Controlada.

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Beca se sentó a desayunar evitando mirar a Ernesto, no sabía cómo explicarle el motivo de que en la mañana, llevara puesta la camiseta de Erick, nunca había tenido secretos con su padre, pero todo aquello era algo muy confuso, ni siquiera ella sabía lo que le estaba pasando y no quería enfrentarse a un interrogatorio sobre sus sentimientos. Con mil preguntas que no sabría ni como contestar.

Linda se subió en las piernas de Beca y la miró con los ojos muy abiertos.

- ¿Cuándo viene mamá? - Beca miró a su padre con incomodidad y luego a la niña, la abrazó y acarició su cabeza.

- Pues.. yo.. esque estamos jugando a un juego Linda. - Beca hizo un esfuerzo gigante y utilizó su ingenio para darle la vuelta a la situación, al escucharla Linda sonrió expectante.

-¿Un juego? ¿Y no puede venir mamá a jugar?.- Linda agachó un poco la cabeza y miro sus manos. Beca cogió la pequeña barbilla de la niña y la hizo levantar la cabeza.

- Es que mamá no ha podido venir, pero luego podemos escribirle una carta ¿Vale?. - Linda sonrió entusiasmada con la idea.

- ¿Y como se juega? - Preguntó la niña, confusa.

- Bueno ..pues..mira, mientras estemos aquí vamos a jugar a la familia feliz, yo seré la mamá y Erick será tu papá, además vamos a cambiarnos los nombres por otros para que todo sea más divertido y nadie pueda descubrirnos, este juego es un gran secreto y tenemos que hacerlo muy bien, por que ganará la mejor familia. - Beca intentaba que Linda viera aquello de una forma interesante, se esforzó en sonreír y Ernesto las miraba.

- Jo.. que guay, yo también quiero jugar chicas. - Ernesto al ver lo que su hija intentaba, la apoyó.

- Claro, tu puedes ser el abuelito ¿ Te gusta la idea Linda? Luego podemos contarle todo a mamá en una carta, seguro que se pone muy contenta cuando sepa lo bien que lo estamos pasando. - Dijo Beca.

- Vale, yo nunca he tenido papá ¿Podré jugar con el? - Preguntó Linda. Beca hizo un gesto como si estuviera pensando y luego le hizo cosquillas, Linda se rió.

- Pues claro que podrás jugar con papá, además a él le gusta mucho este juego y se va poner muy feliz de que tú tambien quieras jugar. - Linda sonrió, Beca pensó en lo lista que era aquella niña, ellos ya sabían que Linda no había conocido a su padre, él abandonó a su familia antes de que naciera.

Una mujer morena de mediana edad, se acercó a ellos con una bandeja en la mano.

- Hola, perdonar que os moleste, están todas las mesas ocupadas ¿ Os importa que mis hijos y yo nos sentemos con vosotros? - La mujer tenía una voz muy agradable y parecía muy simpática, Ernesto esbozó una gran sonrisa.

- Claro, nos vendría bien algo de compañía, sentaros por favor. - Ernesto hizo un gesto con la mano apuntando a las sillas vacías, que quedaban en la mesa y Beca agradeció mentalmente poder dejar la conversación sobre la camiseta, para otro momento.

La mujer sonrió ampliamente y le hizo un gesto con la mano a dos chicos, que estaban con las bandejas en la mano buscando un sitio. Al verla de acercaron.

- Este es mi hijo pequeño Carlos, tiene 5 años y él es Alejandro mi hijo mayor, tiene ya 17 años es todo un hombre, yo me llamó Lucía. - Se presentó la mujer. Beca sonrió.

- Nosotros somos Leonor y Ernesto y esta pequeña de aquí es Sara. - Mintió Beca, Linda la miró extrañada y Beca le guiñó un ojo, entonces la niña se rió tapándose la boca, como si hubiera hecho una travesura.

- Oh qué niña más bonita, mira Carlos una amiguita para jugar. - La mujer miró a su hijo y él se acercó a Linda quien al verlo bajo de las piernas de Beca y le sonrió.

 Cuando Escuches Mi Mensaje.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora