14

24 4 0
                                    

–¿Realmente estás enamorada de ella, hermanita?-la interrogada asintió con los ojos cristalizados, los cuales se convirtieron en lágrimas descendiendo por sus mejillas en cuestión de segundos–Entonces se feliz, nuestros padres estarían muy orgullosos de ti y de que hayas tomado una decisión por tu bien sin pensar en los demás-una sonrisa sincera fue suficiente para calmar el resto de las dudas que le quedaban, y si bien no podrá nunca saber con exactitud que pensarían sus padres de su comportamiento, le bastaba con que las dos personitas que estos le dejaron en su vida lo aceptaran.

–Rosie-el murmullo de la más pequeña llamó la atención de las otras dos chicas «¿Qué pasa cariño?» inquirió la nombrada acariciándole el cabello–Yo, no entendí nada de lo que dijiste, pero Lis me agrada-ambas rieron por la inocencia de la infante, a pesar de ignorar lo que sucedía se las arregló para decir las palabras que su hermana necesitaba; esa era su forma de darle su aprobación.

–¿Rosé, te gustaría dar un paseo conmigo?-le cuestionó la rubia después del almuerzo abordándola a la entrada del jardín. Lancaster asintió enganchándose de su brazo con timidez antes de dirigirse a la salida a pasos lentos–No hay grandes multitudes alrededor de estas tierras-aclaró cuando notó a la más joven recorrer constantemente el lugar con la mirada, su acompañante sonrió encogiéndose de hombros antes de musitar «Eso no es de mi preocupación»–¿Entonces por qué te encuentras tan inquieta?

–Porque es la primera vez que salimos las dos así, la anterior solo me mirabas en silencio-soltó una suave risa nerviosa con esas escenas volviendo a su memoria; el calor se instaló en sus mejillas cuando sus ojos caramelos conectaron con los suyos acelerándole el corazón–¿Qué fue lo que te atrajo de mí Lisa?¿Por qué ocupo, ese, lugar en tu vida?-cureoseó detallando el rostro ajeno.

–Siendo sincera no estoy muy segura-la castaña frunció el entrecejo provocando que la mayor riera, no entendía como no sabía lo que la acercó a ella, se supone que si estaba arriesgando su vida al menos tenía que estar segura de que el motivo era el adecuado–la primera vez que fui a ese lugar fue por la curiosidad del anuncio en la entrada sobre la subasta-se posicionó frente a Rosé comenzando a desenredar esos días en los que sus sentimientos salieron de la nada y se volvieron tan fuertes que terminaron llevándolas a esta situación–y cuando te vi sobre ese escenario tan asustada ni siquiera pude ver que llevabas o no puesto-Lisa había visto mucho más allá de un cuerpo, había logrado llegar a su alma sin intentarlo. Una fuerza lo bastante poderosa como para cambiar el rumbo de la vida fue la que la impulsó esa noche, y en sus posteriores intentos de ganarse el corazón de la menor; algo inexplicable con palabras pero tan real como el amor que se profesaron bajo el cometa–Tus ojos pedían auxilio y no podía permitir que alguno de esos degenerados se atreviera a tocarte-manifestó acariciándole el rostro y todos sus sentimientos se revolvieron al recordar el pánico que le provocó sentir todas esas miradas sobre su cuerpo casi desnudo. La forma en que éste temblaba rogándole que mandara todo a la mierda y saliera corriendo, y como, fueron sus mismas preocupaciones las que le clavaron los pies al suelo evitando que huyera.

–Estaba aterrada, había buscado un oficio para mantener a mis hermanas, incluso pedí en el servicio de tu casa-contó sorprendiendo a la rubia, tal vez sí hubiera conseguido ese empleo en la mansión la historia hubiese resultado diferente, con el mismo final, pero un poco menos enredada. Lalisa entrelazó su mano libre a la de su contraria llevándolas a la espalda de esta antes de acercarla y plantar un cálido beso en sus labios para calmar los temblores de su pequeño ser–sin embargo todo fue un fracaso y no me quedó otra opción, nos quedábamos sin dinero y no podría permitir que ellas murieran de hambre-orgullo no es precisamente lo que sentía de esa desición, mas si era lo que debía hacer para que sus hermanas vivieran con un mínimo de dignidad, definitivamente lo hubiera hecho.

