24. El mito de Pandora

4K 335 28
                                    

24. El mito de Pandora

Diana Leone

—Oye, ¿alguien ha visto a mi padre? —pregunté entre los miembros de la banda. Ninguno supo nada.

¿Dónde demonios está este hombre?

Resoplé, probablemente estaría follando, pero supongo que me habría gustado que, como mínimo, me felicitara por la victoria.

Como sea, no se puede esperar nada de él.

Resoplé, volviendo hasta dónde Anna hablaba con Marco.

—¿No lo has encontrado? —me preguntó mi novio. Me encogí de hombros.

—Probablemente esté follando. 

Resoplé y me propuse dejar de pensar en mi padre. Ahora, lo único que tenía que hacer era divertirme y celebrar mi victoria. 

¡Había ganado!

—No importa —sonreí—. Vamos a pasarlo bien. 

Estuve un rato bailando con Anna, antes de que Marco me secuestrara mientras mi amiga se quedaba con Enzo. Meneé mis caderas, pegándolas a las suyas. 

—Cuando acabemos de celebrar que eres la reina de las carreras —me susurró al oído—, vamos a celebrarlo solos tú y yo. Bien celebrado. 

Lo miré de reojo, sonriendo por lo bajo. 

—¿Ah, sí? ¿Y cómo se supone que vamos a celebrar eso? 

Marco coló su mano por debajo de mi pantalón, haciéndome reír divertida. Soltó caricias lentas por encima de mi ropa interior, haciendo que me removiera contra su mano. Él no tardó demasiado en quitarla, sentí su aliento en mi cuello. 

—Así —me dijo, justo antes de hacerme girar al ritmo de la rápida música. 

—Te detesto —le dije, sobre sus labios, riendo. 

—Yo te amo más. 

—No estés tan seguro de eso, yo fui la primera en enamorarme —lo señalé con el dedo, acusatoriamente. 

—Oh, ¿por qué piensas eso? 

—Porque yo soy la más emocional de las dos, obviamente. 

—Me comí un helado azul, caos. 

—De acuerdo, tienes razón, tú estás más enamorado que yo. 

Marco soltó una carcajada, pero no pudimos seguir conversando porque Anna llegó con rapidez hasta nosotros manteniendo una mueca preocupada. 

—Hey, ¿ha pasado algo? —inquirí enseguida. 

—Tengo que irme, mi tía está aquí. 

—¿Qué? —exhalé, confundida. 

Este lugar no lo encontraba ni la policía, su tía no podía simplemente haber venido. No era posible. 

Velocità (Mafia Italiana #4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora