Estonia: Goodbye to yesterday

283 50 5
                                    

ESTONIA: Goodbye to yesterday - @iris_alru


Abrí los ojos y vi las hojas del viejo roble ondeando al viento. El sol estaba bajo, a punto de ponerse. Debía ser tarde. Me incorporé y la cabeza me dio un pinchazo. Gemí de dolor.


-Mierda... ¿Qué ha pasado? -Por alguna razón mi cabeza estaba en blanco y no sabía cómo había llegado allí ni por qué me dolía tanto.


Me llevé una mano a la frente y noté un líquido caliente y viscoso. Fruncí el ceño, arrepintiéndome instantáneamente de hacerlo, y miré mi mano. Estaba empapada de sangre, pero seguía sin saber por qué.


Traté de ponerme de pie, pero mis piernas no me obedecían. Empezaba a estar asustada de verdad. Probé de nuevo, esta vez con un resultado positivo. Una vez de pie mi cuerpo me indicaba con urgencia que debía tumbarme. Pero no le iba a hacer caso, quería saber qué demonios me había pasado. Giré sobre mí misma para echar un vistazo rápido a donde me encontraba.


Era un bosque con mucha vegetación. Ya se había hecho de noche completamente, cosa que le daba al paisaje un aura macabra. El silencio lo hacía aún más perturbador. No se oía nada. Ni búhos, ni grillos, ni siquiera pájaros. Era un silencio tenso que me daba escalofríos. Solo quería salir de ahí cuanto antes. Y eso hice.


Comencé a correr, ansiosa por llegar a un refugio, lejos de todo eso. Oía mi propia respiración acompañándome. Mis pasos eran golpes sordos sobre la hierba. Tenía constantemente la sensación de que alguien o algo me observaba.


Una raíz suelta me hizo tropezar, haciéndome caer de boca y romperme el labio. Pero no me detuve, me levanté y seguí corriendo, ya que el miedo me impulsaba. Noté cómo una lágrima caía de mi ojo izquierdo, nublándome parcialmente la vista. Me la limpié con el brazo mientras corría.


Sentía que llevaba corriendo minutos, pero probablemente eran segundos. Me detuve apoyando la espalda en el tronco de un árbol para recuperar el aliento. Aún me hallaba débil y de por sí nunca había tenido mucho fondo. Entonces lo oí. Un sonido que nunca olvidaría. La risa. Era una risa masculina, grave y muy inquietante.


Miré por todas partes. Podía sentir cómo el corazón se me salía del pecho. No veía a nadie, sin embargo esa risa había sonado muy cerca.


-¿Quién anda ahí? -pregunté con voz temblorosa -¿Hola?


No hubo respuesta.


-¿Hay alguien ahí?


La risa volvió a sonar, erizandome los vellos de la nuca.


-¿Quién eres? -grité. Estaba asustada, sentía que no iba a salir de esa.


Otra vez rió, antes de decir las palabras más siniestras que oiría en mi vida en una horrorosa voz de ultratumba:


-Soy el que estaba contigo mientras dormías. El mismo que te despertaba de madrugada para poder verte. Ese que te hacía compañía cuando estabas sola.

El Proyecto EurovisiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora