CAPÍTULO 12

405 11 23
                                    

Abro los ojos lentamente con un agudo dolor en la nuca que me hace retumbar toda mi cabeza.

Inmediatamente sé que algo va mal.

No puedo mover mis muñeca ni tobillos.

Estoy... ¡¿atada a una silla?!

¡¿Qué?!

¿Qué...?

Mierda.

Es verdad... ¡el tarugo ese que dice ser del FBI!

¡¿Dónde mierdas está?!

¡O más importante!

¡¿Dónde mierdas estoy yo?!

Miro a mi alrededor, estoy en una habitación extraña, desde luego no es ningún área de un cuartel o algo, es más, de ser así dudo mucho que estuviese atada a una silla.

¿Qué no eran del FBI? ¿No podían llevarme a una comisaría o algo?

No... tenían que llevarme a una sala turbia en una habitación turbia, con solo una ventana con cortinas de mierda que por mucho que estén echadas puedo ver que esta casa está en mitad de la nada... y es más... puedo ver que está anocheciendo.

Mierda.

¿Está anocheciendo?

Dios... ¿llevo aquí todo el día?

Joder... ¡mucha gente estará nerviosa ahora mismo! Había quedado en llamar a Liam y a Amy e Irina...

¡MIERDA, LIZZY CONCÉNTRATE! ¡¿QUÉ IMPORTA ESO AHORA, JODER?! ¡QUE TE HAN SECUESTRADO! ¡Y NO SABES DÓNDE ESTÁS! ¡TIENES QUE SALIR DE AQUÍ, COÑO!

Intento gritar pero entonces es que me doy cuenta de que estoy también amordazada.

¡ME CAGO HASTA EN LA PUTA MADRE DEL HIJO DE PUTA ESE DE MIERDA QUE ME TRAJO AQUÍ!

¡ES QUE OS PROMETO QUE ME LO VOY A CARGAR NADA MÁS VERLO!

¡¿CÓMO SE LLAMABA ESE HIJO DE LA GRANDÍSIMA PUTA PUTÍSIMA?!

Ah, es cierto... Ernest... Ese cabrón me va a escuchar, me va escuchar... ¡vaya que si me va a escuchar!

Empiezo a removerme en la silla, que encima es súper incómoda, para tratar de librarme de las ataduras torno a mi cuerpo.

En ese momento, quizá a causa del alboroto, la única puerta de la sala de estar donde estoy encerrada, se abre y de ahí entran un hombre, al que reconozco como Ernest, que le sostiene la puerta a una mujer tan alta que tiene que agacharse para pasar, que viste increíblemente elegante, con un jersey apretado, un pantalón de aspecto costoso negro, y una gabardina beis que le llega hasta las rodillas, calzando también unos botines con ligero tacón de color marrón oscuro. Su cabello está teñido claramente de rubio platino y lo lleva cortado por los hombros, pero me llama la atención sobre todo sus ojos... tienen un color similar al mío, pero más brillante, un color que le dan aspecto de ser amarillos, aunque eso sea casi imposible. Además, también tengo que aceptar que su maquillaje es impoluto, está tan bien hecho que casi da la impresión de que sería imposible reconocerla sin él.

Pero por alguna razón... no puedo evitar pensar en que ya la he visto en alguna parte... esa mirada... ¿dónde la he visto antes?

Al entrar se me queda mirando con expresión indescifrable y yo no le aparto la mirada, es más le reto con esta, por cómo se comporta Ernest... debe de ser su superior... pues voy a mostrarles que no va a ser tan sencillo tener a Elizabeth Ada Sharp contra las cuerdas... y menos para hacerme hablar de Liam.

Finalmente, tras unos segundos en los que nos miramos fijamente a los ojos, yo con todo mi odio puesto en ellos y ella sin una mínima expresión, acaba sonriendo con un ligero bufido de aceptación y le hace una seña a Ernest, que en seguida le acerca una silla completamente recta y con modales impecables.

Enemys to Lovers // Saga Enemies (1er Libro) (Completo ✅)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora