La Modelo | Jenlisa (G!p)

25. Perdón, Te Amo

Jennie

Después de tanto sobrepensar por lo que había pasado caigo en un profundo sueño, estaba agotada.

Cuando me desperté era de noche, primero fui a la cocina para rpeparme algo de comer porque moría de hambre, luego de eso subí a mi habitación a buscar mi teléfono y no tenía nada de nada, ni una sola llamada o mensaje de Lalisa.

¿Por qué estaba esperando algo de ella? Si antes fui muy clara y le dije que si se iba no volviera.

Pero de nuevo esos pensamientos volvieron a invadir y mi mente y mientras sujetaba mi teléfono solo pensaba en hablar con ella.

Pero luego esa idea de llamarla entró en mi cabeza, abrí su contacto y estaba debatiendome en si hablarle o no, al final termine apagando la pantalla y dejándolo en la mesa, no tenía sentido que lo hiciera, yo misma la había echado de mi vida prácticamente.

Me tiro sobre mi cama y solo miro al techo, ¿por qué me pasan este tipo de cosas a mi? ¿Por qué no puedo llevar una vida tranquila y sin este tipo de situaciones? Solo quería estar en paz pero siempre terminaba todo de cabeza.

Tomo mis sábanas y me cubro con ellas, si había una cosa que hacía que dejara de pensar tanto era dormir, así que eso era lo que iba a hacer para no pensar tanto en ella, quizás mañana y los próximos días siga pensando en Lalisa pero ya quedaban para esos días, ahora pretendía dormir porque iba a terminar llorando y era lo que menos quería.

Cierro los ojos y busco la posición más cómoda hasta encontrarla, pero no podía hacia que solo daba vueltas por toda la cama.

En eso el timbre suena y yo me siento inmediatamente, ¿será posible? ¿Acaso podría ser? No lo creo. Bajo rápidamente las escaleras y casi me caigo, llego a la puerta y la abro encontrándome justo con lo que esperaba.

—. Perdón–la escucho decir —. No es justo para ti que te culpe cuando tu solo habías seguido con tu vida, tienes todo el derecho de estar con quien quieras y no estas obligada a contarme todo lo de tu vida.

—. Yo–Lisa me corta

—. Yo aparecí hace un par de meses y no tengo derecho a reclamarte nada, además tampoco te he insinuado algo más que una amistad–sigue hablando mientras me mira a los ojos —. Pero si hay una cosa que debes saber es que te deseo, te deseo como a nada en este mundo y por supuesto que me muero por estar contigo.

—. ¿Esta hablando en serio? ¿Después de lo que te dije?–le pregunto

—. Eso no es nada a comparación de lo que te hice hace años Jennie, y entiendo que no quieres volver a vivir eso–responde —. Ahora solo quiero hacerte feliz y no volver a arruinarlo.

Una sonrisa sale de mi y Lisa sonríe avergonzada, ella se acerca un poco a mi dejando nuestros rostros a pocos centímetros de distancia. Me empecé a poner nerviosa, después de tanto tiempo la tenía muy cerca de mi y me respiración se empezó a acelerar.

—. ¿Y qué estas esperando para eso?–es lo que le digo muy cerca de sus labios

—. Nada, solo esto–responde

Lalisa sostiene mi rostro y me besa, me besa con tanta pasión y amor, ella deseaba ese beso tanto como yo y era notable. Ella lleva sus mano a mi cintura y yo tomo una de sus manos para dejarla en mi trasero.