Estaba nerviosa.
No pude dormir para nada.
Los nervios me estaban acelerando el corazón y alteraban todo mi cuerpo.No podía dejar de mover mis manos y claramente los tics de mi cuerpo eran mas notables.
Tome un poco del agua que compre y espere a que indicaran mi vuelo.
Reze porque ningún medio se enterara de que estaba a mitad del aeropuerto para viajar. Sería un caos y todo mundo se enteraría.
Sobre todo mi familia.Moví mi pie con nervios.
Tenía demasiado claro lo que haría.Esperaba que todo saliera bien, que todo estuviera arreglado para poder regresar.
Mire mi celular.
Estaba ansiosa por abordar.Estaba tan nerviosa que no sabía diferenciar si tenía tanta felicidad de conocerlo que me provocaba dolor en el estómago o eran por los nervios.
No solo estaba nerviosa por conocer a mi hijo, estaba bastante nerviosa por volver a ver a Mabel después de 7 años.
Me causaba temor encontrarme con ella.En mi cabeza había creado diferentes escenarios sobre cual podría ser su reacción.
Una de ellas que es la más probale y la mas normal es que me reciba con algún insulto o me corra de su apartamento.
La otro opción que es la de menos probabilidad sería que me deje pasar y hablemos con tranquilidad.-Vuelo con destino a la Cuidad de México por favor de abordar por la puerta número 6.
Suspiré y me levante.
Bebí de un sorbo el agua que quedaba.
Tire la botella y camine hasta la puerta que me avisaron.Los nervios aumentaron cuando mire por la ventana.
Estaba apuntó de dejar el país para conocer a mi hijo el cual no sabía de su existencia, el cual es hijo de mi ex pareja con la cual las cosas terminaron de la mejor manera según de mi parte y la cual no he mirado en años.
Antes de comenzará el viaje entre al baño para clamar mis nervios.
Ahora no solo eran los nervios del viaje, también eran los nervios de que alguien en pleno vuelo me reconozca.
Lo que menos quería en estos momentos es llamar la atención.
Cuando el avión despegó coloque música y trate de dormir un poco.
Claramente no logré nada.Mi mente se mantuvo trabajando rápidamente sobre lo que le diría.
Estaba tratando de seguir los consejos que encontré en Google sobre cómo tratar un tema delicado sin llegar a herir o discutir con la persona.
Tuve que recurrir a esos medios ya que no podía contarle a nadie.En momentos como estos es cuando extraño a Zoe y a los demás.
Ellos siempre me daban consejos cuando no quería decirle a mi familia sobre lo que me pasaba.Trate de distraerme sacando el libro que traje para leer un rato y mi mente dejara de pensar tanto.
Tampoco lo logre.Tenía tantas ganas de vomitar gracias a los nervios.
No había tenido estos nervios desde la primera vez que me presente en un festival tan grande como Coachella.
Mis nervios aquel día eran grandes pero ahora los sentía muchísimo más que aquel día.Saque algún dulce que traje para quitarme la ansiedad qué cargaba encima.
Amo la Ciudad de México, amo la comida y los lugares. Siempre que vengo estoy feliz de llegar pero ahora no es por trabajo o paseo.
Es para tratar de arreglar y poder convivir con un niño de 7 años que jamás me ha visto en su vida y que probablemente no sabe de mi existencia.Mi mente también había trabajado en como presentarme frente a él.
Primero pensé en decirle quien era pero después pensé que lo mejor es presentarme como amiga de Mabel.Sería menos traumatico y más fácil de digerir para el pequeño. Ante todo solo es un niño y lo que menos quería es que se sienta abrumado y confundido.
Y ahora que lo pienso bien, creo que una semana no será suficiente para poderme presentarme frente al pequeño como su otra mamá, si es que sabe de mi.
Aunque lo dudo, dudo que Mabel le hable de mi.Cuando avisaron del aterrizaje, unas terribles ganas de vomitar aparecieron.
Tuve que respirar profundamente para evitar hacerlo.
Cuando aterrizamos en tierras mexicanas comenze arrepentirme.Las dudas llegaron.
Al salir la compañía de guardias que contrate ya estaban esperándome.
Ellos se encargarían de llevarme al hotel y de allí al departamento de Mabel.En el transcurso del camino me mantuve en completo silencio.
Al llegar al hotel uno de los guardias ayudo a subir mis maletas hasta la habitación.
No era un hotel cinco estrellas, no quería llamar la atención. Además de que busque mi hospedaje en un lugar cercano a la dirección.
En este caso quedaba a 20 minutos, era lo más cercano que había.
Al llegar me senté en la cama y suspiré.
Sólo tenía que bañarme y arreglame para ir al departamento.
Llegué más temprano de lo que pensé.
Estaba por ser medio día.
Si me apuraba estaría frente a su puerta antes de las dos.Y entre mas rápido arreglara todo, mas rápido terminaría con mis nervios y el dolor de estómago.
Nisiquera tenía hambre por los nervios, solo de pensar en comida las ganas de vomitar se intensificaba.
Me apresure a bañarme y de arreglarme lo mas desente y menos llamativo.
1 hora después estaba en camino a su departamento.
Realmente esperaba que ella estuviera allí.
Porque de no ser así no sabría que hacer.Al llegar uno de los guardias me acompañó hasta su piso.
Entre con facilidad gracias al que el detective coloco mi nombre en visitas.Mientras el elevador subía mis nervios me paralizaron.
La respiración me faltaba.
Sentía que iba a desmayarme.-¿Se encuentra bien?.
-Sí.
-Esta algo pálida.
-No se preocupe estoy bien.
-Si necesita mi ayuda solo tiene que avisarme.
-Gracias.La puerta del elevador se abrió y suspiré.
Salí y camine buscando el número de puerta.
Cuando localice el número 20 suspiré.
El momento había llegado.
Era hora de actuar.Con los nervios matándome, toque el timbre.
Cuando escuche los pasos detrás de la puerta mi garganta se seco.
-Un momento - el dolor de mi estómago aumento y suspiré.
La puerta fue abierta.
-Buenas tardes que.....
Lo único que pude hacer fue darle una sonrisa.
____________________________________________________________________________
Ufffff...
Comienza el drama chicos......

ESTÁS LEYENDO
Return
FanfictionUna simple discusión puede cambiar todos tus planes. Billie lo descubrió tras enterarse de un secreto. Un secreto que cambio todo.