Velocità (Mafia Italiana #4)

23. La reina de la carretera

23. La reina de la carretera

N.A.: Hoy os subo solo un capítulo, porque el siguiente es importante para la trama y quiero mirarlo con tiempo para asegurarme de que tenga sentido. TW: Comentario xenófobo. Recordad que son personajes y que nada de lo que dicen son ideales míos.

Diana Leone

Tenía una sensación agridulce en la boca del estómago mientras llevaba mi coche hasta la línea de meta.

Enzo llegó enseguida hasta mí.

-Concéntrate solo en la carretera, Huracán. Olvida todo lo demás y siente, que es lo tuyo.

-Dijiste que los sentimientos eran malos en la carretera.

-Pues ahora lo retiro. Siente y deja que las emociones te guíen; la alegría, la emoción, la rabia... Siéntelo y úsalo a tu favor.

-Sentirlo y usarlo a mi favor. Entendido -asentí con la cabeza, mis manos apretando fuertemente el volante.

-Huracán, eres la única mujer en la línea de salida. Y la más joven. Mira hasta dónde has llegado -me animó-. Sea cual sea el resultado de esta carrera, puedes estar orgullosa. Has triunfado, Diana y, ante todos, eres la reina de la carretera.

-Gracias, Enzo.

-¡La carrera está a punto de empezar! -mi padre se puso delante de la línea de meta, aunque parecía preocupado. ¿Qué es lo que habrá pasado?

Concéntrate en la carrera, Huracán.

»Todos sabemos lo importante que es la anual y tenemos aquí a los mejores competidores de las cuatro bandas.

»Corriendo con Plomo, tenemos al japonés -los vítores no tardaron en escucharse-. En Carne de Cañón, vemos a Mark. Rifles ha traído a Trueno a la carrera. Y, por último, tenemos a Huracán corriendo para Calibre 44.

»¡Hagan sus apuestas y que gane el mejor!

Fue entonces cuando Roxy reemplazó el puesto de mi padre. Una sonrisita traviesa se dibujaba en sus labios y se quitó la ropa interior roja para alzarla.

-Preparados... Listos... ¡Ya!

Tiró las bragas al aire y la carrera comenzó.

Casí temí que el coche se me calara por la velocidad que agarré de golpe, pero solo eran los nervios hablando ya que la única vez que me pasó algo así fue con once años.

El japonés fue el primero en adelantarnos, quedando él en cabeza. Yo y Trueno estábamos casi a la misma altura, en el segundo puesto, y Mark iba el último.

-Vamos, Huracán, tú puedes -me animé a mí misma.

Apreté más el acelerador, cambiando de marcha, y superé a Trueno pero por muy poco.

Él no tardó mucho en acelerar también y quedarse una rueda por encima de mí. Intenté adelantarlo, empezando ambos una lucha tonta por quién quedaba primero.

-Joder -gruñí, golpeando el volante con rabia.

Hice una maniobra rápida, girando el volante hacía la izquierda y golpeando el coche de Trueno con fuerza, sacándolo así de la carretera.