–Me enamoraste desde el primer instante en que cruzamos palabras, te creí tan frágil que sentía la obligación de cuidarte-y se había prometido hacerlo desde que las lágrimas de la joven la hicieran sentir como si se desgarrara por dentro–hasta que vi lo fuerte que eres, por todo lo que has pasado y sigues sonriendo-Lalisa le delineó los labios provocando que sonriera y ganándose de paso un beso en el dorso de su mano–Cuando me enteré de toda la verdad, me dolió mucho que me engañaras y no hubieras confiado en mí-le reveló apartando la mirada de su acompañante, realmente aún no comprende como tuvo el valor de salir corriendo y pedirle que se quedara–mas sabía que me dolería más perderte-confesó uniendo sus frentes, la vida puede ser una hija del demonio la mayoría de las veces, sin embrago tiene una forma muy curiosa de hacer las cosas.

–Y no existe día que no me arrepienta de mi desición, sé que debí haber confiado en ti-reconoció rodeando el cuerpo de la más alta y descansando la cabeza sobre su pecho. Lisa se encogió de hombros abrazándole la cintura, ese tema era algo que no podían cambiar por más que así lo quisieran y ella ya había aceptado que eso es parte de su historia.

–Mira, ese es el puesto de la señora Benjamin-loó la rubia señalado una humilde carreta a la entrada del pueblo junto a la que estaba una mujer mayor con una sencilla túnica que le cubría hasta los pies–tiene los mejores pasteles de frambuesas que puedan hacerse-tirando de Rosé sin mucha fuerza a lo que esta no siquiera se resistió–¿A qué estaba en lo cierto? No hay mejor cocinera que la señora Benjamin.

–Me halaga señorita Lalisa, es gratificante recibir tan buenos elogios de un paladar refinado como el suyo-la mujer disfrutaba tanto la presencia de la mencionada que comenzaba a incomodar a Roseanne, demasiadas risas y alagos le parecían falsos o con alguna doble intención, aunque no diera esa impresión en ningún momento–Perdone mi intromisión, pero yo... la he visto antes a usted señorita, en el pueblo quizás-habló dubitativa encendiendo todas las alarmas en la cabeza de la castaña, ella no recordaba haber tenido algún encuentro con su contraria, y la posibilidad de que haya sido en esa casa de servicios le parecía una terrible coincidencia.

–No lo creo, hace bastante tiempo que no voy por allí-declinó con la cortesía que su nerviosismo le permitió y el postre que con tanto gusto se había comido amenazaba con abandonar su estómago si la situación continuaba. Lisa la miró y entendió al instante que era hora de despedirse–Me aterra que alguien pueda reconocerme como una de las chicas de ese lugar-aclaró una vez que nadie más las podía oír, ese sería un fantasma que la perseguiría por mucho tiempo. El brazo de la mayor le rodeó los hombros besándole la frente «Nadie te verá así porque no perteneces a aquel lugar, ni siquiera luces como esa chiquilla asustada que conocí allí», Rosé hizo un ademán de asentamiento para luego recargar la cabeza sobre su hombro–Regresemos a casa antes de que oscurezca más-el trayecto fue silencioso, solo se escuchaba el sonido del viento al chocar con la hierba y los árboles acompañados de la música de los grillos y las piedras bajo sus pies.

–Señora O'Prian, traigo noticias del pueblo-justo cuando las jóvenes entraban por la puerta del salón uno de los empleados recuperaba el aliento frente a Elizabeth, dejándolas sorprendidas–Hay volantes con el rostro de las tres señoritas Lancaster por todas partes-comentó recomponiéndose antes de extender la mano con un trozo de papel doblado que sacó de su bolsillo–mire.


Holis🙋
🥳Feliz fin de año y feliz año nuevo🥳, espero que la pases bien y que este 2024 sea un poquito menos mierda que el 23. Que se cumplan sus metas y encuentren el amor de paso🤭. Los amo🥰😘.

Bye bye 🙋.

Maybe in another life (Chaelisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora