La Modelo | Jenlisa (G!p)

9. Sentimientos

Jennie

Lisa regresaba hoy de Los Ángeles después de una semana y media, debía ser sincera y admitir que la extrañaba, me había acostumbrado a su compañía más de lo que pensaba, siempre estuvimos hablando cada que ella estaba libre pero solo era por minutos.

Extrañaba estar con ella como antes, me gusta más cuando podemos hablar por más tiempo. Decidí ir a buscarla al aeropuerto de sorpresa pero sabía que ella podía salir por la zona vip del aeropuerto así que me ahorré las molestias y le dije a su manager que iría por ella.

Cuando llegué al aeropuerto habían reporteros esperando a Lalisa pero al verme empezaron a tomar muchas fotos, los saludé y al terminar entré para buscarla, llamé a Wonjae su otro manager y el me dijo en donde estaban específicamente así que caminé hacía allá.

Cuando llegué Lalisa me vio extrañada y inclinó su cabeza porque no esperaba verme ahí, caminé hacía ella y la saludé con la mano para luego darle un abrazo.

-. ¿Qué tal estuvo el vuelo?-le pregunto metiendo mi mano dentro de su abrigo y dándole caricias en el brazo -. ¿Dormiste?

-. Un poco, pero necesito llegar a mi casa y tumbarme todo el día en mi cama-dice ella -. ¿Por qué no me dijiste que vendrías?

-. Quería darte una sorpresa-respondo mirándola

-. Lo hiciste, no esperaba verte aun-ella rasca su cabeza -. Pensé que te vería mañana.

-. ¿No quieres verme ahora? Me puedo ir si eso quieres-le digo algo molesta pero lo disimulo -. Nos vemos mañana entonces.

-. No Jennie espera-ella sujeta mi mano y me abraza -. No me mal interpretes, es que estoy algo cansada.

-. Entiendo-respondo acariciando su espalda -. Pero puedo irme si es lo que quieres para que puedas descansar, no quiero estorbar.

-. Deja de decir tonterías Jennie, vayamos de una vez a tu casa-me dice poniendo un brazo en mis hombros -. Me quedaré contigo hasta la noche, debo hacer algo en mi casa.

-. De acuerdo, vámonos-camino con Lisa mientras ella deja su brazo alrededor de mis hombros -. Haré de comer algo que quizás te guste, es una sorpresa.

-. ¿No me darás una pista?-pregunta volteando a verme

-. No, tendrás que esperar-le digo -. Puedes dormir y cuando sea hora de comer te levanto.

-. Odio que me despierten-dice

-. Lo remediare con la comida y un par de besos-la miro y sonrio

-. Me convenciste con los besos.

Ya en casa

Lalisa se dio una ducha y se fue a recostar en mi habitación, yo me puse a cocinar alguna de las recetas que había visto en internet, mientras Lisa estuvo fuera aproveché y todas las noches veía vídeos de comida Tai para sorprenderla.

Lalisa una vez me habló de una comida así que anoté su nombre para prepararsela. Mientras hacía su comida me di cuenta de que ella realmente me estaba empezando a gustar, ya no solo era atracción, Lisa realmente estaba ganando mi corazón.