20. Estrés

4.6K 356 30
                                    

20. Estrés

Diana Leone

Un mes.

Cuatro semanas.

Treinta días.

Setecientas veinte horas. 

Creo que se entiende, Diana.

Como sea, eso es lo que quedaba para la carrera anual.

¡Solo un mes!

—No estoy preparada —negué—. Voy a entrar en pánico. 

—Relájate, Huracán, vas a hacerlo bien. 

Miré mal a Enzo, recostándome en el capo de mi coche y suspirando. 

—Puedo con esto —murmuré para mí misma—. Peores cosas he superado. Como, por ejemplo, el instituto. 

—Ni siquiera te has graduado, niña. 

—Oh, cállate. 

Acabé el instituto en julio, es decir, hace cuatro meses. No me gradué, aunque todo el mundo se lo esperaba. Actualmente, aún sigo pensando en qué hacer con mi vida. Marco pasó a segundo de bachillerato, su último año antes de la universidad, e hizo los dieciocho el veintiocho de agosto. Le regalé un collar con el dije de un huracán y no se lo quita nunca. Mi cumpleaños era, por cierto, la semana que viene: el veintidós de noviembre. 

—Vas ha hacerlo bien —me aseguró. 

—Lo sé, estos son los nervios previos. Como los de las bodas. 

Enzo solo se carcajeó. Mi teléfono sonó en una notificación de mi novio, recordándome que habíamos quedado a las ocho para ir a cenar una pizza a la playa. 

Diana: Ya lo sé, tonto. 

Diana: De todas formas, envíame un mensaje diez minutos antes. 

—Yo me voy, Enzo, que quiero ir a ducharme y a ver si tengo tiempo para depilarme —le di un empujoncito—. Nos vemos mañana en el entrenamiento. 

—Hasta mañana, ¡pásalo bien!

Estaba a punto de subirme al coche cuando alguien me llamó por mi apodo, haciendo que me detuviera. Me giré, viendo a Máx correr hasta mí. Le sonreí un tanto tensa, queriendo irme lo antes posible. 

Últimamente llevaba un récord de no llegar tarde a ningún sitio, de dos semanas, y no me apetecía romperlo. Mucho menos si había quedado con mi chico. 

—Máx, hola. ¿Qué pasa?

Vi de reojo a Enzo montarse en su coche y desaparecer, así que me centré en el chico. 

—He escuchado por ahí que estás saliendo con el Capitano, ¿es cierto?

Pestañeé, incrédula. Marco y yo nunca mantuvimos nuestra relación en secreto, de hecho, nos habíamos besado públicamente mil y una veces. Así que me resultaba extraño que me preguntara esto ahora. 

—Eh... Sí, Máx. Llevamos casi nueve meses saliendo —dije—. ¿Te has enterado ahora?

—No, lo escuché hace un tiempo, pero tenía la esperanza de que solo fueran rumores tontos —comentó—. ¿Vais en serio?

—Llevamos nueve meses —volví a decir. 

—Conmigo estuviste dos años y aparentemente nunca fue en serio. 

Esto me daba mal rollo ya. 

—Ya, bueno, tú y yo nunca fuimos novios. Marco y yo sí lo somos. 

—¿Sabes que sólo te quiere para follar, verdad?

Velocità (Mafia Italiana #4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora