradas. La tensión se sentía entre ambas, más cuando Tzuyu se acerca para limpiar el maquillaje de los ojos.

Elkie cierra sus ojos, sintiéndose cada vez más nerviosa conforme pasaba el tiempo. No lo entendía.

— Falta el labial, ¿te ayudo a quitarlo?

— Por favor. — Su voz tiembla.

— ¿Tienes algo que decirme, te he notado nerviosa. — Pregunta, acercándose un poco más para quitar el lápiz labial.

La otra respira hondo, controlando los deseos que se están haciendo presentes.

— No... solo he estado ansiosa. Nada me calma.

— Descansa, linda. Debes descansar para mañana, mejor creo que me iré para que puedas hacerlo correctamente.

"Ella siempre ha sido un ángel"

Cuando la mira casi para salir de su habitación, toma fuerzas de lo más profundo de su ser.

— ¿Puedes quedarte a dormir? Me relaja... estar contigo. He estado teniendo pesadillas.

Tzuyu se sonroja, pero asiente. Puede irse temprano por la mañana a su dormitorio para prepararse.

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La taiwanesa jamás quiso culpar en sus pensamientos de esa forma a Elkie. Ella no sabía lo que podía causar... ella tal vez no tomó en cuenta el daño que podía provocarle. Ella solo fue por lo que le ayudaba.

Cuando fue a buscar a Tingyan esta mañana para ver si estaba bien ya que llevaba dos días sin saber nada de ella, una de sus compañeras la recibió y le dijo que ella ya no estaba ahí.

Se había dado de baja.

Las próximas semanas se basaron en ella intentando contactar desesperadamente a su amiga, sin obtener respuesta alguna.

Intento llamar a sus padres y estos tampoco le respondían.

¿La había abandonado?

Con el tiempo logró asimilarlo, aunque a veces pensar en ella le causaba temblores y comenzaba a sudar frío. Juraba que podría desmayarse.

Después de meses dejo de referirse a Elkie por su nombre, ahora solo le decía "ella". Hasta después de un año, que dejó de decirle así. Ahora sería "él", porque Chong Tingyan fue el comienzo de sus peores pesadillas.

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Haciendo mi humilde aparición después de tres meses, PERDÓNNN