Primer especial: La fiesta

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Nota del autor:
Dedicado especialmente a mi amiga, Conny. (Aka Un_Pan) por todo su apoyo a lo largo de este proceso de escritura, y especialmente por soportarme desde hace mas de 8 años. Love u, girl. <3

Era mediados de otoño, y la atmósfera estaba impregnada de una sensación especial. Las hojas secas caían de los árboles con una especie de avidez, como si quisieran entrelazar el suelo con sus colores cálidos. En medio de esta pintoresca escena, se estaba gestando un evento que tenía a todos los habitantes jóvenes del pueblo emocionados: una fiesta en la casa azul mar. El viento soplaba con mayor intensidad aquella noche de viernes, envolviendo las ramas casi desnudas y llenando el aire con su ruido característico. En un lugar que solía ser tranquilo y silencioso como Pueblo Pelicano, este tipo de eventos comunitarios eran el remedio perfecto contra la monotonía.

Jodi había accedido a la petición de su hijo mayor, Sam, de celebrar una fiesta por sus múltiples ruegos. Sin embargo, lo que empezó como una reunión modesta pronto se convirtió en una ocasión que prácticamente involucraba a todo el pueblo. Entre los asistentes se encontraba Perséfone, la granjera recién llegada, quien aceptó la invitación en parte debido a la presión de las pocas personas que había conocido hasta ahora: Emily. La relación era particularmente estrecha, ya que ella había hecho un esfuerzo especial por acoger a la nueva habitante y ayudarla a integrarse en el tejido social de Pueblo Pelicano. Aunque Perséfone era naturalmente introvertida y un tanto retraída, la fiesta representaba una oportunidad para sumergirse en la vida comunitaria y estrechar lazos con otros habitantes del pueblo. Para ella, era una forma de avanzar en su objetivo de asentarse en la comunidad de manera más sólida.

El evento estaba tomando forma rápidamente. Las luces parpadeantes adornaban el jardín, proyectando sombras danzantes en las paredes cercanas. Los aromas de comida casera y bebidas especiales llenaban el aire. La música resonaba en el ambiente, creando un telón de fondo animado para la conversación y el entretenimiento. Finalmente, en medio de la multitud y las conversaciones animadas, Perséfone se encontraba en un rincón con un vaso de ponche en la mano.

"Me hubiera quedado en mi casa." Pensó, mientras le daba un sorbo a su bebida, con cierto fastidio. Mientras el contenido del vaso disminuía gradualmente, trató de encontrar una especie de refugio en el ponche. Pero, en lugar de encontrar consuelo, el líquido parecía amplificar sus emociones, haciendo que la ansiedad y la incomodidad se intensificaran. Cada sorbo parecía ser un recordatorio constante de su lucha por encajar en un entorno que, en ese momento, parecía ser tan ajeno como su cabello verde lo había sido al principio. Su acompañante ya se había dispersado con sus propios conocidos, y no le quedaba de otra que estar en un rincón puesto que no conocía demasiado a nadie.

Alguien noto su soledad, alguien que había esperado toda la noche para hablarle pero que se sentía un tanto inseguro de hacerlo. Mientras se movía entre las personas, sus ojos escudriñaban la habitación en busca de algún indicio de dónde podría estar ella. Fue entonces cuando su mirada se posó en un rincón apartado de la sala, donde había una figura solitaria. Entre las sombras y los destellos de luces de colores, pudo distinguir el perfil de la granjera. Su cabello verde se destacaba incluso en la penumbra, y su postura parecía transmitir una sensación de incomodidad.

— ¡Hola! Veo que estás pasando un momento tranquilo aquí. ¿Te importaría si me uno? — El rubio se acercó con rapidez hacia la joven, inclinando la cabeza para hablarle. Se quitó la máscara del disfraz para que pudiera reconocerle, aunque en tono burlón agrego. — Soy Sam, por cierto.

—Se quién eres. -— Murmuro la joven tomando otro sorbo y desviando la mirada, de manera increíblemente tajante.

—Oh, genial, entonces no soy un completo desconocido. — Respondió con una sonrisa amigable, tratando de romper el hielo. — Parece que estás disfrutando del ponche. ¿Qué te parece la fiesta hasta ahora? Personalmente, me gusta la música, aunque el ponche es un poco... eh, interesante. ¿Tú qué opinas?

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