𝘼𝙡𝙛𝙖 𝙀𝙨𝙩𝙪𝙥𝙞𝙙𝙖 [𝙍𝙞𝙫𝙖𝙧𝙞] (𝑨𝒅𝒂𝒑𝒕𝒂𝒄𝒊𝒐𝒏)

twenty two

Una semana después.

—¿Lo prometes?— preguntó Nuvia haciendo un puchero, que aunque Ari no podía ver del otro lado de la línea se imaginaba a la chilena haciéndolo.

—Promesa— rió Ari.

—Mas te vale que cumplas
tu promesa Garza— amenazó Nuvia.

—Si Nuvia, no hay de qué
preocuparse, yo cumplo lo
que prometo. Voy a conocer tu bebé.

—Está bien, te voy a creer.

Ari sintió unos labios en su cuello y unos brazos en su cintura, el fuerte cuerpo de su alfa pegado a ella, sonrió.

—¿Con quién hablas?— susurró en su cuello.

—Una amiga— respondió en un susurro Ari.

Rivers gruñó.

—Nuvia te dejo, hablamos luego. Pronto voy a verte a ti y Vicky. ¿De acuerdo?

—Si, me parece perfecto. Te esperamos pronto Ari, nos vemos. Adiós— se despidió la chilena terminando con la llamada.

—¿Quiénes son Nuvia y Vicky?— preguntó Rivers tratando de controlar a su alfa celosa.

—Amigas, Samy. Son una omega y una alfa.

—¿Una alfa?— preguntó separándose de la omega.

—Si. Ellas son pareja, no hay nada de qué preocuparse— dijo la omega dándose la vuelta para mirar a la alfa.

—¿Ya te dije que eres muy hermosa?— susurró Rivers tomando el rostro de la omega.

Ari se sonrojó y asintió levemente con la cabeza.

La omega iba colocarse de puntitas para besarla, pero la alfa no lo dejo.

Rivers se inclinó levemente para besarla, Ari no pudo evitar sonreír entre el beso.

Ari no necesitaba ponerse
de puntillas, porque Rivers se inclinaba por ella

—Asco.— dijo Osvaldo interrumpiendo el beso.

Ari y Rivers se separaron de golpe.

—¿No tienes mejores cosas que hacer?— preguntó Rivers molesta.

—La verdad no— contestó Osvaldo riendo —Además, molestarlas es divertido.

—No lo es— dijo Ari molesta igual.

—Para mi lo es— rió el pelinegro.

—Voy acusarte con mamá, Osvaldo— amenazó Ari.

—Hablando de mamá. Ella viene de visita. No sé cuando exactamente, pero me dijo que iba a venir a ver como cuido de ti y a conocer a la estúpida de tu alfa.

—Definitivamente no sé como eres mi mejor amigo— habló Rivers rodando los ojos.

—Va a darse cuenta del mal hermano que eres— rió lq castaña.