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Hacia dos horas que los médicos habían salido de la habitación, dejando a Erick a solas con Marlon, el coronel estaba sentado en la cama, comiéndose un sándwich, sumido en sus pensamientos, había estado a punto de morir, y la imagen de Beca llorando abrazada a él no se le iba de la cabeza, esa chica realmente estaba preocupada por él, cuando despertó y la vio a su lado, tirada en el suelo, hinchandose a llorar, supo al instante que no quería seguir haciéndole daño, la necesitaba,

Ella le hacía ser mejor persona, sacaba esa parte de él que hacía meses tenía enterrada en su interior, no podía verla así, no quería, cuando le besó le dió las fuerzas que necesitaba para seguir luchando, el dolor físico y mental era tan grande que se había rendido, no quería vivir, deseaba morir allí, en aquella eslora, no se veía con fuerzas de seguir adelante, pero cuando le besó, algo dentro de él cambió, le devolvió a la vida, intentó hablar con ella, quería disculparse por el daño que le había hecho, pensó que ya pensaría en un plan para salvar a Sara, pero que no podía seguir teniendo tan cerca y a la vez tan lejos a Beca, eso lo estaba matando y la posibilidad de que otro hombre entrara en su vida le carcomía por dentro.

La voz de su amigo lo sacó de su nube.

- Tu mujer estaba súper preocupada, tío, casi se pega con un soldado que no la dejaba pasar, tengo que reconocer que los tiene bien puestos. - Dijo Marlon, Erick sonrió ante sus palabras.

- Le he dado un Walkie, por si quieres hablar con ella, quería venir pero no podía arriesgarme a que se enterará de nuestras habilidades, que es lo que hubiera pasado, si llega a verte aplastar las barandillas de la camilla mientras te grapaban.- Marlon sonrió y le tendió el Walkie a su amigo pero el apartó su brazo y con una mueca de dolor se levantó, Marlon se levantó con él y puso una mano en su pecho.

- ¿Dónde vas colega? Te acaban de dar 18 grapas en las costillas, no vas a moverte de aquí. - Dijo con el ceño fruncido. Erick apartó su mano y cogió su camiseta negra.

- Tengo que disculparme con ella por algo, y no voy hacerlo por un Walkie, ella no es un soldado, es mi mujer. - Dijo Erick mientras se vestía con el uniforme que Marlon le había traído.

- Estás hecho polvo Calahan, no llegarás al camarote, no seas cabezón, luego podrás disculparte. - Dijo Marlon cabreado, Erick se giró mientras se abrochaba los pantalones.

- Estás hablando con un hombre al que una hélice le ha embestido y sigue en pie, creo que podré cruzar un par de pasillos. - Dijo dando un golpe en el brazo de su amigo.

- Si te desplomas no pienso ir a buscarte. - Dijo Marlon señalándole con un dedo, advirtiéndole. Erick sonrió.

- Lo tendré en cuenta. - Dijo girándose para marcharse, Marlon lo miró salir cogeando y negó con la cabeza.

- Este tío es un capullo. - Se dijo a si mismo.

Erick avanzo por los pasillos agarrándose a la pared con una mano en las costillas donde le habían grapado hacia pocas horas, haciendo un gran esfuerzo llegó a su camarote y abrió la puerta.

Se apoyó en la pared mirando la escena con dolor, Beca estaba besando a Alejandro, una ola de ira le inundó, sintió un dolor más grande que el que tenía en las costillas, la traición. Espero unos segundos grabando esa escena en su retina y sin poder aguantarlo más carraspeó.

- ¿Interrumpo?. - Preguntó con la respiración agitada por el esfuerzo que había hecho para llegar, estaba sudando, pensó que igual tenía fiebre, pero no se inmutó. Beca al escuchar su voz se separó de Alejandro y cerró los ojos son girarse, no podía encararle, sabía que no le debía explicaciones después de como la había tratado, pero le dolió que él viera lo que acababa de hacer.

 Cuando Escuches Mi Mensaje.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora