♱ 𝐈𝐝𝐞𝐚 𝟔 ♱

762 95 39
                                    

Haruko

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Haruko

—Haruko, te amo.

Me quedé paralizado. Espera, esto... ¿ESTO PUEDE SER QUE LOS AMARRES FUNCIONARON?

De la emoción de solo pensar que soy un maestro en los amarres, comencé a sonreír, pero milagrosamente di cuenta de que me tenía que hacer el sorprendido y el difícil, se me acababan de declarar.

—¿Uh? ¿Qué madres estás soltando ahora?— seguí sin darme la vuelta porque no me atrevía a mirarle al rostro, ya que sentí que me iba a dar un chungo si veía sus ojos.

Pero parece que Shiba-senpai tenía otros planes y me agarró con delicadeza pero fuerza el hombro, me giró y así nos quedamos cara a cara. Bueno, más bien cara a tetas- perdón, es que son fascinantes.

—Esto va muy enserio, Haru, te am- — le tapé la boca y bajé la cabeza para contar hasta 1000 un par de veces, porque sino, de verdad que me voy con Satán.

—O-Okey, Shiba-senpai, lo entendí, no hace falta que sigas— carraspeé y levanté la cabeza, para ver su cara de preocupación ocultada por una de seriedad. —A ver, tengo... tengo una pregunta.

—Está bien, ¿qué dudas tienes?— me miró fijamente mientras se acercaba a mi.

—¿Cómo... es que me amas si hemos empezado a hablarnos como tal hace un par de semanas?— le pregunté, pero ya estaba peligrosamente cerca, por lo que traté de empujarlo.

—Muy fácil, nos conocemos de hace mucho tiempo y me gustas casi desde entonces— se agachó a mi altura. —¿Y bien, te gustaría... salir conmigo?—agarró mi cintura y me pegó a él de tal manera que mantuvimos contacto visual continuado, pero...

—CÓMO TE RESPONDO A ESO SI ME MIRAS ASÍ HIJO DE TU PINCHE MADRE— bajé la cabeza tras chillar lo que justo quería pensar, entre tanto le pegaba puñetazos en el abdomen de Taiju, el cual ni se inmutaba.

—¿Te pone nervioso que te mire, Haruko?— me quedé petrificado por unos segundos y luego levanté la mirada lentamente para encontrar la cara que justo me imaginaba que tendría: estaba sonriendo mientras arqueaba una ceja y me pegaba más a él.

Me quedé un rato parpadeando ya que no sabía cómo reaccionar a aquello. Poco después, decidí que la mejor defensa es una ofensa, por lo que tomé el cuello de Shiba-senpai, lo atraje hacia mi poniéndome de puntillas y sellando nuestros labios.

Él no se apartó, de hecho aprovechó la situación e hizo que enroscara mis piernas en su cadera estampándome contra la puerta.

Tras un rato de manoseo bastante intenso, me sujetó poniendo una de sus manos en mis glúteos, nos separamos y besó mi frente para intentar abrir la puerta.

En cuanto lo logró, pasamos al otro lado cerrando tras de sí. Por fin estábamos al lado de las escaleras, justo como quería. Le señalé que me dejara en el piso, cosa que obedeció sin rechistar, a si que acaricié su mejilla con una sonrisa, le di un pequeño pico y cuando vi que sus ojos se cerraron, salí corriendo a la velocidad del mismísimo Rayo McQueen.

Cuando ya bajé una planta y ya iba por la mitad de la segunda, escuché a Taiju chillar un "CHE, FRENA HARUKO, NO HUYAS" o algo así, lo que solo hizo que me tensara aún más y que bajara aún más deprisa.

Cuando logré salir de la escuela, decidí ir por el lado contrario a donde estaba mi casa por las dudas, hasta que llegué a un parque infantil. En el parque vi, justo al lado de los columpios, una especie de cápsula con agujeros, el escondite que justo necesitaba para quedarme escondido.

Me metí por uno de los huecos y traté de calmar mi agitada respiración, ya que estuve corriendo durante todo el maldito pinche día de mierda.

Repentinamente escuché nuevamente unas zancadas aproximarse. También tenía la respiración entrecortada y se tomó un tiempo parado antes de continuar andando por la zona.

—¿Haruko? Escucha, deja de huir, no sé qué pijas pasó para que salieras corriendo— tapé mi boca para hacer menos ruido, notando que se acercaba más a donde me encontraba yo.

—No te escondes tan mal— miré frente a mí y pegué un bote cuando procesé que me había encontrado.

Me alejé lo máximo que pude de él, que tampoco era mucho y me quedé mirándole fijamente, hasta que le sonreí de manera incómoda y le saludé con una mano lentamente.

Taiju suspiró y se sentó como pudo, ya que casi ni entraba, porque es un maldito poste de luz. Se pasó la mano por la cara y el pelo, para después bajar la cabeza.

Cuando ya me estaba dando algo de pena y extendí mi mano para tocarle el hombro, pero levantó de golpe la cabeza y cuando quise darme cuenta ya estaba sujetándome de la muñeca con firmeza.

—Vale, ya que cada vez que trato de hablar sales corriendo, dime tú— espetó mirándome fijamente. Yo pestañeé un par de veces y ladeé la cabeza.

—...¿Qué tengo que decir exactamente?— balbuceé viéndole algo confundido e incómodo.

—Qué es lo que sientes en verdad— espetó a gran velocidad tras mis palabras.

¿Qué es... lo que siento? En verdad, ni yo sé qué es lo que siento. Lo único de lo que en verdad estoy seguro es que le quiero putear, me gustan sus tetas, y sus ojos, y cuando sonríe, y su cabello, y- mierda.

Sentí como me estaba dando un cortocircuito mental al darme cuenta de que- podía ser... que me atraía; pero al rato me di cuenta de que el mayor me estaba mirando algo espantado.

Sacudí la cabeza como si esto fuera a eliminar mis pensamientos, para después examinarlo de arriba a abajo.

—...Creo que... necesito que nos conozcamos más y- — me quedé pensando qué era lo que iba a decir, con la atenta mirada de Taiju puesta en mí.

—¿Y...?— me dijo acercándose un poco más a mí, intrigado.

—Y- luego me pienso si... somos algo más y esa chingada...— susurré cuando me di cuenta de lo vergonzosa que era la pendejada que estaba diciéndole a el chico frente a mí.

—Es decir, solo tengo que conquistarte, ¿no?— soltó tras un silencio, con una inmensa sonrisa.

¿Qué carajos está pensando este estúpido?

—Eh... ¿si?— respondí dudoso de a lo que se refería Taiju. ¿Es que estamos en una historia de amor para que me tenga que "conquistar"?

—Un mes. Dame un mes y me das tu respuesta, ¿sale?— me preguntó totalmente convencido de sus palabras, tomando mi mano.

—...Está bien. Tienes un mes para conquistarme— solté en una pequeña risa.

Esto va a estar muy interesante.


Esto va a estar muy interesante

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Ideas para conquistarle || Taiju Shiba x Male OcDonde viven las historias. Descúbrelo ahora