Enemys to Lovers // Saga Enemies (1er Libro) (Completo ✅)

EXTRA DE LIAM 5

¡QUE YA SON 4K!

¡¡MUCHÍSIMAS GRACIAS 🫂😊!!

***LIAM***

- ¡Lizzy, por favor, sal de una vez que lleva tu hermano pitando enfrente media hora! -exclamo picando a su puerta por veintemilésima vez.

- ¡Liam, que son las cinco de la mañana! ¡Ya que voy no te jode!

- ¡Sí, pero es que como no salgas ahora no vamos a ninguna parte!

- ¡Pues haber cogido un puto avión qué quieres que te diga!

Suspiro tratando de no rendirme.

Ámber aparece entonces detrás de mí.

- Suerte. La vas a necesitar. -dice posando una mano en mi hombro y sonriéndome con cansancio mientras en la otra mano sujeta una taza de café.

- Lo sé, lo sé.

Situación: nos vamos de viaje a Disneyland Orlando para celebrar la graduación con Lana y Luca. Viaje de parejas sí.

Y... Sí... Con mi cuñado que aún me recela y que creo que secretamente quiere matarme.

En un viaje de más de dieciséis horas.

Y con una mujer que si no duerme da miedo.

Llegaremos de noche (si no me matan antes) y al día siguiente iremos al parque todo el día.

Nos quedaremos tres días más en la playa.

- ¡Ya estoy! -exclama Lizzy. La examino al instante en que aparece tras la puerta de su habitación.

Lleva un chándal gris, el pelo recogido en un moño desenfadado y el rostro sin maquillar, solo hidratado.

¿Se puede saber qué ha hecho durante una hora?

¿Sabes qué? No me importa. Preguntarle eso con la mirada de asco que tiene ahora mismo igual es un suicidio.

Me obliga a llevar las otras dos maletas de las tres que necesita para cuatro días.

Entramos en el coche de Luca y ambos hermanos comienzan una discusión sobre lo tardona que es Lizzy. Lana y yo intercambiamos una mirada de comprensión. Este viaje va a ser excesivamente largo para ambos.

Duermo durante cinco horas, hasta que Luca me pide que le releve.

Tres horas más tarde paramos en una gasolinera para desayunar.

Cuando entro con Lizzy, ella ya está de mejor humor. Incluso me dedica una sonrisa cuando veo que quiere que le compre tres bolsas de patatas y un café de máquina.

Seguimos el viaje con cinco paradas más, entre ellas para comer en un bar de carretera unas hamburguesas que no quiero preguntar qué llevaban.

Como teníamos previsto llegamos a las once de la noche. El hotel está a diez minutos andando del parque de atracciones.

Una habitación para cada pareja afortunadamente. Los del hotel se rayaron y le pidieron a Lizzy que llamase a Ámber cuando vieron que aún tenía diecisiete. Lo mismo ocurrió con Lana. Luca ya tiene diecinueve y yo hace unas semanas que tengo dieciocho, por lo que con nosotros no hubo problema.