Capítulo 11: El recuerdo y el trabajo.

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Al escuchar la cantarina voz de aquella joven de cabellos rosados, Janeth se dirigió a mirarla con cuidado por unos momentos que se sintieron eternos, capturando mejor la descripción dicha: Era una joven de por lo máximo 17 años, sus ojos al igual que su cabello eran del característico color rosa de la familia Rosebud; a pesar de estar en cierto lugar lejano del centro del pueblo, portaba vestiduras dignas de una noble, por lo que resaltaba fácilmente.

Janeth empalideció por unos segundos, una memoria fugaz recorrió su mente sobre aquella vida que dejó atrás; sentía su corazón palpitar de manera más veloz ante la presencia de la joven.

En ese pasado;  Emilia Rosebud, la hija menor del marqués Rosebud, era conocida por su presencia casi nula en la alta sociedad, expresado por ella misma: Si no hay algún tema de mi interés, entonces no veo motivación para venir más que los postres que ofrecen.

A pesar de sus pocas apariciones, era bastante popular por sus consejos hacia cierto número de mujeres en cuanto a relaciones se trataba; a tal punto en que la llegaron a comparar con una casamentera a pesar de su corta edad. Sin embargo, otra noticia cubrió su nombre tras una tragedia: La hija menor de la familia Rosebud había fallecido, al parecer había ingerido un alimento envenenado por una dama que, enojada por su lectura negativa en el amor, había cobrado venganza.

Janeth en el pasado solo había interactuado una vez en específico con Emilia, siendo esa la vez en la que la joven de cabellos rosados indicó que no debía confiar en un corazón ciego, una clara advertencia para los sentimientos de Janeth en ese tiempo; sin darse cuenta, había sido advertida sobre la conducta de aquel hechicero que la traicionaría a mitad de la guerra.

La misma Emilia Rosebud ahora se encontraba frente a ella con un aspecto más joven, comentando sobre su poca atracción hacia el príncipe mayor. Janeth aún no se acostumbraba completamente a ver rostros de aquellos que habían fallecido en esa vida, pero no era el momento de pensar en aquello, después de todo el silencio lentamente se volvía incómodo.

"... Usted es Emilia Rosebud, la hija menor del Marqués Rosebud, ¿no es así? Su hermana me ha hablado mucho sobre usted, es un gusto finalmente conocerla."

Emilia respondería al levantarse de su asiento y hacer una corta reverencia hacia la princesa, posteriormente al Janeth indicar que podía sentarse, volvió a su asiento, continuando con su merienda.

"El gusto es mío, su alteza; ¡Ah! no me tome a mal lo que dije acerca de su majestad, el príncipe Bávilo."

"Sé que no lo ha dicho con mala intención; después de todo, en gustos y colores no hay autores. Dejando eso de lado, ¿podría preguntarle sobre sus motivos para que su gusto hacia el príncipe sea.. distinto? Tengo entendido que no solo usted, pero otras damas de la alta sociedad también tienen una opinión similar."

La joven de cabello rosa le ofreció el asiento frente a ella para continuar su conversación; Sir Eliah, a pedido de Janeth, se sentó en el asiento contrario a la ventana; a este punto ya era usual para él que la princesa prefiriera que todos se encontraran sentados al comer. 

Con aquellos ojos vivaces, Emilia observó al caballero de armadura brillante, embelesada por unos segundos antes de mirar de reojo hacia Janeth, sin revelar su pensamiento continuó la charla tras tomar otro bocado de su postre. 

"Me sorprende que hasta este punto no haya escuchado esa historia; no importa, ¿quién mejor que yo para contarle lo que sucedió?"

"Escucharé con atención. "

"Verá, esto sucedió hace casi 8 años..."

...

"La reputación el príncipe Bávilo nunca ha sido buena completamente a pesar de que su madre fuera la mujer más influyente en la alta sociedad.

𝗥𝗼𝘆𝗮𝗹 𝗞𝗮𝗿𝗺𝗮 | Las joyas de la princesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora