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–Cariño, deberías llevar a Roseanne de paseo-la rubia dejó los documentos que estaba leyendo sobre el enorme y pesado escritorio al escuchar las palabras de su abuela–Puede parecer que se está adaptando a vivir con nosotros, pero no es así-alegó acariciándole el cabello al mismo tiempo que la abrazaba por los hombros con su mano libre.

–Lo sé, desde el día que llegó está cada vez más decaída-suspiró recostándose sobre el costado de la mayor. Poco más de un semana es lo que la primogénita de los Lancaster lleva viviendo en su nueva residencia, sin embargo su presencia serena y calidez fueron capaces de colarse rápidamente en el corazón de sus protectores y hacerles preocuparse por ella como si la conocieran de toda la vida–ya ni siquiera sonríe con sinceridad-agregó Lisa sin estar segura de que alguna vez la vió haciéndolo, se había dado cuenta de que sus ojos decían mucho más que sus expresiones, obligándose, por alguna razón aún desconocida para la rubia, a esconder sus sentimientos de las personas que la rodean.

–Aprovecha que nosotros nos vamos esta noche y llévala mañana al lago-Jorge se unió a la conversación con una radiante sonrisa, la castaña le agradó desde el primer momento en que la conoció y además haría lo que hiciera falta para ver a su nieta feliz, incluso permitirle que llevará a alguien ajeno, al lugar sagrado de la familia O'Prian.

–Allí fue donde tuve la primera cita con tu abuelo-informó la de cabellos blancos con una radiante sonrisa, completamente convencida de que si tuviera que escoger, elegiría las mismas opciones que había tomado hasta ahora–y donde tus padres se comprometieron-agregó nostálgica, aún recordaba lo nervioso que se encontraba su hijo ese día, parecía un niño asustado en vez de un hombre que se disponía a crear una familia.

–Sin embargo yo no le voy a pedir matrimonio a alguien y aunque lo hiciera tampoco podríamos-aclaró un tanto incómoda por la última frase, siendo invadida por el deseo de que ellos estuvieran presentes el día que ella se comprometiera con alguien, a pesar de que no pudieran llevar a cabo el matrimonio.

–No es del todo así-descartó su escasa información–Desde la Edad Media existen ceremonias religiosas que se encargan de unir a personas del mismo sexo, aunque no se puedan gritar a los cuatro vientos-contó con la esperanza de algún día poder ver a la menor vestida de blanco y uniendo su vida a una mujer que la ame como merece–Dios no es tan cerrado de mente como los hombres, él solo quiere que todos sus hijos sean felices, sin distinciones.

–Roseanne no me ve de esa manera-negó la idea aferrándose más al torso de su abuela. Y a pesar de que no tendría lo que desea, está dispuesta a ayudarla en todo lo que necesite, así tenga que decirle adiós al final.

–Eso no tienes forma de saberlo-opinó con sinceridad y la sabiduría que sus años de vida le concedieron–además, el amor no es algo que nace de la nada-recordó lo que tantas veces le había dicho durante su crecimiento, necesitaba que su heredera fuera una mujer tan severa con los negocios como humana en sus relaciones–Hay que demostrarlo, regarlo y cuidarlo con cariño, es la única manera de que florezca-concluyó dejándolas solas, al final, hay un viaje que organizar.

–¿Es tan necesario que vayan?-inquirió con la respiración agitada mientras los veía partir en el coche de caballos. El Sol se ocultaba en el horizonte mientras la oscuridad comenzaba a teñir el cielo desde el extremo opuesto.

–¿Por qué? Oh-Lalisa la miró cayendo en cuenta del por qué de su reacción y el profundo dolor que podría estar sintiendo–Tus padres murieron en un accidente-musitó maldiciéndose por no pensar antes en lo que este viaje podría significar para Rosé, quizás debía haberse tomado más tiempo para contárselo y que se preparara para ese día inevitable.

–Sí, y desde ese día tengo miedo de que vuelva a ocurrir algo parecido-se sinceró aún con su cuerpo hecho un manojo de nervios; en su mente solo se repetía el momento en el que se enteró de la muerte de sus progenitores, haciéndola revivir el dolor una y otra vez.

Maybe in another life (Chaelisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora