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–¿Realmente es necesario que vayan? Es solo otra estúpida fiesta-se quejó la adolescente con un prominente puchero en sus hermosos labios en forma de corazón.

–Jisoo Lancaster-masculló su hermana mayor entre dientes–esas no son las maneras de hablar de una jovencita de la clase alta, mucho menos frente a tus mayores-a diferencia de la pelinegra, Rosé se tomaba muy enserio las clases de etiqueta, los buenos modales y todas las buenas mañas de una dama de sociedad–Madre, padre-hizo una reverencia siendo imitada por sus dos hermanas menores antes de fundirse en un abrazo familiar con sus progenitores.

–Que tengan un buen viaje y que Dios los acompañe-habló la menor con su distintiva dulzura provocando que sus padres asintieran antes de besar las frentes de sus preciosas hijas.

–Compórtense y obedezcan a su hermana, ella sabe lo que se debe hacer y lo que no-advirtió su madre acunando las mejillas de las pequeñas y mirando con orgullo a su primogénita. Roseanne Lancaster es la joven doncella más codiciada por los caballeros y la envidia de las otras chicas de familias pudientes, tanto por su deslumbrante belleza física como espiritual.

–Aunque tampoco olviden divertirse-su padre les guiñó un ojo cómplice ganándose un pequeño golpe de parte de su esposa; él se encogió de hombros murmurando un «solo son niñas»–Ya nos tenemos que ir, estaremos de regreso en una semana. Las amamos, nunca lo olviden-un ligero sabor amargo quedó en la boca de los cinco presentes con esas palabras, mas solo terminaron de despedirse viendo el carruaje con los mayores desaparecer en el horizonte.

–No sé por qué tenían que irse-bufó la del medio con el ceño fruncido–tengo una sensación muy rara en el pecho desde esta mañana-murmuró con pesar abrazándose a la cintura de la castaña siendo imitada por Jennie, la más pequeña de la familia.

–Ya verás que estarán bien, en una semana los volveremos a ver y seguro nos traen regalos de ese pueblo-intentó tranquilizarla Rosé acariciando su cabello azabache–Vamos dentro, seguro la señora Clara ha preparado ya la merienda. ¿Tienen hambre?-inquirió con una sonrisa logrando sacarle suaves risas a ambas antes de verlas correr al interior del palacete, solo por hoy no les diría nada; observó por última vez el camino por el que se habían ido los adultos soltando un suspiro pesado «por supuesto que regresarán» se dijo a sí misma como cada vez que los veía partir.

Se adentró en la enorme construcción de piedra dirigiéndose a la cocina para encontrarse con las niñas ya sentadas en sus lugares con galletas y té frente a ellas.

–Te estábamos esperando Rosie-anunció Jennie moviendo sus cortas piernas en el aire dándole un aire aún más infantil–La señora Clara hizo galletas de nuez y té de tilo como te gusta-chilló provocando que la adolescente a su lado rodara los ojos, nunca entendería la constante emoción de su hermana hasta por las cosas más insignificantes. La mayor ocupó su lugar en la mesa empezando a comer en silencio disfrutando del refrigerio.

–¿Alguna de ustedes quiere acompañarme a leer en la biblioteca?-les preguntó una vez terminada la comida, sus contrarias arrugaron el entrecejo encontrando descabellada su propuesta, «Rosé realmente es aburrida», las dos compartieron el mismo pensamiento poniéndose de pie y lléndose sin contestarle–¡No me ignoren! Es divertido leer-puchereó viéndolas por la ventana corriendo por el jardín trasero–Supongo que no será tan malo jugar un poco, mientras mamá no se entere todo estará bien-sopesó recogiéndose en vestido con las manos y emprendiendo una carrera para reencontrarse con las menores.

Pasaron la tarde jugando a las atrapadas, impulsándose en los hermosos, y muy poco seguros según su madre, columpios que su progenitor les había construido en el gran roble que adorna el centro del jardín.

–¡Rosie!-vociferó la infante llegando hasta la mencionada con dos coronas de flores en su mano y una adornando su cabeza. Su hermana desechó la idea de reñirla cuando esos ojitos cafés brillantes la miraron con cariño; suavizó su expresión inclinándose para que su acompañante le colocara el adorno–También hice una para ti Chu-agregó llegando hasta la pelinegra, está la miró con enfado bufando después por no poder negarse a lo que la niña le pidiese; se inclinó también teniendo en segundos la corona sobre su cabeza.

–Señorita Roseanne, la cena ya está servida-anunció el ama de llaves desde la puerta de servicio, la nombrada agradeció mirando a sus contrarias en una orden muda; las otras entendieron siguiéndola al interior de la casa lavándose y sentándose a comer todas juntas en el enorme comedor. Un par de horas después ya cada una se encontraba en su habitación cómodas entre los confortables brazos de Morfeo.

Fuertes golpes despertaron el terror en la casona y a los habitantes de esta, las Lancaster se encontraron en el pie de la escalera solo cubiertas por sus pillamas de seda. La criada las miró pidiendo permiso para abrir, si hubiera sido un ladrón los hombres de seguridad ya los hubieran detenido.

–¿Quién vendría a molestar a estas horas de la madrugada?-indagó la menor con los ojos fijos en la enorme pieza de madera siendo abierta.

–Ya lo sabremos en unos momentos-musitó Rosé rodeando a sus hermanas de forma protectora, ninguna tenía una buena sensación de esta visita inesperada. Dos hombres del departamento de policía del pueblo hicieron acto de presencia en el recibidor asegurándose de mantener la vista en el suelo.

–Buenas noches y disculpen la molestia-habló uno de ellos, el más jóven–pero es de suma importancia la noticia que hemos venido a entregar.

–El carruaje en el que iban el señor Richard y la señora Clare Lancaster ha sufrido un accidente-pronunció con un tono solemne provocando una fuerte conmoción en todos los presentes–ninguno ha sobrevivido, reciban nuestro más sentido pésame-el mundo de las chicas calló al suelo junto a sus lágrimas.

La castaña solo pudo mirar a sus pequeñas hermanas aferrarse a su cuerpo como un náufrago a una tabla. Ahora le tocaría ser fuerte por ella y por sus hermanas, ya no tenían a nadie que velara por ellas, están completamente solas.


Holis🙋
No me pude resistir a publicarla, demorarán un poco las actualizaciones, pero espero que le den su apoyo. Los amo😘😍.

Bye bye 🙋.

Maybe in another life (Chaelisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora