Tzuyu yacía sentada sobre el sofá de la sala, mirando un punto fijo en el suelo. Estaba tan perdida pero a la vez tan atenta, lograba escuchar los pasos de Momo y como la madera crujía al momento de pisarla.
Podía oír la pluma de Sana escribir en el papel, a Jeongyeon acomodar sus libros sobre la encimera de su habitación. Podía saber dónde estaba cada una de ellas. Las había conocido tanto y puesto tanta atención que sabe sus ritmos de pasos y casi todas sus rutinas.
Tuvo que aprenderlas para poderlas complacer cuando ellas la necesitaban, para poder llenar ese vacío que le encargaron arreglar con piezas que se tuvo que arrancar de sí misma, para completar a otras personas.
Seis personas que no dieron nada por ella. Seis, porque una había sido un completo ángel y una más con la cual jamás tuvo algún problema ni acercamiento.
Tenía tiempo sin desahogarse con alguien, la psicóloga había dado por terminada la terapia de Tzuyu; o tal vez fue porque ya no quiso seguir lidiando con sus traumas y sus negaciones a abrir los ojos. Jamás lo sabrá, y si fuera verdad lo entendía; todos alguna vez se cansan de cargar con los pesos de otra gente.
Tzuyu necesitaba una amiga, no una psicóloga o un ayudante en el sexo. Necesitaba alguien con quien sacar sus más profundos problemas y que le diera consejos, que le pudiera dar un poco de luz entre su camino oscuro.
Decide tirarse en el sofá, hundiéndose en él y deseando quedarse dormida ahí mismo.
Entonces siente una mano en su rostro. Una mano que no puede reconocer completamente pero sabe que es pequeña.
Entre sus pensamientos ilusos llega a pensar que es Chaeyoung, siente sus manos parecidas; igual de pequeñas y delgadas, con una calidez particular que la hace sentir cómoda y segura.
— ¿Por qué te relaja tanto? ¿Te recuerdo a la tonta de Chaeyoung?
Chou se levanta bruscamente al reconocer la voz de Dahyun, la mira asustada y se levanta del mueble. — No, solo me estaba quedando dormida.
— Tampoco era para que te asustaras. — Dice borde, analizando la expresión de Tzuyu y cómo su piel se tornó pálida en cuestión de segundos.
La cara de Kim se mantenía seria, pero a la vez su mirada expresaba algo que la taiwanesa aún no lograda descifrar del todo.
— Perdón, me tomó por sorpresa. — No voltea a mirarla, solo camina hacia la cocina donde espera que no esté Jihyo.
Pero nota algo raro.
Dahyun comienza a seguirla.
— ¿La extrañas? — Cuestiona la mayor, mirando como la extranjera comenzaba a sudar aunque el ambiente estaba frío por el invierno.
Tzuyu simplemente asiente. — Le tengo mucho cariño, claro que la extraño.
— Pero no tenía nada de relevante, ¿sabes? — Logra escuchar murmurar a su compañera, así que deja caer de golpe sobre la mesa el plato de porcelana que tenía entre sus manos.
— Le prohíbo hablar así de ella, Chaeyoung jamás le hizo nada malo. A ninguna.
La surcoreana entiende y se disculpa en voz baja mientras sigue observando a Tzuyu.
— Perdón, creo que jamás me puse a pensar en cómo te sentirías. — Vuelve a disculparse, pero ahora con más firmeza.
La menor niega con la cabeza, dándole a entender que no se preocupará, aunque por dentro se instalará un sentimiento de querer llorar frente a ella. Tenía tiempo sin sentir que alguien se preocupara por ella... desde que Chaeyoung tuvo que irse.
Ingenuamente cree que puede confiar en Dahyun, y le regala una sonrisa sincera que transmite la tranquilidad que le pudo dar en pocos minutos.
Entonces ella cree que puede tener una nueva amiga.
Pero Kim tenía otros planes, pudo empezar a notarlos cuando se posó detrás de ella y sus manos abrazaron la cintura de su menor.
Y en su interior no puede evitar sentirse otra vez con esa incomodidad, ese presentimiento tan horrible que ha estado llevando desde que firmó ese papel.
Tiene miedo, pánico y desesperación. Tiene ganas de salir huyendo del lugar y correr hasta un lugar seguro en el cual no fuera encontrada.
— Tzuyu.
— ¿Sí?
— Necesito tu ayuda.
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desestresante » tzuyu harem
Fanfic트와이스 + 쯔위 | tzuyu harem Tzuyu amaba a todas sus compañeras, compartir carrera universitaria y habitación con ellas en aquella enorme escuela. Ella las veía como sus hermanas mayores. Eran una familia. Tzuyu las protegería. Tzuyu las apoyaría. Tzuyu...