eleven

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Una semana después

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Una semana después.

La relación entre Juan y Ari estaba tensa, nada era como antes, en realidad, ninguno de los dos se sentía realmente muy cómodo con el otro.

Desde hace una semana Juan no la besaba ni la abrazaba de manera cariñosa, ni siquiera parecían pareja ni amigos en realidad, parecían dos extraños recién
conociéndose.

Lo único que no había cambiado entre ellos era la rutina de pasar las tardes en casa de Ari.

Aunque últimamente Ari había notado que Juan se emocionaba mucho por ir a su casa, lo cual era extraño
y no le encontraba una explicación.

Justo ahora estaban los dos en la sala de la casa de la omega, Ari tenía rato desde que había terminado la tarea, pero en cambio Juan seguía leyendo, bueno, aunque era obvio que leía para evitar hablar con ella, lo cual desesperaba a lq omega.

—Juan.— susurró.

—¿Qué?— contestó sin mirarla, en un tono cortante y desinteresado.

—¿Vamos a seguir así?—
preguntó mirando el perfil del alfa.

El alfa suspiro, dejó su libro de lado y miró a la omega.

—Ari— susurró suave, eso era lo que más detestaba ña omega, era el no poder odiar Juan por que el era muy lindo para ser odiado —No sé que quieres saber o que quieres realmente.

—¡¿Qué quiero?!— preguntó indignada —¡Somos novios? Juan! hace una semana que ni siquiera nos besamos, quiero saber qué está pasando entre nosotros.

—¿Qué está pasando?, creo que es algo muy obvio. Ari, ya no somos novios.— respondió sin dejar de mirarla, la omega quería llorar en ese momento. —No me mal entiendas, te quiero aún, pero no de esa manera, además tú ya has encontrado a tu alfa y no quiero interponerme entre ustedes, solo eso.

—Juan, deja de decir eso. Yo no tengo alfa, dime la verdad.

—Esa es la verdad.
—¡No es cierto!— chilló la omega.

—Está bien.— suspiró Juan —Yo encontré a mi omega— respondió, esta vez sin mirarla.

Ari se quedó callada, no
sabía qué hacer, qué decir ni que sentir.

—¿Tu omega?— preguntó desorientada.

—Si.— asintió la alfa.

—¿Es por eso que en realidad ya no quieres que sigamos con lo nuestro?— preguntó Ari entre triste y furiosa.

—No exactamente. También lo hago por ti, créeme, lo último que quiero es entrometerme entre tu alfa y tú.

—¡Mientes!— gritó la omega alterada. —Si tanto quieres estar con tu omega, lo entiendo, lo que no entiendo es que me mientas diciendo que lo haces por mi alfa. ¿Tan difícil es decirme que es solo por tu omega?

𝘼𝙡𝙛𝙖 𝙀𝙨𝙩𝙪𝙥𝙞𝙙𝙖 [𝙍𝙞𝙫𝙖𝙧𝙞] (𝑨𝒅𝒂𝒑𝒕𝒂𝒄𝒊𝒐𝒏)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora