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Tras una larga y fría noche de viaje el letrero con la palabra Virminghan les daba la bienvenida al pueblo donde vivirían a partir de ese momento. El corazón de Rosé se apretó en su pecho al ver el carruaje alejarse luego de dejarlas en el centro; sus ojos escocieron y por más que se prometió que no lloraría sentía que en cualquier instante fallaría a esa promesa.

–¿Qué haremos ahora Rosie?-la voz quebrada de la menor llamó la atención de sus hermanas que rápidamente se arrodillaron frente a ella e intentaron calmarla, sin éxito alguno. Sus contrarias tenían las mismas ganas de sentarse en el suelo y llorar hasta que todos sus problemas se resolvieran; sin embargo estos no se solucionarían solos, la mayor sabía que tenía que ser fuerte y plantarle cara a las dificultades, las dos personas que más ama en el mundo dependen de ella. Jisoo, por su parte, sabe lo mal que lo está pasando la castaña y no quiere darle otro mal rato; ya podría llorar a gusto cuando tengan un techo sobre sus cabezas.

–Quédense aquí en la sombra un momento y cuiden nuestras pertenencias-la joven acomodó el cabello de sus acompañantes con un suspiro y una sonrisa sin dientes. Necesitaba cuidarlas, que sintieran lo menos posible las consecuencias de todo lo que había ocurrido en su familia–yo iré a preguntar por alguna casa que podamos rentar, estaremos bien-les dió la espalda pidiéndole fuerzas a los cielos, ni siquiera le agrada la idea de dejarlas solas ahí, mas no puede permitir que estén presentes si alguien le contesta de mala forma–Buenos días señora, disculpe la molestia pero me gustaría hacerle una pregunta-se acercó a una de las pocas casas abiertas a esa hora de la mañana donde una anciana alistaba todo para abrir la modesta taberna del pueblo.

–Buenos días a usted. ¿Qué se le ofrece señorita?-contestó ella con una sonrisa amable dejando a un lado sus labores.

–Quisiera saber con quién tendría que hablar para rentar una de las casitas que están a la entrada del pueblo-habló mirándola directamente a los ojos para inspirarle confianza, si permanecerían ahí como residentes debían agradarle al menos a un par de sus vecinos–Es para mis hermanas y para mí-la noticia de la nueva arrendataria correría como fuego en pólvora seca, mínimo, que la dieran bien, sin especulaciones raras.

–A dos casas de aquí vive Edward Parker-señaló a una de las mejores casas del lugar, no era nada comparado con el palacete de los Lancaster, sin embargo tampoco era una choza como el resto en ese lugar–él es el que lleva ese negocio, es una persona amable-agregó antes de asentir con la cabeza y seguir con su trabajo dando por finalizada la conversación. La castaña comenzó a caminar en esa dirección llamando después a la puerta y siendo recibida por una chica aparentemente de su edad.

–Buenos días-realizó una reverencia seguida por su contraria–¿Se encuentra el señor Parker en casa?-inquirió con voz suave, esperaba que no se notara lo desesperada que se encuentra.

–Sí, mi padre está en su estudio, le diré que lo solicitan-habló de igual forma dedicándole una sonrisa educada–por favor pase a la sala y espérelo ahí-se hizo a un lado permitiéndole la entrada–¿Le apetece un té?

–No, gracias, es muy amable-desechó el ofrecimiento deseando terminar con esto lo antes posible e irse con sus hermanas; debían estar muriendo de hambre. Pronto el mayor apareció frente a ella con una altura imponente, no por debajo del 1.80, cabellos rubios y rizados, y unos enormes ojos azules que parecían atravesarte el alma. Luego de hacer las presentaciones pertinentes se sentaron en extremos diferentes de la sala–Lo que me trae aquí es mi deseo de rentar una de las casas a las afueras de Virminghan.

–Serían tres coronas por mes y advertirle que no permitiré a ningún hombre visitando la vivienda-advirtió y Rosé prácticamente saltó del asiento estrechando la mano del mayor jurándole que seguiría al pie de la letra lo que le había pedido; pagando un mes por adelantado, no sabía hasta donde les alcanzaría el dinero y hay que prevenir.

–Es bastante pequeña, lo siento, es lo único que pude conseguir-comentó la mayor ya frente a la casa con las menores; sinceramente no era la gran cosa, una habitación mediana, una pequeña sala, una cocina-comedor, un baño y un jardín bastante descuidado.

–Para nosotras es más que suficiente-la adolescente se recostó al hombro de Rosé con una sonrisa queda, no era a lo que están acostumbradas, pero algo es algo, es mejor que dormir en la calle.

–¡Es muy bonita y acogedora!-gritó la pequeña desde dentro de la vivienda–Me recuerda a mi casita de muñecas-sus acompañantes rieron entrando a su nuevo hogar y dejando sus pertenencias en el lugar correspondiente.

–¿Está bien si las dejo arreglando todo y voy a buscar un empleo?-no quería dejarlas, bastante tenían con haber estado la mitad del día solas. Estas estuvieron de acuerdo pidiéndole que no se preocupara y que cuando regresara la casa estaría impecable.

Para su desgracia la mujer no es muy apreciada en esta sociedad, mucho menos si no pertenece a la clase alta. Aún así solo servían para esposas y madres. Son escasas las posibilidades de trabajo que se les pueden ofrecer, sirvienta, ama de casa, trabajadora en un telar y como última opción, totalmente desesperada, dama de compañía.

La joven recorrió el pueblo solicitando empleo en cada uno de los locales, incluso preguntó si la familia O'Prian necesitaba muchachas de servicios, pero le dijeron que ya estaban completos. Ya cayendo la noche había agotado sus principales posibilidades recibiendo un no por respuesta en cada uno de sus intentos.

Con la desesperación recorriendo cada milímetro de su cuerpo volvió a mirar el local colorido, el que hace un par de días ni siquiera se hubiera atrevido a tener en sus pensamientos, y con las lágrimas deslizándose por sus ojos como dos cascadas salvajes se aventuró a su interior. No le quedaba otra opción que aceptar su destino, por muy cruel que este quiera parecer.

Holis 🙋
¿Qué les está pareciendo?¿Cuando creen que aparecerá Lisa?¿Qué papel creen que jugará Lis en esta historia? Dejen sus opiniones en los comentarios, estaré encantada de leerlas. Los amo🥰 😘.

Bye bye 🙋.

Maybe in another life (Chaelisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora