Sin identidad.

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Beca le puso la pulsera de Sara a Linda y esperaron allí durante casi media hora, viendo cómo la gente subía al submarino, entonces Erick a gran velocidad pero con paso firme, se acercó a ellos, apartándolos un poco de la gente, para que no pudieran escucharlo.

- Escucharme bien, la pulsera que te he dado era de mi hija.- Beca le miró confusa, pero Erick la ignoró y continuó hablando .- Todos deben pensar que esa niña es mía y por ende tu, mi mujer. Está pantomima tiene que ser creíble ¿Queda claro? Te aseguro que para mí, esto no es nada agradable, no me caéis bien, no me gustais y no os ayudaría si no fuera por qué no quiero más problemas, pero si quieres que la niña suba, esa es la única forma, mi familia murió hace 5 días y nadie lo sabe, si lo hacéis bien, funcionará. - Beca miró a Erick con una mezcla de sorpresa, lástima, rabia y confusión, luego miró a su padre y ambos volvieron a ver a Erick asintiendo.

- Tienes que cambiar tu pulsera, la de mi mujer también era roja, así que no tendrás problema con eso. - Erick los miro con seriedad, dándole disimuladamente otra pulsera roja, en la que ponía Leonor 26 años.

- ¿Que importancia tiene el color de las pulseras? - Preguntó Beca cambiando las pulseras de su muñeca asegurándose de que nadie la viera y poniendo la otra en su lugar.

- Eso es información confidencial. Ya os e dicho que no quiero más historias con vosotros, dame tu pulsera, tengo que deshacerme de ella. - Dijo Erick, pero Beca no se la dió.

-¿Por qué no le das mi pulsera a otra persona, para que pueda salvarse ? - Contestó Beca sin entender porque iba a destruirla, aquello podría ser la salvación de una persona y no iba a tirar esa oportunidad a la basura.

- Mira niña, si revivo a mi mujer, otra persona debe ocupar su lugar, tengo que falsificar el acta de defunción, para no levantar sospechas, si a alguien le da por investigar podría llegar a ella y no queremos eso, saben perfectamente el número de documentos que embarcan en los submarinos, no puede faltar uno, al menos no uno de ese calibre, saben que falta una persona con pulsera roja, la de mi hija es verde y eso no les importa, pulseras verdes hay muchísimas, podemos prescindir de alguna, pero las pulseras rojas, deben estar en el submarino, así que no le puedo dar tu pulsera a nadie gatita, porque tú estás muerta. Ya te he dado suficiente información, deja de hacer preguntas de una vez.- Erick estaba empezando a cabrearse, aquella chica hacia demasiadas preguntas, la había ayudado para que no montase un numerito, y se formara el caos, la había ayudado porque aquella niña le recordó mucho a su hija y porque además sus órdenes eran precisas. No pueden prescindir de nadie con la pulsera roja ¿Por qué no podía conformarse con eso y dejarle en paz?.

- ¿Porqué coño me llamas gatita? Me llamó Rebeca.- Preguntó Beca con el ceño fruncido y dejando a Linda en brazos de su padre para poder poner sus brazos en jarras. Aquel chico era un completo idiota, no solo se creía superior a ellos si no que encima no paraba de ponerle odiosos apelativos.

- Porque no paras de revolverte, ¿no puedes agradecer lo que estoy haciendo por vosotros y punto? - Rugió Erick en un susurro, para no llamar la atención. Ernesto pasaba su mirada de uno a otro como en un partido de tenis. Sabía que su hija tenía mucho carácter y desde luego aquel joven también.

- No voy a agradecerte una mierda, si fueras una buena persona, salvarías a toda esa gente, en este submarino caben más personas de las que hay, tú estás al mando aquí, haz algo y deja de dar órdenes soldado de pacotilla. - Beca estaba roja de la ira. Erick se acercó a ella intimidante, agarrándola del brazo pero una voz a sus espaldas los interrumpió.

- Señor Calahan, ya están todos embarcados, solo faltan estás personas. - Un militar se acercó a ellos. Erick miró a Beca con furia, soltándola con suavidad y luego posó sus ojos en el militar.

 Cuando Escuches Mi Mensaje.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora