Taiju, que se enamoró de un chico que conoció en su instituto, no sabía cómo podía declararle su inesperado amor, por lo que simplemente decidió ir a una biblioteca, y utilizar los ordenadores para encontrar una web que le proporcionara ideas para c...
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⚠️ AVISO ⚠️ Este capítulo contiende escenas +18, que podrían no ser del gusto de todo el mundo, por lo que pido discreción y respeto. También aviso que normalmente todos los capítulos tienen unas cruces (♱), pero en los capítulos con este tipo de escenas, tendrán las estrellas invertidas (𖤐) como se ve en este capítulo. Ahora si, gracias y que disfruten del cap :]
Haruko
Tomé sus mejillas con delicadeza y acerqué mi rostro al suyo para juntar nuestros labios.
Tras este acto, Taiju no perdió ni un solo instante aprovechó para acercarse más a mi y deslizó una de sus manos por mi cintura.
Se le notaban todas las intenciones, pero la verdad, no estaba de ánimos como para negarle algo.
Profundicé el beso, haciendo que nuestras lenguas conectaran y se mantuvieran en constante roce durante un tiempo, hasta que nos quedamos sin aire.
Después, nos miramos a los ojos, con las respiraciones notablemente agitadas. Mierda, se veía extremadamente sexy en esos momentos.
Logré girarle y me senté sobre su abdomen, para volvernos a fundir en otro beso, aún más apasionado que el anterior.
El recorrió mi cuerpo con sus manos, para después pararlas en mis muslos, los cuales acarició y apretó varias veces. Y si él me manoseaba, yo no me iba a quedar atrás.
Deslicé una de mis manos por su cuello hasta llegar al destino final, que estaba cercano: su pecho. Comencé a masajearlo y apretarlo, notando como la excitación recorría cada una de mis células.
Shiba-senpai se sorprendió levemente, pero no paró en ningún momento. De hecho, le tomó tan solo unos segundos soltar una pequeña risita entre besos y empezó a soltar cortos suspiros, indicando que no la estaba pasando tan mal.
Repentinamente, tomó mis glúteos en sus manos, acto que si que no me esperaba, por lo que solté un pequeño suspiro que casi se convertía en gemido, pero logré contenerme. A la chingada, este tipo calentaba demasiado.
—¡T-Tú! Casi hago un- podríamos despertar a tus hermanos, a si que relájate— le susurré con enfado y con el calor que notaba en mis mejillas. Miré a Taiju, pero parecía realmente... excitado. Mucho.
Sin pensarlo en exceso, me separé de él momentáneamente y dirigí mi mano a su entrepierna, para notar su miembro duro, seguro que un poco más y rompía su pantalón.
—No me importa si se despiertan, quiero disfrutar de esto hasta que me vuelvas a decir que te tengo que conquistar primero— susurró en mi oído, provocándome un escalofrío. Esto no va a acabar bien.
En un abrir y cerrar de ojos, me había tumbado y estaba entre mis piernas, mirándome fijamente. Se dirigió a mi cuello y comenzó a besarlo y a darle pequeñas mordidas, por lo que tuve que tapar mi boca para no soltar ningún tipo de ruido.
